«Sin partes y en el módulo conflictivo ¿porqué? Yo quiero que me saquen de aquí»

Parte de la carta recibida por les compas de La Corda de una persona presa en Puerto III (Cádiz). Comenta, entre otras cosas, las deficiencias sanitarias especialmente en salud mental, y pone algunos ejemplos de ello.

Centro Penitenciario Puerto III. Mayo 2025

Espero que a la llegada de esta carta te encuentres tu y todos tus seres queridos en perfecto estado de salud y moral.

Me ha alegrado mucho tu carta pues te cuento un poco sobre mi y sobretodo lo que estamos pasando en esta cárcel. Mira X yo estoy en prisión por estafa, llevo 6 años y medio, y no sé aún lo que me queda. Esta cárcel, con perdón, es una puta mierda: no tenemos médicos, solo hay tres o cuatro y psiquiatras no tenemos, no nos ponen medicación para los brotes psicóticos y si vas a urgencias o a enfermería a que te pongan algún ansiolítico, te hartan a palos, te pegan. Me gustaría que denunciaras en tus redes sociales, pero sin poner mi nombre, todo lo que estamos pagando y todo lo que estamos pasando.

Yo estoy en el peor módulo de esta cárcel, en el módulo uno, máximo conflictivo y no quieren sacarme de aquí. No sé porque, yo no tengo ningún parte, llevo pidiendo un cambio de módulo dos o tres meses, y nada. Aquí en este módulo hay un niño de 19 años que debería estar en el módulo de menores. A este chaval le entran ataques epilépticos y no le mandan ningún tipo de medicación, también le entran ataques psicóticos y no le ve ni el psiquiatra, ni los servicios médicos le mandan ningún tipo de medicación. Está sufriendo malos tratos psicológicos por los servicios médicos, es una vergüenza.

Fuente: La Corda

 

«La jirafa y la torre». Cárcel de Estremera – Madrid

Compartimos aquí parte de una carta del compa Cherra, que escribe (a les compas de La Corda) desde Estremera. Pero especialmente queríamos mostrar este dibujo increíble, emotivo y precioso que nos ha regalado. Brutal el dibujo y el significado que la da, descrito en esta carta.

Buenos dias X, ¿como te va la vida?

Acabo de regresar a este presidio y me han entregado cartas tuyas. Muchisimas gracias por acordarte de mi. Por cierto, la postal “navideña” está guapisima.

No te he podido escribir antes porque he estado de cunda y no me acordaba de la dirección. Además, en los traslados me han perdido cosas, como una de las carpetas donde guardaba escritos y cartas.

Afortunadamente todo ha quedado sobreseido, por lo que en un año y medio, saldré en libertad definitiva. Esto me alegra y a la vez me da vértigo, pues no tengo donde ir y a mi edad y con el rechazo generalizado de esta sociedad, pues no es nada facil. Esto me genera una mezcla de depresión y ansiedad.

Te mando un dibujillo “La jirafa y la torre”. El patio que se ve es tal cual como es esta cárcel vista desde la peluquería del módulo 3, con la torre vigilándonos y una jirafa que pasaba por allí aquel día. He querido plasmar la comprensión y la compasión. Si te fijas, la jirafa forma un corazón con el preso, que soy yo. El dolor del reo, con ese contacto desaparece, yéndose por una de las arterias del corazón, a la basura y a la alcantarilla.

Espero que te guste. Si puedes mándame algun sello y si te apetece cuéntame como te va todo.

Un abrazo muy fuerte

CherrA

Fuente: La Corda

Esta tarde en Portugalete, ‘Orfanatos franquistas. Cárceles de niñas y niños. «Vigilar y castigar. De ayer a hoy»’

La infancia perdida, secuestrada, represaliada, encarcelada, violentada, torturada, etc., es un reflejo de la violación sistemática de derechos humanos que sufrieron los niños y niñas y sus familias en las instituciones franquistas (auxilio social, orfanato, colonias…). Instituciones a cargo de Falange y de la iglesia católica. Prisionarización que fue ejercida también sobre las personas mayores, las mujeres, las sin techo, las diversidades funcionales, las personas LGTBI y un largo etc.

Esta violación de derechos humanos (tortura, explotación laboral, robo de identidades…) ocurrió desde el inicio del franquismo y continuó más allá de la muerte del dictador: segregar, moldear, adoctrinar, vigilar, castigar, secuestrar, etc. a los niños y niñas de las familias antifascistas, haciendo pagar su “crimen” en sus propias carnes y en el de su entorno más cercano.

Esa represión de los años cuarenta siguió y abarcó a los hijos e hijas de las personas más vulnerables, es decir, a la disidencia, que el poder considera sobrante y responsable de su “propia miseria” y que no encaja con el modelo considerado válido y real por las clases dominantes.

Vigilar y castigar desde las formas más brutas a las más sutiles, que hoy en día continúan. Instituciones cerradas y segregadas que forman parte no sólo del fascismo, sino que también son inherentes a las llamadas democracias. El ayer y el hoy de un sistema capitalista y patriarcal que “institucionaliza”, encierra, aparta, castiga y vigila al “diferente” y a la disidencia y que, amparándose en las “buenas formas”, en la caridad, el estigma social, el por su bien (incluso la izquierda también colabora con estos procedimientos), continúa y continúa.

Buenrollismo” del que la izquierda no se escapa. Domesticar la diversidad, a la que hay que excluir, pero que a la vez es necesaria y utilizada para mantener el sistema policial y represivo en una sociedad desigual y autoritaria como es el sistema capitalista y patriarcal. La iglesia y los poderes fácticos intentan blanquear esa represión, poniendo el foco únicamente en los abusos sexuales, sobre todo en niños, y obviar u ocultar todo lo demás, incluso metiendo en el mismo saco esos abusos sexuales sufridos por niños y niñas en los “orfanatos” con los ocurridos en colegios de pago. Esos abusos formaban parte del sistema carcelario que la iglesia y los fascistas potenciaban y defendían.

Verdad, justicia, reparación y no repetición es lo que exigimos. El perdón que se lo guarden para los confesionarios. Verdad, justicia, reparación y no repetición para los hijos e hijas de los antifascistas y para los niños y niñas de la desigualdad y de la disidencia.

Presentación de «Feminismo anticarcelario. El cuerpo como resistencia», con Alicia Alonso (autora) y Ángeles Cabria. El 28 de mayo, en La Vorágine

La obra que se presenta es una importante invitación a la lectura y reflexión acerca de la negatividad de la institución penitenciaria que, en el presente caso, se enfoca particularmente en el examen de las afectaciones sobre la condición femenina que semejante institución provoca, desde una mirada histórica, transversal y también actual.

Esta obra tiene que ser leída en muchos ámbitos distintos: sociales, políticos, académicos, periodísticos, divulgativos. Es una obra que inscribe en esa grieta que sabe separar muy bien lo que es una supuesta “cárcel legal” (propia de un universo prescriptivo o del “deber ser”) de la “cárcel real”: la que cotidianamente alberga la pobreza, las enfermedades, las exclusiones del proyecto de explotación y dominio que se nos presenta como expresión del progreso contemporáneo. Quienes quieran adentrarse en ese mundo olvidado y no ser siendo indiferentes, tienen aquí un material imprescindible para una lectura que convoca a la reflexión, pero también a la acción.

Aplazamos la presentación en Dlibros de «Por qué abolir la carcel». En su lugar, «Huelga de hambre, sed y palabras en respuesta a la represión. Conversatorio con Jose Alfredo Miranda y Alicia Alonso»

Lo primero, pediros disculpas a todes por el cambio de planes con tan poco margen de tiempo. Lo segundo agradecer las facilidades y comprensión a Dlibros para conseguir llevar a cabo este cambio.

A quienes estabais con ganas de la presentación del libro «Por qué abolir la cárcel» en breve concretaremos una nueva fecha.

El motivo de este trastoque en los planes se debe a la posibilidad de dar voz a José Alfredo Miranda. Para quienes no lo sepáis, José Alfredo estuvo este comienzo de año en Huelga de hambre y sed durante 7 días, acabada por alimentación forzosa, e incomunicado durante otros 85 días, en el manicomio (psiquiátrico) de Santa Isabel en Palencia.

Hace menos de un mes que puede pedir permisos de salida y se encuentra ahora mismo en Cantabria, por lo que decidimos cederle el espacio para que nos cuente de primera mano su lucha y los abusos que viene denunciando desde hace tiempo.
Desde henas, vemos los manicomios como otro modelo de cárcel y también abogamos por su abolición.
Nuestra compañera Alicia Alonso, hará al comienzo, una introducción sobre las instituciones totales de encierro.

Gracias por la comprensión, esperando veros el jueves 15 a las 19.30h en Dlibros de Torrelavega

Manifiesto XXXVI marcha a Topas

NI AISLAMIENTO, NI DISPERSIÓN, NI PERSONAS ENFERMAS EN PRISIÓN

La cárcel castiga la pobreza y no rehabilita ni consigue la reinserción social. Por ello seguimos reivindicando

1. NO AL ABANDONO SANITARIO

Exigimos una mayor atención sanitaria de especialistas, tanto en el plano mental como el físico, para paliar los efectos de enfermedades que se agravan por la falta de atención y las condiciones de vida. Es humano pedir la excarcelación en los casos más graves de enfermedades incurables para no pasar los últimos días de vida en centros de exterminio.

El número de suicidios se multiplica por 7 respecto de lo que ocurre fuera de los muros. Las emergencias se atienden mal y tarde.

El personal sanitario se convierte en escudo de los carceleros para administrar la contención mecánica y/o química

Como alternativa de acción rápida, fomentamos la autogestión de la salud mediante la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas presas, su entorno y los grupos de apoyo.

2. NO AL TRABAJO ESCLAVO

Conocidas empresas y grandes centros comerciales se lucran de la sobreexplotación que legalmente practican con la población reclusa mediante salarios de miseria (entre doscientos y trescientos euros mensuales, y, en ocasiones, por debajo del euro/hora) y la vulneración de derechos laborales.

No existe un baremo o lista de acceso a los puestos de trabajo, y los despidos son ceses sin precisar motivo justificado. Los productos y servicios que se obtienen del trabajo se destinan a empresas externas (grandes superficies comerciales como el Corte Inglés, Carrefour, o Mercadona) o para la propia Administración carcelaria a través de los oficios en cocinas, economato, etc.

No existen despidos sino ceses que no requieren ser justificados.

La mujer continúa siendo discriminada laboralmente tanto en la modalidad del puesto adjudicado, menos cualificado, como en el salario que recibe.

3. NO AL AISLAMIENTO PENITENCIARIO

La Justicia penal establece como condena solamente la privación de libertad. Sin embargo el sistema penitenciario, imponen la condena en clave de CASTIGO, con constantes extralimitaciones de los responsables carcelarios y el silencio cómplice de los jueces de Vigilancia Penitenciaria.

El Aislamiento Penitenciario, el FIES, el Régimen Especial, los Primeros grados, el Régimen Cerrado… son mecanismos represivos que tratan de contener toda iniciativa de las personas presas por mejorar sus condicion

La cárcel utiliza el método de combinar premios y castigos en función de la sumisión y la docilidad obtenida frente a las actitudes de quienes no se han ido doblegando. Es cierto que el número de personas en primer grado se ha reducido últimamente, pero sólo en la medida que la Administración va consiguiendo sus objetivos de sumisión. La pena formal es la privación de libertad. El aislamiento y la dispersión son castigos extrajudiciales que van más allá de dicha condena y deterioran las relaciones entre la persona presa y su entorno afectivo y familiar.

¡Contra el trabajo esclavo, el abandono sanitario y el aislamiento penitenciario!

¡Ni aislamiento, ni dispersión, ni personas presas en prisión!

Fuente: Tokata

Carta del compañero preso Abel sobre el trabajo en la cárcel a propósito del 1º de mayo

DESDE LAS MAZMORRAS DE BRIANS 2

Me llamo Abel y llevo 11 meses preso en Brians 2, por una condena de 3 años y 9 meses. Me han propuesto escribir algo para el 1º de Mayo y, aprovechando el día, quería tratar el tema del trabajo en la cárcel.

Según la legislación penitenciaria, en su edición el 2018, que es a la que tenemos acceso en el módulo, el artículo 132 establece que
el trabajo penitenciario de carácter productivo es un derecho y un deber del interno. Constituye un elemento fundamental del tratamiento cuando así resulte de la formulación de un programa individualizado y tiene, además, la finalidad de preparar a los internos para sú acceso al mercado laboral cuando alcancen la libertad.
Aquí tengo que comentar que si la junta de tratamiento considera que debes adquirir “buenos hábitos laborales” y te niegas a trabajar en las condiciones en las que se trabaja en el talego, es probable que te retrasen los permisos o cualquier beneficio. Entonces, cuando vas a pedir permiso de salida, con tu cuarta parte cumplida, una de las razones que pueden alegar para negártelo es esa falta de evolución en el programa individual de tratamiento. Siempre la coacción y el chantaje están presentes.

El siguiente artículo trata sobre quien queda afuera de la obligación de trabajar, sin que ello afecte a la obtención de
beneficios penitenciarios: embarazadas, por discapacidad, etc…
Según el real decreto 782/2001, se establece que los internos trabajadores tendrán los siguientes derechos laborales básicos:
No ser discriminado, a la integridad física y a una adecuada prevención de riesgos laborales, descanso semanal, vacaciones anuales, a no ser ofendido, a participar en la organización y planificación del trabajo, a la formación y a la promoción, Sigue con temas como los deberes, duración y organización, salarios y calendario. En el articulo 15.2 queda escrito que para el cálculo de la retribución se tendrá como referencia el salario mínimo interprofesional de cada momento, de tal manera que el salario resultante se fijará proporcionalmente al numero de horas trabajadas y al rendimiento. En el apartado 4 de dicho artículo,en cambio, se dice que las retribuciones podrán calcularse por producto o servicio realizado y en el caso de que sea a producción y este se lleve a cabo en colaboración con el exterior, el organismo autónomo competente se reserva el derecho a establecer los métodos y tiempos aplicables.

Esto es algo que se ahorran en los talleres productivos de Brians 2, de los que enseguida haré algunos comentarios. Los artículos 16 y 17, tratan sobre el pago de se realizará en la cuenta del peculio y sobre el tiempo de trabajo, horario, descansos, vacaciones, permisos e interrupciones. Las ausencias del trabajo no serán retribuidas, ni aunque te ausentes por prescripción médica, ESTO NO LO PONE, PERO LO DIGO YO.

En el capitulo octavo, se regula la protección de la seguridad social, donde en el artículo 14 se establece que los internos trabajadores quedaran incluidos en el régimen general de la seguridad social y gozarán de la prestación de asistencia sanitaria, accidentes de trabajo, enfermedad profesional y la contingencia de desempleo cuando sean liberados. En el artículo 20 sobre afiliación, altas, bajas y cotización, se dice que el organismo autónomo competente asumirá las obligaciones de alta, baja y cotización que las normas imponen al empresario.

Me dejo temas y se que se hace pesado, pero pienso que es muy importante conocer la legislación para que no te time cualquier empresario explotador. Es tan importante como organizarte. Pero si ya en la calle es difícil, en la cárcel lo es más. Y; como os contaré a continuación, aquí hacen lo que les da la gana.

En la cárcel hay diferentes puestos de trabajo, los modulares, limpieza y office. Básicamente los que limpian las zonas comunes y los que sirven almuerzo, comida y cena. Los de fuera del módulo, mantenimiento, suministros, ordenanzas, talleres, etc. En los destinos modulares, se cobra entre 120€ y 225€. No hay descanso semanal, y de vacaciones nada. Aun así, bastante gente quiere un trabajo de estos, ya que da la posibilidad de vivir solo y el sueldo es fijo. De los trabajos que más se cobra, el salario puede llegar a 300€, como en lavandería. Sigue estando lejos de lo qe sería la parte proporcional del salario mínimo interprofesional.

Yo he trabajado en el taller nº2 desde agosto de 2024 a febrero de 2025. Es un taller productivo en el que me dedicaba a pegaretiquetas en envases de fruta, 0,0025 la etiqueta. Para llegar a 10€ tienes que pegar 4000 etiquetas. El salario es a producción, la seguridad social la paga el trabajador, ya que se descuenta de su producción. No hay vacaciones ni ningún tipo de formación en riesgos laborales. Por supuesto, nodan EPIS. El horario era de 15.30h a 20h aunque a partir de las 14.00h ya no dejan coger cajas.

Hay trabajos que los paga la administración de la cárcel, pero en la mayoría de casos, es al CIRE al que le debemos la expotación
laboral que se sufre en los centros penitenciarios catalanes. El CIRE (Centre d’Iniciatives per a la Reinserció) es una empresa que se vende como una oportunidad para los presos y su reinserción. No he podido encontrar mucha info sobre esta empresa, pero tengo entendido que detrás de su fundación esta la familia Pujol. Más concretamente, la ya fallecida Marta Ferrussola. Esta empresa sabe venderse muy bien, tiene incluso venta online de merchandaising. Tampoco pay que olvidar a las empresas que colaboran, como por ejemplo, Veripack, Roche, etc…

En la lavandería también se lava ropa de la masia del barça, del CAR de Sant Cugat (servicio que estoy seguro que el CIRE no lo
ofrece por amor al arte). A parte, los economatos de la cárcel también están gestionados por el CIRE. Tienen un negocio montado en el talego muy lucrativo.
En definitiva, hay un conglomerado de empresas e instituciones que se benefician del trabajo en condiciones de semiesclavitud
que se da en la cárcel. Y lo peor es que lo disfrazan, de una labor social cuando lo único que hacen es llenarse los bolsillos teniendo
trabajadores en condiciones lamentables por el hecho de estar presos. Al trabajador siempre miran de explotarlo, pero si estás preso todavía más.

Sigue estando en nuestras manos revertir esta situación.

¡Salut compas!
¡VIVA LA ANARQUIA!!

Continuar leyendo «Carta del compañero preso Abel sobre el trabajo en la cárcel a propósito del 1º de mayo»

[APLAZADA] Presentación del libro «Por qué abolir la cárcel», con Alicia Alonso Merino en Dlibros (Torrelavega)

¿Por qué abolir las prisiones? Razones no faltan. La cárcel es sinónimo de violencia, una violencia implícita y explícita de un sistema basado en el dolor, la pena y la venganza. Incluso la mejor cárcel resulta sustancialmente inaceptable. El libro que presentamos en su edición en castellano, nos ayuda a poner en el debate público y a cuestionar la existencia de la prisión, el uso del derecho penal y la cultura del castigo como respuesta a problemas sociales creados por el sistema capitalista-racista-heteropatriarcal en el que vivimos.

POR QUÉ ABOLIR LA CÁRCEL

Edición en castellano de un magnífico libro que recorre los argumentos del movimiento «No prisón» en Italia, para cuestionar la existencia de la cárcel como respuesta al delito y puede servir como inspiración para promover o reforzar similares iniciativas en el Estado Español.

Las razones del Movimiento «No Prison», de Livio Ferrari y Giuseppe Mosconi, que ha sido traducido por Alicia Alonso y editado por Zambra/Baladre en noviembre de 2021.
Nos parece fundamental que entre dentro del debate público el cuestionamiento de la existencia de la prisión, el uso del derecho penal y la cultura del castigo como respuesta a problemas sociales creados por un sistema capitalista, racista, heteropatriarcal, individualista y altamente competitivo.

El texto va desgranando los argumentos que utiliza el Movimiento «No Prison» en Italia para cuestionar la existencia de la cárcel como respuesta al delito y puede servir como inspiración para promover o reforzar iniciativas similares en el estado español. No faltan razones para abolir las prisiones: la cárcel es sinónimo de violencia y refleja un sistema social basado en el dolor, la pena y la venganza.

La pena de cárcel es un castigo que no reinserta por varias razones bien conocidas:
– porque la mayor parte del presupuesto empleado se utiliza en medidas de seguridad y las tasas de reincidencia son altas debido a su carácter criminógeno.
– porque es discriminatoria, puesto que gran parte de las personas encerradas son pobres o con escasos recursos y oportunidades.
– porque empobrece a una mayoría, ya que cuando las personas salen habrán perdido sus empleos y sus bienes (si los tenían) y en algunos casos hasta sus familias.
– porque enferma, pues las condiciones de encierro provocan dolencias físicas y psíquicas, muchas de ellas irreversibles.
– porque castiga a inocentes, debido a que la condena se extiende a toda la familia y personas allegadas que no han cometido ningún delito.
– porque estigmatiza, dificultando sobremanera la reincorporación de las personas al lugar de procedencia.
– porque no repara a la víctima, pues se basa fundamentalmente en la venganza y no en la reparación del daño o desequilibrio causado.
– porque reproduce la violencia, ya que ésta forma parte inescindible de las instituciones y en concreto de la cárcel, tal como la conocemos.

Se puede objetar que abolir las prisiones sea una utopía. Lo mismo se pensaba de los manicomios y hospitales psiquiátricos, pero en el año 1978 en Italia, se aprobó la «Ley Basaglia» que los abolía.

Como decía Galeano, la utopía nos sirve para caminar. Así los caminos para conseguir la utopía deben comenzar por reducir el uso de la prisión a su mínima expresión para lograr que algún día desaparezca. Podría empezarse por ampliar las concesiones de terceros grados, incrementar las penas alternativas, acabar con la violencia extrema que suponen los primeros grados o el régimen de aislamiento, legalizar y regularizar la producción, distribución, venta y consumo de todas las drogas, incentivar la justicia restaurativa, reducir las condiciones de empobrecimiento con la renta básica de las iguales… y todo ello con más organización, comunidad y apoyo mutuo. ¿Por qué no? Abolir las cárceles y la cultura del castigo es nuestra utopía.

Gentes de Baladre

La cárcel como violencia institucional de género

Por las sobrevivientes a las múltiples violencias de género sabemos que los abusos tienen muchas formas y se llevan a cabo en contextos muy variados pero que siguen un patrón dinámico en las relaciones donde, quien tiene más poder, usa la autoridad de forma arbitraria para dominar y manipular a través del miedo.

La complejidad de cómo funcionan estas violencias se plasmó allá por los años 80, de forma gráfica en una rueda1, que nos ayuda a comprender las distintas formas de cómo esta actúa. No se trata de hechos aleatorios y aislados, sino que obedecen a un patrón de conducta. Las diferentes formas de los abusos se identifican de alguna manera en los radios de la rueda que se alimentan unos a otros y refuerzan el poder y control de quienes están en el centro. El diseño circular nos ayuda a entender que el tipo de patrón no es lineal, sino que se repite y hace que la rueda gire y gire sin parar.

Monica Cosby es una feminista activista de la organización Madres unidas contra la violencia y el encarcelamiento2 en Estados Unidos, que sobrevivió a 20 años de encierro en diferentes cárceles de ese país. Ella conoció la rueda de cómo funciona este poder y control de la violencia de género por una compañera de celda. Justo un día después, hicieron un allanamiento en su módulo y las guardias destrozaron todas las pertenencias que tenían. Ese hecho les dejó muy afectadas por el despliegue de fuerza y la agresividad. Ella, además, acababa de salir de estar casi 8 años en confinamiento solitario. Estas experiencias traumáticas hicieron un clic en su cabeza al visualizar la rueda del poder y control que había visto a su compañera. Ella se vio identificada desde la experiencia que vivía y sentía en la prisión con las manifestaciones recogidas en la imagen gráfica circular. Se sentía igual. Estar en la cárcel le hacía sentirse como en una relación abusiva y violenta.

Junto a otras sobrevivientes, actualizó la Rueda del poder y control, basada en su propia experiencia carcelaria3. Según sus vivencias, en la prisión se dan las mismas manifestaciones que en la violencia de género: abuso emocional; intimidación y acoso; coerción y amenazas; abuso económico; uso y abuso de los privilegios; minimización, negación o culpabilización; aislamiento y uso interesado de la prole. Para ellas, el encarcelamiento replica la dinámica de poder y control que se da en las relaciones abusivas.

La cárcel les infantiliza, les humilla, les hace sentir mal consigo mismas, les insultan, les hace creer que están locas, lo que supone un abuso emocional. Por otro lado, existe una intimidación y acoso que las hace sentir miedo. En los allanamientos les rompen sus pertenencias, despliegan armas, les hacen revisiones con desnudos, condicionan las salidas y su libertad.

También se dan la coerción y las amenazas. Si no obedecen pueden perder las visitas, las actividades y pueden ser castigadas o amenazadas con el aislamiento. Junto con el abuso económico, el trabajo penitenciario es explotador, los precios de algunos productos en el economato son exorbitantes, controlan en qué puedes gastar el dinero y quién te lo puede dar.

Además, existe un uso de los privilegios, ya que la institución les trata como sus sirvientas, imponen reglas arbitrarias que hay que cumplir y les somete a una vigilancia constante. Por otro lado, la cárcel desplaza la culpa por los abusos diciendo que ellas los causaron, imponen represalias si presentan quejas y les dicen que están en la cárcel por «tu propio bien», lo que supone una minimización, negación y culpabilización.

El aislamiento se ve incrementado por el aislamiento físico, los muros, los barrotes y las cerraduras. Dentro controlan a dónde van, qué hacen, qué leen; limitan su trabajo y sus actividades. Controlan a quién puede visitar, con quién pueden hablar por teléfono, leen su correo.

Por último, también utiliza a los hijxs. La institución hace que se sientan culpables por abandonarles, amenazan con retirar sus visitas o con separarles de forma permanente de las criaturas.

Si tenemos en consideración que un 86% de las mujeres presas son sobrevivientes de violencia doméstica o sexual, el encarcelamiento no hace más que agravar ese trauma. A todo ello hay que sumar que no pueden salir, ni escapar, por lo que muchas se sienten atrapadas en un “infierno”.

El encarcelamiento replica la dinámica de poder y control en las relaciones abusivas y las perpetúa, por tanto, el trabajo feminista para acabar con la violencia de género debería igualmente incluir, dentro de su agenda, acabar con las prisiones.

1 https://www.researchgate.net/figure/The-Power-and-Control-Wheel_fig2_279291464

2 Moms United Against Violence and Incarceration (MUAVI)

3 https://www.researchgate.net/figure/Monica-Cosbys-Intimate-Partner-Violence-and-State-Violence-Power-and-Control-Wheel_fig1_383566180

Alicia Alonso Merino

Fuente: Desinformemonos

Discriminación y desatención en Mansilla de las Mulas (León)

Iván Feijóo ha escrito a les compas de La Corda sobre la situación en el módulo diez en la prisión de Mansilla de las Mulas, en León. En su carta nos describe tratos discriminatorios, desatención médica muy grave, desorganización, falta de material y recursos, y acoso y abuso de poder por parte del jefe de servicio y la directora del centro entre otros. A partir de su carta, publicamos el siguiente comunicado:

«Mi nombre es Iván Feijóo Cabo. En la actualidad estoy interno en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León). Llevo 10 meses destinado en el módulo diez, y tres meses y medio en un puesto remunerado como encargado del módulo. Mis tareas específicas son recoger y ordenar el material de limpieza y dirigir a mis compañeros que tienen un destino asignado en las labores de limpieza del módulo. Últimamente ciertos funcionarios se están tomando la libertad de solicitarme realizar tareas que no son específicas de mi puesto. Tareas que corresponden a su puesto de trabajo.

El mal funcionamiento de los funcionarios en este centro es notable. Algunos imagino que simplemente seguirán directrices de sus superiores, las cuales son intransigentes en algunos casos y en otros totalmente carentes de ningún sentido práctico, y esta no es una opinión personal sino una realidad que cualquier persona que tenga un poco de capacidad cognitiva podría apreciar sin la más mínima dificultad. El régimen poco ortodoxo de esta cárcel es una amalgama donde se encuentra tanto el maquiavelismo más exhaustivo, la hipocresía que parece ser una enfermedad endémica en todos y cada uno de ellos, y en otros casos simplemente la ignorancia o la aceptación sin la más mínima reflexión. Este último es a mi juicio el más perdonable, ya que demuestra cobardía o estupidez.

Hasta el momento he centrado mi escrito de una forma general para hacer ver el declive y la situación totalmente lamentable en la que se encuentra esta prisión. Mi principal propósito es sacar a la luz los comportamientos, acciones y actitudes de varios miembros de la cúpula de este centro a los que muchos tienen por vacas sagradas.

Comienzo por el señor Bonifacio, jefe de servicios de la prisión. Responsable del fichero FIES, inmiscuido en labores de seguridad y solo el sabrá que más labores. El señor Bonifacio como tu mismx has podido comprobar tuvo un comportamiento abusivo, rozando el delirio de superioridad propio de un enfermo narcisista con mi compañero y amigo XXX. Como tu bien sabes, este señor creyéndose por encima de los tribunales decidió prohibirle cualquier comunicación con el exterior, la cual estaba únicamente restringida con la víctima.

No tan solo con XXX ha tenido «Bonnie» sus más y sus menos. Conmigo también ha tenido algunos comportamientos poco acertados, comentarios indiscretos y actitudes discriminatorias.

Comenzaré relatando cuando el equipo de seguridad me retuvo sin informarme de ellos unos guantes que mi familia me trajo en un vis a vis. Me enteré de la retención cuando al no encontrarse los guantes en la bolsa, pedí al funcionario que llamara a ingresos y al cual le informaron en objetos retenidos. Tras enterarme de esto envié una instancia pidiendo explicaciones tanto a «Bonnie» como a Fernando, subdirector de seguridad. Este último ni me contestó, y el primero contestó que los guantes no eran un objeto permitido en el módulo que me encuentro, ya que podría herir tanto a mis compañeros como a los funcionarios con los mismos. Comenté este suceso al educador del módulo. Este habló personalmente con «Bonnie» y don Fernando, alegando que yo no era una persona violenta ni conflictiva, lo cual corrobora mi expediente libre de sanciones desde que entre en prisión hace año y medio.

«Bonnie» y Fernando hicieron caso omiso al alegato del educador. Monstrándose con su actitud que para ellos nadie de ningún módulo ordinario merece un voto de confianza.

Hace aproximadamente mes y medio me llamaron por megafonía para informarme que tenía que acudir al médico, lo cual me desconcertó, ya que en ninguno de los días previos me habría apuntado al médico. Ya fuera del módulo, el funcionario me confesó que no íbamos al médico, si no que alguien quería hablar conmigo. En ingresos me esperaba «Bonnie», cosa que no supe hasta que abría la puerta del despacho. Con una actitud aparentemente más cercana de lo habitual en é, claramente para crear un falso ambiente de confianza. Durante esa entrevista me realizó varias preguntas totalmente fuera de lugar en respecto a porqué vivía con un FIES 3, interno marroquí acusado de terrorismo, si este me estaba adoctrinando o enseñando su idioma natal. Después me realizó una pregunta que si fuera a una mujer a la que se le hubiera realizado estaríamos hablando de acoso, según los conceptos actuales del término. Textualmente dijo, refiriéndose a mi compañero de celda: «¿Qué sois? ¿Amigos? ¿O tenéis una relación carnal?«.

Con estas declaraciones sobre actitudes, hechos y comportamientos del señor Bonifacio podemos llegar a la conclusión de que la prisión de Mansilla de las Mulas tiene como jefe de servicios a una personas con actitudes despóticas, rasgos narcisistas y psicopáticos, mentalidad maquiavélica, ya que solo le importa el fin y que este justifica los medios, llegando incluso a utilizar la injuria como hizo en el caso de XXX. Un sujeto indigno de confianza que haría trampas jugando al solitario.

Desgraciadamente esta hipocresía y métodos poco ortodoxos no solo conciernen a Bonifacio, sino también a la señora directora de este centro, la señora Henar. Hace aproximadamente dos semanas me dirigí a la señora Henar a través de una instancia informándole del abandono en el que se encuentra este módulo, informándole que estaba en mi conocimiento su predilección por los módulos de respeto, mas si venía y se preocupara por este módulo no perdería su tiempo. El módulo pertenece a la cárcel al igual que los demás módulos que la conforman.

Después de esto, tanto el educador, la psicóloga del módulo y el jefe de servicios me dijeron que la señora Henar les había comentado que le escribí una instancia faltándole al respeto y que casualmente ninguno de ellos ha visto. Las repetidas veces que les volví a preguntar me respondieron que aún no se la había enseñado. Esta decisión de la señora Henar por ocultar la instancia es plenamente comprensible en una persona que está mintiendo, ya que mostrando la instancia su mentira se vendría abajo, ya que a ningún juicio parcial se encuentra en esa instancia ninguna frase o palabra irrespetuosa.

El porqué miente queda a mi juicio bastante claro. La señora Henar se hace con unos testigos a primera vista confiables (su cargo y puestos de trabajo así lo corroboran), para después utilizar contra mi la supuesta falta de respeto en el momento más oportuno para ella La señora Henar es una persona rencorosa, y la verdad dicha de una forma correcta y respetuosa hiere, como mis palabras hirieron a la señora Henar. La señora Henar despidió a mi compañero YYY de su puesto de trabajo después de que este interpusiera una demanda reclamando sus derechos, lo cual es un acto que indica rencor, ya que el despido no estuvo motivado por alguna infracción de Otman en respecto a su trabajo.

No soy una persona seguramente informada para saber si la señora Henar está o n en sus capacidades para dirigir la prisión. Intelectualmente no me cabe duda: Es licenciada en psicología, así que asumo que su coeficiente intelectual está en la media, pero hay varias de sus gestiones que como mínimo son cuestionables. Hasta donde llega mi entendimiento, y estoy bien informado, la directora del centro acude a todos los módulos del centro preocupándose de estos por igual, según las necesidades de los mismos. En la gran mayoría de las cárceles los internos de los módulos ordinarios disfrutan de los lugares comunes de la prisión y de las actividades que en estos se organizan, siempre y cuando no tengan alguna incompatibilidad o algún tipo de sanción que se lo impida. Prohibir la salida a todos los internos de un módulo ordinario muestra una actitud y un pensamiento lleno de prejuicios y un razonamiento sesgado, alegando que son módulos violentos. Siguiendo ese razonamiento, ¿puede asegurar la señora Henar que en los módulos de respeto se les prohíbe la salida? Puede tan siquiera saber que sujetos de los módulos de respeto son violentos o como reaccionarían ante una situación que no se haya dado en el módulo pero si pueda surgir fuera de él?

Está más que claro y es una certeza que los internos de módulo de respeto deben de tener una serie de beneficios, como la facilidad para conseguir permisos, el tercer grado, en definitiva beneficios penitenciarios individuales, mas en lo que concierne al estado del módulo, la repartición de material de limpieza, el estado y material en gimnasio, taller y la salida a eventos culturales y académicos deberían ser iguales para todos los módulos. Lo contrario es totalmente ilógico.

Los servicios médicos de la cárcel se llevan la palma a la mediocridad e incompetencia de este centro. Lógicamente los médicos de una cárcel no van a ser los médicos del hospital de Navarra, la mayoría estarán por mala praxis o por algún tipo de circunstancia que les impida ejercer sus funciones en otro lugar, pero que un médico ni osculte ni escuche a su paciente, creyéndose conocedor de su dolencia nada más entra por la puerta, esto no es mala praxis sino estupidez y negligencia.

También veo necesario hacer constar la demora de las citas médicas, que en ocasiones se demora más de una semana, lo cual indica una falta de organización o desidia importantes, ya que es matemáticamente imposible que con las horas que la enfermería se encuentra operativa, teniendo en cuenta el número total de internos del centro y el porcentaje de estos que se encuentren enfermos en un lapso determinado de tiempo, es imposible que una cita médica tarde una semana.

Dentro de las negligencias médicas hay una que voy a relatar aquí, ya que la sufrió y la sufre mi compañero y amigo ZZZ. ZZZ lleva muchos años con problemas musculares, siendo ignorado por el equipo médico del centro, lo que ha agravado sus problemas. Todo el mundo sabe (no es necesario una licenciatura en medicina para ello) que los problemas musculares, como los relacionados con la estructura ósea, si no son tratados se agravarán con total seguridad, pudiendo derivar en lesiones irreversibles, como es el caso de mi amigo ZZZ. ZZZ lleva solicitando asistencia médica de forma asidua, negándose los médicos a recibirle, teniendo incluso cortado un tendón de la polla se niegan a recibirle. Ni siquiera puede escribir, pero es tanto el odio acumulado que si no puede con una pluma lo hará con un cuchillo o con una colt.

Su corazón sufre dolencias que no son solo provocadas por las arritmias que sufre. Su caso además de negligencia denota marcados tintes de odio. Odio contra él por sus opiniones diferentes de las suyas, castigándolo con la indiferencia ante sus necesidades médicas. La directora Henar ha sido informada y no ha movido un solo dedo. Me pregunto qué hace esa mujer, pero intuyo que mi imaginación queda desbordada y prefiero no pensarlo. Pero al que con silencio mata, sordo muere.

Ahora me dispongo a relatar problemas y dificultades a las que se enfrenta mi módulo a diario. Comenzando por el lamentable estado de las instalaciones, literalmente la cárcel de la señora Henar se cae a cachos, y cuando hay algún problema con las instalaciones es tal la demora que cuando acuden hay tres más, y por si fuera poco el arreglo es tan efímero que apenas dura días. Las bolsas de basura y los lotes de higiene personal se reparten una vez cada dos meses, dando treinta bolsas para sesenta días. Los recuentos se realizan en el patio lloviendo y con frío, cuando estos se pueden llevar a cabo en el salón. Los cierres y aperturas de las celdas se efectúan según convenga al señor funcionario, sin horario fijo, y los recuentos aun estando las luces encendidas nos enfocan con una linterna. En las puertas de las celdas constan el nombre del interno o internos que las ocupan, sin embargo nos llaman a voces como si fueramos animales. Existe unos horarios estipulados por instituciones penitenciarias y existe el respeto, así que lecciones ninguna.

No se puede sembrar espinos y querer recoger trigo, y si quieren recogerlo XXX les deja el tractor. Son tan torpes que no pasan desapercibidos ni en una escuela de payasos, del primero al último. No saben hacer la O con un vaso, y ahora ya no somos uno ni dos, sino varios.

Debajo del cielo todo tiene su tiempo y su hora, y esa hora llegará. ¡Is a time to kill!

Queremos terminar esta extensa carta diciendo lo siguiente: En mis plenas facultades, en mi nombre y representación quiero que todo lo relacionado en el contenido de este escrito sea publicado, sin más trámites que los expresados, que conozca la sociedad general que las cárceles en nuestro país no son un hotel y que la impotencia, la rabia y el odio que ello genera tendrá sus consecuencias tarde o temprano, pues todo en la vida es lícito pero no todo me conviene.

A todo el colectivo mando un fuerte abrazo, y mis eternas gratitudes por su apoyo.»

Para escribir al compañero:

Iván Feijóo Cabo

Centro Penitenciario Mansilla de las Mulas

Villahierro-Centro Penitenciario, 0 S N

24210 Mansilla de las Mulas, León

 

Fuente: La Corda