Permisos en soledad, desatención médica y golondrinas

Compartimos unas letras de un compañero preso en Estremera (Madrid). Se trata de una carta escrita este pasado mes de agosto donde nos habla de como vivió un permiso de 4 días: estar tirado, muchas horas muertas en la calle, sin apoyo y sin pasta; soledad y exclusión. Esta es la realidad de muchas personas presas cuando pisan la calle, ya sea de permiso o cuando -al fin- consiguen la libertad. También nos habla de la desatención médica que forma parte del escenario que hay detrás los muros, validando de nuevo la campaña que se hizo a finales de junio desde distintos puntos del estado y que, precisamente, se centraba en este tema. Se despide regalándonos un tierno y triste cuento: “La golondrina”.

Cárcel de Estremera. Agosto 2024

Buenos días X,

Salí de permiso sin apoyo, sin familia y sin dinero. Estuve en un piso de acogida, muy lejos. Como perdí los números de teléfono, no pude contactar con nadie. Así que si te digo la verdad, no lo pasé muy bien. Además me tocó compartir la habitación con dos usuarios más y, para mi, la intimidad, el espacio personal, es fundamental. No te lo vas a creer, pero hubo momentos que deseé estar en esta jaula.

Yo por aquí sigo luchando con el boli contra esta buena gente. Ahora mismo con lo que más estoy dando caña es contra el abandono sanitario. No paro de denunciar este exterminio y no creo que sea un problema de que no sepa expresarme. Aunque las distintas autoridades siempre contestan lo mismo: “solo hay cuatro facultativos sobre un total de 1.100 internos; hacen lo imposible…”. Pues bien, el que haya menos médicos es un problema, pero en las prisiones de Soto del Real, Aranjuez o Navalcarnero hay los mismos y, sin embargo, se dispensa consulta médica una vez por semana. Entonces es obligado preguntarse ¿Por qué lxs médicos de Estremera no dispensan consulta médica? ¿Será que este penal está lejos y mal comunicado? ¿Estarán haciendo una huelga negándonos el derecho a la salud? ¿Quién sabe? Lo que es seguro es que en vez de bata blanca, deberían llevar un traje negro con una guadaña.

Camarada, me muero de calor aquí dentro. Te envío como despedida un cuento real, que se llama “La golondrina”. Habla del instinto de supervivencia, pero sobre todo de lo fascinantes que pueden ser esas cosas a las que ni prestamos atención.

Un abrazo muy fuerte. CherrA.

La golondrina

Hace unos días, dos crías de golondrina pensaron que estaban preparadas para volar y se lanzaron entusiasmadas del nido. Las dos cayeron al suelo. El macho murió en el acto y la hembra quedó herida.

La cogí y me la quedé mirando. No me había fijado hasta ese día de lo preciosas que son. Tan chiquitina, llena de vida, con esa cabeza negra y blanca, como si fuera un capuchón de terciopelo, con esas garras tan fuertes, tan esquivas al ser humano.

Me dio tanta pena la golondrina, que cuidé de ella durante tres días, permitiendo que su primeriza madre se acercara en mi ausencia. Cuando esto pasaba, la chiquitina cobraba vitalidad, saltando y moviendo sus alas llena de júbilo y alegría.

Me di cuenta entonces, que una de sus alitas estaba dañada y que por mucho que lo intentase no podría volar. La madre también pareció darse cuenta y dejó de acudir.

La pequeña golondrina no paró de luchar, y ya exhausta, desamparada, murió.

Esa noche, pensé en ella y lloré.

Ventiladores, agua fría y mosquiteras. También en aislamiento. Cambio climático y prisiones

En pleno verano el calor se vuelve insufrible. Nos sentimos cansadxs, irritadxs, con dolores musculares y de cabeza… con una necesidad incontrolable de tomar agua fría y alimentos que nos refresquen un poco, de encontrar espacios con aire acondicionado, de acudir a playas, piscinas y sumergirnos en agua para dejar de sentir el calor pegado a nuestra piel por un rato. El descanso nocturno tan necesario a veces resulta difícil de lograr. Ventilar, aprovechar para salir a la calle cuando cae el día, buscar formas de repeler a los insectos… son los consejos básicos y lógicos que cada año se repiten. Consejos imposibles de llevar a cabo estando encerradx entre muros de hormigón y con nada de autonomía para decidir nuestros horarios, lo que comemos o donde ir.

En prisión cuando sucede un hecho anómalo como fue la pandemia, las bajadas extremas de temperatura en invierno, las olas de calor del verano, la hostilidad que se vive dentro se multiplica, y se desatan consecuencias muy negativas que ya se mantenían pendientes de un hilo fuera de la hostilidad añadida.

Estamos viviendo una ola de calor en gran parte de Europa. Las compañeras y compañeros que tienen secuestradas en las prisiones se encuentran desesperadas. Ahora en verano se tienen que seguir cumpliendo rigurosos horarios que no van acorde a las temperaturas, como salir al patio al mediodía o tener que encerrarse en la celda hasta el día siguiente a partir de las X de la noche. Por la noche cuando “refresca” un poco, es cuando no hay opción de salir fuera de 4 paredes. Peor es aun para quien está en aislamiento, en 1r grado o pagando una sanción, y que tienen que pasar en la celda más de 20 horas al día.

Hay personas que comentan que la alimentación no está adaptada a cada época del año, y que a veces en pleno verano hay guiso o garbanzos calientes para comer. Otro compañero preso en una cárcel catalana nos cuenta que en la prisión donde se encuentra, la máquina de agua fría embotellada (que obviamente hay que pagar) no funciona, por lo que la única opción es beber agua del grifo a “temperatura ambiente”. Otras nos explican que se duchan continuamente para no asfixiarse, y que se cambian 7 veces al día de camiseta por la sudoración.

En las prisiones no hay mosquiteras en las pequeñas ventanitas de las celdas, que puedan proteger de las picaduras. Desde Huelva nos dicen que no pueden más con los mosquitos, que tienen el cuerpo acribillado.

Recordamos que las cárceles no son espacios climatizados, por lo menos en las partes donde tienen que habitar las personas presas. Las celdas no cuentan con ventilación suficiente, ni con sistema de control de la temperatura. La única opción es disponer de algún ventilador. Recordamos que los ventiladores no forman parte de la infraestructura básica del propio lugar de encierro y que quien lo quiera, tiene que pagarlo como prácticamente todo dentro. Recordamos también que a veces, según las propias normativas de cada centro y lo que allí se consideran “motivos de seguridad” no permiten tener ventiladores, especialmente en módulos de aislamiento. A veces de forma general, a veces para personas concretas cuando pagan una sanción. Esto supone tirarte más de 20 horas al día encerrado en una habitación sin ninguna clase de aparto que alivie un poco el calor y con limitaciones varias añadidas, que a veces incluso pueden ser no poder tener bolígrafos para escribir, si así lo considera el centro.

Aprovechamos este escrito para sacar a la luz que el pasado miércoles 17 de julio de 2024, un compañero del módulo 12 de la cárcel de Brians II (Barcelona) se quitó la vida, ahogándose con una sábana de su celda hasta quedarse sin aire. Su nombre es aun anónimo. Enviamos todo nuestro apoyo a sus compañerxs, familiares, amigxs y todas aquellas personas que sientan dolor por su pérdida. Recordamos que los lazos de solidaridad que nos unen son irrompibles e impenetrables. Aquí fuera siempre habrá personas dispuestas a sostener, apoyar y luchar por la dignidad de todas aquellas que se encuentran dentro secuestradas y para hacer de vehículo amplificador de las voces que quieren gritar desde el otro lado, pero no pueden porque están amordazadas.

La cárcel mata y sus múltiples consecuencias son una cuestión evidente. Desde La Corda nos preguntamos si ante esta muerte y otras tantas situaciones es apropiado utilizar la expresión “un hombre decide quitarse la vida”.

Vejaciones, humillaciones, acoso, desprecios, violencia, abusos de poder constante, chantaje… Precariedad y explotación laboral… Desatención médica y falta de profesionales que obliga a que lxs carcelerxs hagan funciones de “enfermerxs”, como pasar revisión entre presxs para valorar quien tiene o no que ir a consulta médica, falta de acompañamiento y tratamientos para patologías graves como epilepsia, cáncer, trastornos de alimentación, salud mental, movilidad reducida y un larguísimo etcétera. Alejamiento de lo que se quiere y de quien se quiere, olvido, sensación constante de agobio, ansiedad, preocupación por el futuro. Indefensión jurídica. Desesperación, depresión, pocas ganas de seguir viviendo en estas condiciones sin saber hasta cuando. Y a todo esto se le suma lo dicho anteriormente, de vez en cuando hechos que amplifican o añaden más dolor al propio día a día: ahora sufrir constantemente un calor inaguantable.

La cárcel mata, a veces muy lentamente, y no mira atrás. La opacidad de sus muros, normativas y vacíos legales permite que las vidas que se lleva consigo o las que sufren y resisten allí dentro se pierdan en el olvido o, incluso, en el eterno anonimato. Es una estructura que solo responde a unos intereses determinados, y radicalmente opuestos a los nuestros. No dejemos que el silencio nos haga cómplices.

Es por eso que os animamos a sumaros a esta convocatoria. Llamar a las siguientes prisiones, en días concretos para exigir algo muy básico para la salud y el bienestar de las personas: VENTILADORES, AGUA FRIA Y MOSQUITERAS, para todxs lxs que se encuentran encerradxs, también en aislamiento. Si preferís ocultar vuestro número de teléfono, podéis hacerlo añadiendo al principio del número de la prisión el prefijo “#31#”. Podemos recordar la temperatura a la que nos encontramos, los consejos básicos para soportar el verano y prevenir consecuencias en nuestro cuerpo. Podemos exigir hablar con algún responsable, que conste y se registre nuestra queja. Podemos hacerles ver que nos acordamos de las personas que están presas y de las condiciones en las que tienen que vivir. Para nosotrxs que estamos fuera solo suponen llamadas de teléfono, pero para las personas que están dentro significa que alguien les dedica unos minutos, significa que algo de aire fresco llega a su encierro.

Abajo todos los muros.

Cambio climático y prisiones

Reconoce la ONU que algunos de los efectos del cambio climático son el aumento de las temperaturas, un incremento de las sequías con escasez de agua y el agravamiento de las tormentas e inundaciones. Fruto del calor extremo que sufrimos nos cuesta respirar, casi no podemos caminar, no dejamos de sudar, se intensifican los dolores de cabeza y el mal humor, en el mejor de los casos. En el peor podremos sufrir calambres, convulsiones, desmayo y un paro cardíaco. Frente a ello, los gobiernos -por otra parte inertes a acciones efectivas frente a este desastre medioambiental- nos recomiendan que bebamos mucha agua, que permanezcamos el mayor tiempo posible en lugares frescos, aireados y climatizados, que hagamos comidas ligeras y que no hagamos actividad en la calle en las horas centrales del día.

Ahora bien, imaginémonos ese calor tórrido de más de 40 grados, rodeadas de cemento armado, en una habitación diminuta, cerrada y compartida con otras 3 o 5 personas, con una sola ventana, pero en la que hay una reja que no deja pasar el aire y sin posibilidad de refrescarte porque la ducha está fuera de tu habitáculo y no tienes acceso a ella. Pues a grandes rasgos, esta es la realidad que se vive en muchas cárceles italianas. Celdas hacinadas y sin espacio para respirar donde las personas presas pasan las eternas horas del verano sin actividades. Patios sin sombra donde desentumecer el cuerpo que parecen el magma de un volcán desintegrándose. En algunas estancias, he visto que dejan el grifo del agua abierta de forma permanente porque es la única forma que llegue agua fresca en algún momento. Hay pocos ventiladores, quien los puede adquirir tiene que pagar 40 euros, casi el doble de precio que se paga en el exterior, y algunas veces… ni los pueden encender porque el sistema eléctrico no lo soporta.

En las cárceles de la península ibérica, si bien no presentan el hacinamiento de las italianas, el calor que se sufre es igualmente infernal. Las temperaturas extremas impiden salir al patio, porque no hay sombra o donde la hay el riesgo de sufrir un golpe de calor es elevado y la canícula dificulta conciliar el sueño o realizar ningún tipo de actividad. La única forma de contacto directo con el exterior es a través de llamadas telefónicas, pero algunas cabinas telefónicas que son cerradas se convierten durante el estío en auténticos hornos que impiden la realización de llamadas bajo riesgo de shock térmico. Otra reclamación habitual es la falta de aire acondicionado o que este no funcione en las salas de coloquio o zonas comunes. El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura ha denunciado que en las celdas de algunas prisiones las ventanas está recubiertas con paneles metálicos perforados delante, que impiden tener acceso a vistas, luz natural y ventilación suficiente.

Una reciente investigación realizada en las prisiones de los Estados Unidos 1, confirma la relación entre el calor extremo y el incremento de la mortalidad en las cárceles. Estas muertes aumentan no solo en los días de más intensidad, sino que en los días consecutivos a una ola de calor los suicidios se incrementan en un 23%. Además, las personas presas representan un perfil de riesgo sanitario debido a la sobrerrepresentación de problemas de salud en general y de sufrimiento emocional en específico, a lo que se une la falta o carencia de atención médica adecuada. Ante dificultad de acceder a un ventilador, por ejemplo, algunas personas optan por mojar sus ropas o encharcar el suelo y dormir allí. Jueces de varios estados han determinado que someter a las personas presas a temperaturas extremas es inconstitucional pero no han obligado a tomar medidas para aliviar la situación, que por otra parte serían impopulares frente al populismo punitivo electoralista.

También se ha comprobado que existe una relación directa entre estrés térmico e incremento de la violencia. La exposición absoluta al calor hizo que aumentaran los hechos de violencia en la cárcel de Mississippi, según revela un estudio allí realizado. A parte del daño físico que las agresiones representan estas suponen también un daño a la salud mental por tener que vivir en un lugar violento. Estos excesos suponen un incremento de las sanciones disciplinarias y de los delitos, lo que conlleva una reducción de beneficios, un alargamiento de las condenas y la consecuente masificación.

Con el incremento del calor, igualmente se verán aumentar las enfermedades infecciosas y las plagas de insectos. Las prisiones latinoamericanas ya están en la actualidad infestadas de estos parásitos. En los penales chilenos, por ejemplo, los informes actuales relativos a las condiciones carcelarias del Instituto Nacional de Derechos Humanos recogen las malas condiciones de salubridad, con plagas de pulgas, chinches y vinchucas (responsable del llamado Mal de Chagas).

Todo lo anterior, vulnera los estándares mínimos internacionales de derechos humanos para el tratamiento de personas privadas de libertad. El encierro se vuelve incompatible con la dignidad humana, transformándose en trato inhumano, degradante e incluso tortura. Un infierno, literalmente.

1 https://www.prisonpolicy.org/blog/2023/07/19/climate_change/

Más agresiones y abusos de poder en la cárcel de Huelva

Hacemos público este comunicado desde la cárcel de Huelva del puño del compañero Steven. Nos relata la realidad de una prisión más coercitiva de lo que ya son y con un jefe de servicios, “el Pipa”, que fomenta las palizas a los presos. Las normas internas y las condiciones durante el verano no hacen más que aumentar el malestar dentro. Tenemos constancia de que hay más presos que han sufrido agresiones como la relatada aquí. Estas palabras de Steven permiten que nosotrxs seamos conocedorxs de lo que pasa tras los muros y actuemos en consecuencia. Las cárceles son jaulas de cemento donde la sociedad permite que el odio se cultive día a día. Animamos a que se le envíe apoyo a los compas que sufren el encierro en Huelva.
Contra las cárceles y la sociedad que las necesita.

Julio 2024. 

Estoy cansado de tanto abuso del poder de los funcionarios, jueces y demás.
El miércoles pasado tuve una pelea con otro preso y por no decir el nombre del preso a los funcionarios me pegaron para sonsacarme información, pero no les dije nada.
[En las fotos que nos mandó se ve como le dejaron la oreja y la parte de atrás de la cabeza con las porras, también tuvo moratones en las piernas]

Mira, aquí en la cárcel esta nos dan maltrato día y noche, nos hacen esperar para comer estando la comida para servirla, nos dejan sentados en silencio hasta que nos hagan recuento, después de que hacen 5 o 6 recuentos diarios. Nos pegan donde no hay cámaras, celdas, escaleras… Me desnudan sin bata y me ven mis partes íntimas cada vez que me cachean, no sé si es porque les da morbo o no sé qué pasa por sus cabezas. Los médicos no te tratan bien, me han cambiado la medicación mil veces ya paso de ir porque me han quitado 4 Rivotril que necesito para la ansiedad obligándome a conseguirla por los patios.

Aquí en esta prisión hay 1 jefe de servicios que le dicen el Pipa y ese les pega a los muchachos y los funcionarios le siguen el rollo.
Se inventaron un parte hace un mes y medio diciendo que les había hablado mal… Me quieren perjudicar de esa manera para que no me den los permisos ni nada.
Aquí te hacen doping de porros estando en  conflictivo, eso en todas las cárceles solo se hace cuando estás en  de respeto, el doping positivo genera que te ponen 1 parte de 1 mes sin bajar al patio por las tardes, eso es injusto. He estado en 8 cárceles en 6 años y eso de los dopings es injusto y nunca lo he visto, solo aquí lo hacen.
También les han dado carta blanca a abusones y chivatos de hacer lo que quieran generando esos conflictos y abusos entre los presos solo por recibir información de quien tiene droga o móviles. Generando que en los patios no hay ningún teléfono y los porros solo lo tienen los hijueputas esos. Esto te lo digo con criterio, ya que he visto gente peleándose, llevándose a aislamiento a 1 preso y al otro no, y así mil veces.

Te juro que lo que he visto aquí no lo he visto en ningún lado, las condiciones en las que vivimos son de vergüenza, aquí no se puede ni dormir, esto está hecho en una ribera y hay en la celda un montón de mosquitos, me tienen picado que no veas, no nos dan mosquitera, la pides y se tiran el marrón unos a los otros… Y aquí hace un calor de muerte en la celda…

Para escribir al compañero:


Steven Giraldo Zapata

Centro Penitenciario de Huelva
Arrabal la Ribera s/n
21005 Huelva


Fuente:
La Corda

«Por un mundo también sin jaulas para mis amigos los animales». Carta desde la prisión de Estremera

Transcribimos la primera carta recibida por les compas de La Corda de un compañero que se encuentra preso en Estremera, Madrid. Comparte con nosotrxs algunas reflexiones sobre su propio encarcelamiento y también inquietudes y posicionamientos sobre el encierro hacia los animales no humanos. Nos pareció una bonita carta y una bonita historia con la que esta termina «El niño que amaba a los animales».

Junio 2024. Cárcel de Estremera (Madrid)

Te agradezco mucho el que me hayas escrito. Para mi supone una inyección de apoyo, ya que me siento un poco solo. Mas ahora, que al cambiarme de modulo he perdido el contacto con X y con otros amigos.

Me comentaron que os llegaron mis dibujos, y que formaron parte de vuestra exposición. Estos eran solo una parte de un texto con diez dibujos de animales, al que he titulado “animalmente”. Es una critica al encierro de los gigantes enjaulados, desde una perspectiva animalista. Comienza así: “El hombre, el homo-sapiens, es el único animal de la Naturaleza que construye prisiones y las sostiene con orgullo. El único que hace trampas y captura prisioneros por martirizar, por odio, desprecio, venganza, soberbia, por placer o puro negocio…”. También tengo otros textos sin publicar, como “cárcel-negocio”, “la cultura del miedo” o “la sociedad del castigo”, y dibujos anticarcelarios.

Igualmente sigo luchando de boli para denunciar los abusos y carencias de esta prisión de Estremera. Donde mas caña estoy dando es con el tema médico-sanitario, ya que nos están privando de nuestro derecho a la salud, además de evidencias de abusos penitenciarios y algunas gamberradas de sus tirano-carceleros. Y en este sentido, me siento más solo todavía. El colectivo de presos apenas reivindica. La mayoría desconoce sus propios derechos, mostrando poco interés y dedicando poco esfuerzo por cambiar la situación. Hace tiempo que se está produciendo una triste y peligrosa involución penitenciaria. Como yo digo “los presos de ahora no son como los de antes, y los de antes muchos han cambiado”, o eso pienso yo. El preso de ahora es más hostil con el propio preso y más compañero con el carcelero.

Me siento muy identificado con lo que dices, de que a veces te sientes como en otra dimensión. Yo siempre me he sentido así. Nunca entendí al sistema ni a mucha de sus gentes, ni al querer aparentar, ni dar más importancia al tener que al ser, ni a la cultura del miedo, ni a la sociedad del castigo. Nunca entendí las guerras, ni el cuarto oscuro, ni el maltrato animal.

Por un mundo también sin jaulas para mis amigos los animales. Te mando un texto. Un fuerte abrazo.

Cherra.

El niño que amaba a los animales

Tuve una adorable infancia salvo en una excepción, yo afortunadamente era diferente. Asi mis padres me querían con locura y se desvivían conmigo, tanto, que a veces les costaba pillarme.

Mi padre con frecuencia me llevaba a las corridas de toros. Yo me quedaba blanco, descolocado, no sabía donde esconderme. No supe expresarme. Asi, mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gustan los toros”.

Mi padre, me llevaba al circo a ver a los elefantes, para demás niños eran magestuosos. Para mí, además encadenados. Tampoco supe expresarme. Mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gusta ni el circo ni los elefantes”.

Mi padre, los fines de semana, me llevaba al zoo, los niños reían, yo lloraba. Me escondía y fingía estar malo. Así, mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gusta el zoo ni los animales”.

Cuando tenía unos seis años al fin me expresé. Solté a todos los animales de la casa rural del pueblo; a las gallinas, a los patos, a los cerditos y al precioso caballo. Mi madre le dijo a mi padre: “Te equivocas, el niño adora a los animales”.

Fuente: La Corda

Familiares y vecinos denuncian la brutal detención de un hombre que murió pocas horas después en el calabozo de la policía nacional de Elche

Un muerto en la comisaría de la policía nacional de Elche, durante la noche, tras una detención violenta y accidentada ante la misma puerta de su casa. La familia denuncia violencia policial excesiva y se extraña de la casualidad de que justamente se muera de un infarto en el calabozo pocas horas después.

El cadáver ha sido rápidamente trasladado a Alicante sin permitir que los familiares pudieran verlo (con lo que si hay traumatismos no podrán comprobarlo por si mismos ni tener pruebas de una posible paliza).

La prensa local se limita a reproducir la versión de la policía.

Manolo Alarcón, veterano periodista del Diario Información, hace una crónica amplia del suceso, en la que se limita a exponer con pelos y señales la información que le suministra la propia policía. Ni se molesta en contrastar con la familia del fallecido ni con los testigos presenciales de la detención, los cuales han llegado a manifestarse ante la comisaría y, según se puede leer en redes de internet, afirman tener vídeos de una presunta brutalidad policial y estar dispuestos a emprender acciones legales contra la policía nacional. Pero eso para los informantes locales, al parecer, no es dato digno de ser destacado o incluso llegar a aparecer en sus crónicas.

Así, amigos, está el periodismo, que ha venido a ser un mero altavoz de los poderes dominantes.

Texto difundido por un familiar del difunto:

Erika Pomares

Esto no va a quedar así!!
NO HA MUERTO DE UN INFARTO!! MI PRIMO HA MUERTO BAJO CUSTODIA POLICIAL a consecuencia de???
A mi primo lo pararon ayer debajo de su casa, tras cachearlo y pedirle el DNI (que no llevaba encima) empezaron a pegarle una PALIZA, con muchos vecinos como testigos, patadas en la espalda y metiéndolo a la fuerza en el coche, pisándole con la puerta las piernas hasta llevarselo. NO ESTABA HACIENDO NADA MALO, NADA JUSTIFICA que empezaran a pegarle, REPITO QUE HAY PERSONAS DISPUESTOS A TESTIFICAR TODO LO QUE PASÓ. SOIS LA AUTORIDAD, NO MÁS QUE NADIE. Os llevasteis detenido a mi primo, lo acercasteis a las 21h al centro de salud para tener vuestro «parte de lesiones» superficiales y os lo llevasteis al calabozo. Por la mañana se han acercado los familiares y tras horas esperando PASÁIS A DARLES DIRECTAMENTE SUS PERTENENCIAS PORQUE SEGÚN LA POLICIA HA MUERTO DE UN INFARTO, sin consentimiento de la familia, sin reconocer su cuerpo les comunicáis que lo habéis llevado al cuerpo anatómico de Alicante…❓❓LA FAMILIA EXIGE SABER QUE HA PASADO Y UN INFORME FORENSE PRIVADO!!
Hasta que punto el hecho de llevar una placa te da derecho a hacer estas cosas????
⚠️COMPARTID LA FAMILIA NO VA A CRUZARSE DE BRAZOS, SABEMOS QUIEN ES EL RESPONSABLE⚠️

Fuente: Grupo tortuga

Petición de llamadas a la prisión de Lleida. Martes 16, miércoles 17 y jueves 18

Manuel Noguera Mazuecos, preso en la cárcel de Ponent (Lleida) empezó a pagar el pasado viernes una sanción de 12 días en aislamiento. A pesar de encontrarnos en pleno verano y de las altas temperaturas, no se le permite tener ventilador en la celda, en la cual tiene que pasar más de 20 horas al día.

Ante la prohibición de tener ventilador, la “médico” de la cárcel le dice que el calor no es para tanto y que beba mucha agua fría. La temperatura prevista para los próximos días en la ciudad de Lleida es llegar a los 40 grados. Las prisiones no son espacios climatizados, por lo menos donde habitan las personas presas. Negarle a alguien que se pasa todo el puñetero día entre hormigón un ventilador con estas temperaturas, es cruel y atenta contra la vida y la salud.

Animamos a realizar un sinfín de llamadas a la prisión de Ponent (973220333) este martes 16, miércoles 17 y jueves 18 de julio, entre 09’30h y 13’30h, preguntando preferiblemente por el coordinador del DERT o algún responsable de aislamiento. El objetivo es recordarles la temperatura a la que estamos, que en este caso Manuel Noguera se ve obligado a estar en aislamiento sin poder tener siquiera un ventilador, y que esto puede conllevar consecuencias para la salud. Pedimos que se le pongan aparatos de aire condicionado o que pueda tener un ventilador, para garantizar su bienestar y tener un trato digno.

Fuente: La Corda

El domingo, 30 de junio, en Barcelona, Familias contra la impunidad policial y judicial: jornada sobre experiencias de autoorganización de familiares y amistades de personas presas y víctimas de violencia institucional

El póximo domingo, 30 de junio, Familias frente a la crueldad carcelaria participa en una jornada de reivindicación, información y debate sobre la crueldad institucionalizada en calles, cárceles y comisarias y algunos intentos de familares y amistades de personas que la sufren o han muerto por su causa. Así es como la anuncian las organizadoras:
X

Jornada Familias contra la Impunidad Policial y judicial.

30 de junio a las 12 h. En el Ágora Juan Andrés Benítez (Calle Aurora, 13), Barcelona.

Mural colectivo en memoria de Brian Ríos, muerto bajo custodia policial en Rubí city

Almuerzo solidario para gastos antirepresivos.

Conversa: “Muertes bajo custodia e impunidad policial” con familiares y colectivos autoorganizados contra la

ViolenciaPolicial y el Racismo Institucional.

¡Te esperamos, difunde!

«Me tiran dos paquetitos de gasas y me dicen que me haga las curas yo mismo»

En plena campaña coordinada contra la desatención médica y las muertes en prisión, compartimos otro ejemplo de como funciona la atención médica en los cárceles. En este caso se trata del testimonio de David Rojas, preso actualmente en Daroca (Zgz) aunque en el momento de los hechos se encontraba en la prisión de Dueñas (Palencia).

Después de una operación relativamente sencilla, David no recibió ninguna cura ni seguimiento en la cárcel por parte del personal sanitario. La operación se le acabó infectando. Cuando empezó a decir que el dolor no era normal y que tenía que verle algún médico, pasó un día y medio hasta que lo visitó el médico de la cárcel, el cual ya le mandó directamente de urgencias al hospital para ser operado. Incluso después de esta segunda operación, él y su familia tuvieron que insistir para que se le realizaran las curas pertinentes y evitar así una segunda complicación.

Mayo 2024.

Ayer por fin te pude explicar todo lo que me ha pasado con el tema de la operación. Pues des del domingo que volví del hospital, no he podido ponerme a escribir ni estaba para hablar, ya que estoy súper jodido.

Todo esto de haber tenido que ser operado el sábado de urgencias por quirofano ha sido muy fuerte y doloroso. Haber tenido que pasar por segunda vez por una operación, y todo por culpa de los putos médicos de aquí del CP Dueñas, por su pasotismo. En 3 semanas y media después de la primera operación, en la cual no tuve ningún problema, no me realizaron ninguna clase de seguimiento médico ni de curas, y todo ha derivado a una segunda operación de urgencias. Dejadez médica y dejadez de lxs carcelerxs, que veían como estaba y les decía que eso me dolía mas de lo normal.

Me operaron por primera vez, porque hacía tiempo que esperaba esta intervención, en el Hospital San Telmo, de Castilla y León. Eso fue el día 11/04/2024, y el mismo día me dieron el alta médica. Des de que volví a la prisión de Dueñas, a mi no me vio ningún medico. Solo me vio una enfermera que me dio unas gasas y unos ibuprofenos para los dolores. Me dio las gasas para que yo mismo me realizara las curas. Pues el día 2/05/2024 me entran unos dolores del demonio en la zona de la operación, pero no es hasta el día 4/05/2024 por la tarde que me sacan de urgencias al hospital custodiado por las fuerzas del estado. A mi me empezaron los dolores la noche del jueves 2 de mayo y el viernes 3 a primera hora ya informé de lo que me pasaba, y de que esto no era normal. Y se informó a los servicios médicos pero no me atendió nadie, ningún medico de la cárcel, hasta el sábado por la tarde. Allí me visita el médico de la cárcel y me dice que tiene que pedir que me saquen de urgencia al hospital, y en una hora me saca la guardia civil. Allí me hacen varias pruebas y se me informa que se ha detectado una complicación de la operación que me realizaron el día 11/4 y que tengo que ser operado. Paso directamente a quirofano y luego se me ingresa en la planta judicial.

Si yo hubiera recibido un seguimiento medico en la prisión, nada de todo esto hubiera sucedido. Puta mierda de sanidad penitenciaria. Te mando aquí algunos informes médicos. Puedes hacer fotocopias y me los devuelves. Sinceramente, estoy muy cabreado, frustrado y dolorido.

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Y lo fuerte, es que después de la segunda operación, otra vez lo mismo. Que hasta mi hermana ha tenido que llamar a la cárcel para ver qué pasaba. Que en el hospital dijeron que me tenían que hacer las curas cada día, y aquí ha pasado un día entero y nadie me ha llamado. Y a mi hermana le dicen que no las van a poder hacer cada día, que tienen mucho trabajo. Las enfermeras me han tirado dos paquetitos de gasas y han soltado “que te hagas tu mismo las curas”. Y yo flipando. Y ya se me ha ido la pinza y me he liado a puñetazos con la puerta.

Es que es muy fuerte. Incluso después de haber tenido que pasar por una segunda operación, por culpa de que nadie me realizó un seguimiento, incluso ahora pasan de todo y ni siquiera se preocupan de hacerme las curas para que no se me vuelva a infectar.

Sigo aquí, en mi chavolo, sin que nadie me haya visto de nuevo, curándome yo mismo. Y ahora encima con la mano inflamada y los nudillos morados por las ostias en la puerta, pero es que o me desahogaba con la puerta o le reventaba la cara a algún carcelero de estos.

Para escribir al compañero:


David Rojas Fernández

Ctra. Nombrevilla s/n
50360 Daroca
(Zaragoza)

Fuente: La Corda

Junio 2024, campaña coordinada: ¿Qué está pasando tras los muros? desatención médica y muertes en prisión

MANIFIESTO

Desde diversos territorios nos hemos organizado para señalar públicamente a lxs responsables directos de las 200 vidas que se quedan dentro de las cárceles cada año bajo la custodia y dominio del estado. Distintas colectivas e individualidades hemos buscado apoyo las unas en las otras para movilizarnos y hacer de altavoz de todo lo que nuestres compañeres preses tienen que explicar y denunciar. Agresiones, abusos, vejaciones, abandono, desatención médica y muerte son la realidad del día a día dentro de las cárceles. Instituciones penitenciarias y carcelerxs responsables directxs. Personal sanitario cómplice.

Aquí fuera no queremos silenciar esta realidad y queremos mostrar nuestro apoyo a las personas que se encuentran detrás de los muros. Por eso hemos convocado una campaña estatal coordinada: “¿Qué está pasando tras los muros? Contra la desatención médica y las muertes en prisión”. Del 10 al 25 de Junio de 2024 saldrán a la luz de forma progresiva testimonios de compas presxs además de informaciones varias relacionadas con el tema. También habrá convocadas concentraciones y actos en diferentes territorios.

La dignidad hace referencia al valor inherente a cada ser (humano o no humano) por el simple hecho de serlo. No se trata de una cualidad otorgada por alguien sino intrínseco a la naturaleza del propio ser. Ni se compra, ni se vende. Tampoco se custodia. Dentro de prisión las personas son secuestradas por el estado y se les arranca su dignidad. Allí se tortura física y psicológicamente. Se traslada de forma arbitraria a las personas, desarraigándolas de cualquier entorno social y/o familiar; se utilizan las comunicaciones con el exterior como moneda de cambio en un juego de “premio-castigo”; se revisan cartas, llamadas o comunicados como medidas preventivas de seguridad; existe la explotación laboral y no hay derecho a tener un sindicato de apoyo (lxs carcelerxs sí); no se atienden las necesidades específicas de cada cuerpo; existe un régimen de aislamiento que se puede alargar en el tiempo durante años; no existe libertad de expresión ni de asociación; hay un estricto régimen de control temporal y de horarios y la comunicación con el exterior es tan reducida que lo que pasa aquí fuera está fuera del alcance de las personas que habitan dentro (y al revés). Se crea una brecha espacio-temporal que dificulta e impide la convivencia y la adaptación entre un “dentro-fuera”.

Si entramos a hablar de desatención médica a nuestres compañeres, afirmamos que hay asesinatos directos y asesinatos indirectos. Muertes directas como consecuencia de palizas y torturas por parte de carcelerxs armadxs y en manada en una encerrona contra un preso y con la complicidad médica de partes sanitarios falsificados negando las pruebas. Personas con enfermedades terminales como cáncer, esclerosis o parkinson que no son inmediatamente excarceladas como indica esa ley vigente suya a la que tanto les gusta acudir solo cuando les interesa. O compañeres que necesitan urgentemente salir al hospital por una sitomatología grave y no son derivades.

De forma indirecta la cárcel también mata cada día. Más de la mitad de los puestos de trabajo médico-sanitarios de instituciones penitenciarias están vacíos. Además, la administración niega el derecho de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas y sanitarias mínimas. Muchas veces no se da acceso a medicaciones que podrían salvar una vida o se administra a destajo ibuprofeno sin ajustarse a los requerimientos de la enfermedad. Personas sin dientes a las que no se les da una dieta adaptada a sus necesidades o compas con movilidad reducida a las que no se las acompaña para que puedan desplazarse al lavabo, visitas familiares o al patio. En relación a la salud mental, los servicios de acompañamiento y terapéutico son prácticamente inexistentes. Y ante tentativas de quitarse la vida, nos explican que las consecuencias son el castigo a aislamiento y la retirada de todas las pertenencias hasta nuevo aviso. En el mejor de los casos, baja la psicóloga una semana más tarde y le comenta al chico que debería empezar sesiones de yoga. El riesgo a desarrollar un trastorno mental es 16 veces mayor en prisión que en la calle.

La mortalidad por sobredosis, muerte súbita o suicidio dentro de las cárceles es mucho más elevada que fuera. El Estado Español es el cuarto país de Europa con más suicidios en sus prisiones; el riesgo de suicidio en la cárcel se multiplica por 8 respecto a la vida “libre”. En 2020, 62 personas se quitaron la vida mientras estaban privadas de libertad.

Se proporciona a las personas presas psicotrópicos aditivos legales sin apenas control médico, herramienta infalible para obtener una población reclusa relajada, adormecida y enganchada.

Se suministra metadona sin necesidad y se sabe de casos de muertes por sobredosis habiendo sido administrada por los propios servicios médicos carcelarios.

Abundan los fallecimientos de compas en extrañas y dudosas circunstancias, nunca esclarecidas.

Enviamos especialmente todo nuestro amor al compañero Pedro Escudero a quien, el 15 de mayo de 2019, dejaron morir ardiendo en su celda en la cárcel de Teixeiro a la espera de juicio como denunciante por unas palizas que le habían propinado lxs carcelerxs un año antes. Así como a Sannah Cadiri muerta el pasado año en la cárcel de Brieva supuestamente ahorcada, aunque un carcelero confesó que se le había dado una paliza. A Manuel Fernández, fallecido en la prisión de Albocasser; su muerte se catalogo como “muerte subita” aunque tenia evidentes marcas de violencia y se negó a la familia la posibilidad de una segunda autopsia. Y tantas otras personas muertas en todos los centros de exterminio (cárceles, CIES, calabozos…).

Gracias también a Manuel Noguera “Lolo”, a Alfonso Miguel Codón, a David Rojas… por sus relatos, asi como a todes aquelles que han compartido su experiencia anonimamente. Vuestras palabras nos llena de dolor y rabia pero, lejos de hundirnos en la soledad y el aislamiento, nuestros lazos se hacen más fuertes cada día. Gracias también a todes aquelles compas con quien mantenemos contacto pero no han salido reflejadas sus palabras. Y enviamos nuestro cariño a todxs lxs que seguís ahí dentro resistiendo. Vuestra lucha siempre será nuestra lucha.

Invitamos a todo el mundo a reflexionar, a compartir y a seguir rompiendo el silencio ante tanta crueldad e impunidad. ¡Feliz campaña contra la desatención médica y las muertes en prisión y abajo todos los muros!

desatencionymuertesprision.noblogs

Fuente: Tokata

Palizas como respuesta a las autolesiones. Prisión de A Lama

Expresamos nuestro máximo apoyo a Miguel, preso en A Lama (Pontevedra) y toda nuestra rabia contra los centros de encierro y de exterminio. A petición suya, dejamos abajo la dirección para escribirle; unas palabras de apoyo y cariño le vendrán bien.

Recordamos la campaña contra la desatención médica y las muertes en prisión que está teniendo lugar de forma coordinada entre diversos territorios. El siguiente testimonio es una muestra más de la complicidad médica dentro de las cárceles, del abandono psicosanitario y de los mecanismos que llevan a cuantificar las 200 muertes que se lleva la cárcel cada año en el estado español.

Abajo los muros y la sociedad que los necesita. Ni un paso atrás, cero complicidad.

Hola compas,

Quería explicar que se me ha abierto un procedimiento disciplinario por unos hechos sucedidos el 24 de mayo de 2024 en la prisión gallega de A Lama. Son dignos de conocer por las mentiras que sostienen su legalidad y por el contexto que envuelve los hechos. La carcel mata, compañerxs.

Adjunto una foto del escrito para que todxs podamos ser conocedorxs de cómo operan las instituciones peniteciarias. Todo lo que veis subrayado en la copia del parte disciplinario son MENTIRAS. No tengo forma de demostrarlo más allá de mis palabras y la confianza que se espera de las afinidades que estáis fuera.

También os hago un resumen de lo que explica el parte. Gracias por leer y por todo el apoyo que recibo desde fuera.

En resumen, la noche del 24 de mayo me encuentro muy nervioso y me autolesiono en la celda. Acuden el Jefe de Servicio y varios funcionarios. Me piden que me tranquilice y como no me dispongo en el estado emocional que esperan de mí, el Jefe de Servicios pide que los secuaces funcionarios me propicien una paliza. Después de las hostias accedo “voluntariamente” a que me pongan las esposas. Me trasladan a la sala de curas. Me atiende el precario servicio médico y automáticamente me trasladan a otra celda, aplicándome el artículo correspondiente tras una autolesión (Art. 72. 1 R.P. Aislamiento provisional).

Me quedo allí en la celda aislado con un preso de apoyo (el cual obtiene beneficios penitenciarios por realizar esta tarea). Me encuentro nervioso, decido arrancarme las grapas, me abro las heridas, me corto el cuello y me reboto contra el material que tengo al abasto. Vuelve el Jefe de Servicios con los carceleros. El jefe da la orden y estos últimos SE ARMAN CON ESCUDOS Y PORRAS y me meten un PALIZÓN.

Me llevan de nuevo a la sala de curas y el precario servicio médico me hace la cura correspondiente justo antes de atarme mecánicamente con correas de manos y pies a la cama. Tengo epilepsia y es ilegal.

Otras consecuencias sobre mi persona han sido:

– Aislamiento en celda de 6 a 14 días. Etre 1 y 7 fines de semana de aislamiento. Falta muy grave por Resistencia activa y falta muy grave por lesiones a material inmobiliario.

– Aplicación de parte disciplinario que podría dar lugar a la apertura de un sumario (nueva causa y condena a más años de carcel).

Bajo el falso pretexto de que, tras el PALIZÓN recibido CON ESCUDOS, PUÑOS Y PORRAS, yo amenacé verbalmente, hice gestos de agredir a los carceleros, intenté tirarme por las escaleras sin éxito. Esto compañeras y compañeros, es violencia en toda regla, Es abuso de derechos, matones a sueldo. Violación de derechos, robo de dignidad. Es desatención médica. Es aislamiento. Es asesinato lento y doloroso.

Pero juntas somo mucho más fuertes. Hasta que caiga la última celda. Ni rejas, ni CIEs, ni presos, ni presas. Un fuerte abrazo libertario!

Para escribir al compañero:


Alfonso Miguel Codón Belmonte
Centro Penitenciario A Lama
Monte Racelo s/n
36830  A Lama (Pontevedra)