«Cárcel Castigo». Dando una vuelta por Estremera

Compartimos este escrito de Cherra, un compañero preso en Estremera (Madrid). Se trata de un texto descriptivo con toques de cuento realista, de esta cárcel que, por desgracia, conoce bien. Historia, abandono, comunicaciones familiares, explotación laboral… todo se refleja en este relato.

Junio 2025. Centro Penitenciario Madrid VII

Estremera es un pueblecito de Madrid situado a la perfiferia sureste. ya colindando con la provincia de Cuenca. Su nombre viene del término «Los extremos de los dominios cristianos»; a saber a que Santo inquisidor le debemos la ocurrencia.

En Estremera, a parte de su cementerio, que lo construyó el mismo arquitecto que construyó el Escorial, hay otro cementerio, a unos 10 km del pueblo. Un cementerio de hormigón jaulado con una enorme torre, lleno de personas vivas.

A este cementerio lo llaman Estremera – Madrid VII, la séptima macro-cárcel de Madrid. La capital del mundo con mas talegos. Estremera es la cárcel más alejada, peor comunicada, más masificada y abandonada de la Comunidad de Madrid. 

El pasado 8 de mayo, a duras penas llegué de un permiso. Titubeante, con el estómago encogido, accedí a esa primera sala de la prisión, donde aguardan los familiares para las comunicaciones. Enseguida pude empatizar con ellxs, recordando a mi difunta madre, cuando esta, con su bastoncito en la mano, me venia a visitar a las prisiones: Navalcarnero, Valdemoro, Soto, Herrera… Carabanchel.  Recuerdos al margen, me llamó la atención que en esa primera sala donde aguardan las visitas, la cafetería estuviese desmantelada y que ya no había ni maquinas de refrescos, cafés o golosinas. Y yo me pregunté: «¿Qué culpa tienen las familias? Pues esto, es un reflejo de lo que es la cárcel.

Ya cuando entras en prisión y se van cerrando las puertas, dejas de ser persona y te convierten en una cosa. Lo primero que percibes es la crueldad de sus carceleros. Ni ellxs quieren «trabajar» en Estremera, así que esparcen su tiranía sobre lo poco que queda de tu persona. Pasas más puertas y accedes a los módulos que están masificados y gobernados por los lacayos de tirano, son los presos de confianza. 

Para poder vivir solo, tienes que realizar plantes y protestas y acabar en aislamiento. O ponerte en huelga de hambre, como hice el pasado 23 de abril. Cuando pasas por «Junta» para permisos o grado. no te ve ningún «`profesional». 

Cuando paseas por el patio se respira un fétido olor que viene de la cocina, es el piri, la comida. 

Cuando ya caminas entre las sombras puedes acceder a su UTE. El recibimiento es denigrante, donde te cachean los propios internos que se llaman a si mismos representantes. Te confiscan la medicación como si fueran sanitarios, y te leen la correspondencia. Batí record, ni un solo día duré, denunciandolo a todos los estamentos y al defensor del pueblo, el cual mandó una recomendación: «Ningun interno puede ejercer de funcionarios o sanitarios».

Cuando estás entre las sombras y encima estás enfermo ningun día te sacan al médico.

Cuando solicité un curro para tener pelillas para salir de permiso, me hicieron firmar un contrato de trabajo de 75 horas mensuales, cuando en realidad se curran más de 130 horas. Además con un horario discontínuo sin descanso ningun día de la semana. Un economato que no disponía ni de la luz, ni de la ventilación adecuadas de una zona de trabajo. Eché la baja. 

Palizas a parte, el mejor sitio de Estremera es su bunker. 

Querídos amigxs, a este paseo por Estremera solo le faltaría hacer real el sabio consejo de doña Ana de Botella, que dijo que «las noches de los presos no deberían contar como tiempo de condena». Este es el fin de las penas privativas de libertad, la venganza legalizada.

Cada vez que oigo la palaba «Estremera» se me revuelven las tripas. 

Fuente: La Corda

A quince años de mi detención. Juan Aliste Vega

«Hay que saber experimentar la libertad para ser libres,

hay que liberarse para poder hacer experiencia de la libertad…»

(Ai ferri corti)

Hace ya quince años —julio del 2010— fui capturado por la Interpol en la ciudad de Buenos Aires, usando información datada por las más serviles existencias, cruzaron las fronteras e hicieron de nuestras vidas un espectáculo productivo para sostener las instituciones de represión aguda. Son expertos en formar patotas, en sumergir y secuestrar; buscan conocer el límite del cuerpo y de la convicción. Son expertos en negociar con personalidades destruidas por su misma traición, están formados en prácticas dictatoriales, represivas e imperiales que se extienden en tiempos históricos y espacios geográficos.

Esto no se trata de una historia personal, ni de personajes de una historia; no hay aquí la pretensión de ser referente o arrogante, en lo absoluto. Porque no se trata de nosotros, más bien se trata de ellos, del poder y los poderosos, y de cómo habemos algunos y algunas que no encarnamos la derrota y hemos perseverado en acciones porque no caemos en la dicotomía de que lo militar y lo civil —o la dictadura y la democracia— son cosas distintas.

Son, por cierto, la continuidad del orden: una hace posible la otra y la otra la consolida, estabiliza la conquista obtenida. Tampoco nos acomodamos en la derrota moral, vivimos desde la idea obstinada de desobediencia, no nos hemos permitido la derrota, está ahí latente la rebeldía, no nos convencieron. Seguimos intentando y pensando, con un pequeño sesgo de impotencia y tristeza, que no se limita ni por un segundo en rumiar sobre qué es lo que hizo y no debió haberse hecho o lo que está mal en las acciones que persisten, no nos han despojado de la posibilidad de pensar la realidad y el presente, ni de la pretención de actuar sobre él.

Así es como, doy cuenta del latido de mis convicciones, de este pequeño andar consecuente como subversivo, siempre desde lo antagónico y en constante confrontación con un enemigo que trasciende coyunturas.

Es un recorrido que se inicia con la decisión de la lucha militante contra la dictadura, contra cada uno de los poderosos de turno, sus diferentes administraciones de poder, y desde la “transición” hasta su democracia policiaca y pastera. ¡Siempre, siempre, enemigo del estado! En militancia o autonomía, en organización o afinidades, en la palabra y la acción.

El ánimo no es presentarse como ejemplo de una experiencia extraordinaria e irrealizable, por el contrario, si esta lectura da lugar al aprendizaje de que siempre se puede dar batalla a los poderosos, no desde un podio o un lugar inalcanzable, nunca desde un pasado arrogante. Hablo y escribo desde un camino ininterrumpido que pertenece a todxs quienes, dueños de nuestras vidas, nos sentimos libres y dispuestos a seguir confrontando al poder y sus sostenedores de miserias.

Constato mi pequeño sesgo de impotencia y tristeza, no es justo acallarlo ni inoportuno declararlo. En este camino de lucha, casi 28 años de mi vida han transcurrido en prisión; he sido testigo de sus distintos formatos, cambios, y también de la «categorización» de turno. He sido tildado de delincuente «común», prisionero político y terrorista, entre otros epítetos que, con mayor o menor acierto, hablan el lenguaje del poder. He transitado distintas cárceles en territorio dominado por el estado chileno y argentino. He resistido regímenes disciplinarios de alta o máxima seguridad, aislamiento, incomunicación; he resistido situaciones complejas y he vivido dolor.

Una vida de batalla contra el día a día, contra los sinsentidos del planeta cárcel. Un camino difícil, a veces lento y otras vertiginoso; distante del mito y la moda pasajera de la rebeldía.

No ha sido una decisión de paso, ha sido con convicción, una decisión de vida, real. Porque he procurado, a contrapelo, marcar un derrotero a partir de la consecuencia, ofrendar con pequeños granos de arena a la convicción inquebrantable de lucha, a la mía y a la de otrxs.

Del paso por la tortura, no pretendo ni hablar ni escribir… solo he de sintetizar que se fue un trozo de mi vida, y no haber entregado nada al enemigo, sigue como tesoro que acompaña cada paso. No delaté ante los agentes de la democracia entrenados en dictadura; ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez. Reivindico, además, a lxs muchxs que han resistido dentro de sí mismxs y no han sucumbido a la delación, en contexto de tortura y no. La historia ha necesitado disolver estas historias en absurdas justificaciones como parte de la retórica de la paz.

Componer la figura de superhombres y de heroínas que resisten los embates es un delirio conformista. La delación, en el contexto que sea, significa hoy y significó antes el arrojar a compañerxs a la tortura, la muerte o la cárcel; socavar los proyectos, y vivir para siempre consigo mismx.

Esta complicidad he abrazado, esta paz entre nosotrxs y guerra contra aquellos, la solidaridad y el desencanto, el puño cerrado, la sonrisa incontenible de los aciertos y las lágrimas tatuadas del dolor y la muerte. Pero siempre la tranquilidad.

Los años más intensos de este caminar sin retorno los volvería a vivir íntegros en esta o cualquier otra vida.

Nada de esto hace caso omiso de la autocrítica, como un espejo de sí mismo, sin dejar de aprender-aportando, no dejar en el cómodo olvido las razones por una forma de vida que reconoce como motor de su acción la miseria, el capitalismo, la depredación y el enajenante andar del consumo. Pequeñas razones que en un mundo de poderosos son más que válidas, no solo para resistir, sino que son urgencia de pasos directos a la confrontación.

No son ideas en disputa, es saberse conscientemente libres y defender el oxígeno de la libertad, es ser dueños reales de nuestras vidas y latidos… No solo desde el cuestionar, el odiar o criticar, menos aún cuando el abanico del poder entrega una variedad de atajos conscientes o inconscientes para mantenernos oprimidos, institucionaliza la resistencia y fija válvulas de escape que conservan intocable bienestar al opresor.

En esta constante realidad que la memoria se tranza en un ordenador y la tecnología hace todo más surrealista e inalcanzable. Simulación de un escenario donde todo se ha dado por perdido, ya que supuestamente no queda nada por escribir, nada por vivir ni crear. Prima la obsesión de nutrir esta nueva forma de dominación, con una inteligencia artificial que subyuga el cuerpo y rostro de la revolución a piezas de una historia antigua, relegadas al museo. Cuando basta con solo un segundo para abrir los ojos y ver la tristeza en los rostros, ver niñas y niños que ya no lo son, ver droga como alimento, ver esa violencia económica en la que unos cuantos tienen recursos para toda su casta, generación tras generación, a costa de muchxs otrxs.

Basta un segundo para ver que la forma de vida promocionada, incrustada, vendida, halagada y defendida por los poderosos, se presenta como única manera de vida. ¡Es una mierda!

No hay recetas o atajos en la confrontación directa, solo tenemos las herramientas del combate subversivo, antagónico y permanente contra el estado. Tenemos la autocrítica constante desde el aprendizaje y la práctica.

Tenemos la humildad de sabernos materia dispuesta en la lucha, considerando a cada quien, con sus capacidades y ganas, en igualdad de condiciones, ningún acto en desmedro de otro, ninguna acción invalida otra, ningún individuo idealizado por sobre uno mismo. Aunados desde el instante en que tomamos posición, en este camino sin retorno de emancipación.

En esta nueva suma de 15 años de prisión al día de hoy, despojo de toda arrogancia y brindo las gracias a mis seres amados porque también es y ha sido su prisión. Lxs miro con admiración, ha pasado tiempo, a todxs se nos ha ido un pedazo de vida. Hemos sido capaces de estar juntxs en las malas y las peores, nunca ha faltado una sonrisa ni un cariño, ha faltado de todo, menos el amor y la certeza: ¡somos amor en guerra!

Con mis cercanos y afines me reafirmo, compañerxs, son aquellos que me conocen y que sin duda alguna sabrán dar cuenta de mucho mejor manera de mis actos. Gracias por la consecuencia mezclada con ternura…

Complicidad incondicional con aquellxs que persisten en la confrontación directa, con lxs fugitivos y lxs corazones negros de la fértil subversión. Un guiño revolucionario en esa complicidad que espero seguir sosteniendo, así como cuando me toque desde cualquier otro lado/lugar, aunque sea un centímetro fuera del muro, no me tiemble la mano ni la convicción para continuar siendo un aporte, siendo lo que soy en este caminar maravilloso de la subversión…

Estas letras buscan ser un poco más que un saludo de cortesía. Vamos juntos en complicidad de lucha contra el estado y en posición de lucha dentro de la prisión.

Reivindico el método y la organización horizontal, un quehacer en contexto de confrontación, que aglutina la vivencia de lucha, la actualiza y la divulga (sin propósitos académicos ni de ponencias en algún bar).

Apuesto porque fluya la experiencia de la mano del entusiasmo, que esto permita cada vez más certeza y precisión en la puntería contra los poderosos, aspiro a que los métodos se compartan, abriendo la posibilidad de acción, que los medios y capacidades se pongan en práctica, dejar atrás lo «artesanal», considerar los errores en este aprender haciendo.

Recojo la acumulación transversal del caminar de quienes, con anterioridad, transitaron un camino de lucha y desplegaron un accionar revolucionario contra el poder, contra quiénes lo sustentan y contra sus instituciones. Asimilo aconteceres de distintos territorios, desde el Walmapu y su resistencia ancestral, pasando por las expresiones de guerrilla urbana y su accionar contra los poderosos.

El para qué, o los objetivos, serán parte del arranque de quienes tomen posición y decisión de lucha en este presente y sus realidades.

La exigencia dentro de una realidad dinámica y sus particularidades requiere creatividad e inventiva, un aprendizaje constante y en movimiento, dedicación, persistencia, convicción y más convicción, requiere de nosotrxs: amor entre los nuestrxs y odio para aquellos.

Materia y objetivos los hay por todos los rincones de esta podrida sociedad capitalista y cada acción está a la vuelta de la esquina.

A quince años de mi detención he querido verter estas palabras. Una crítica a la autocrítica como simplificación política que invalida la tentativa revolucionaria. Nuestra realidad ha sido tremenda, y también lo ha sido nuestra resistencia.

¡¡Memoria, resistencia y subversión!!

Juan Aliste Vega – Julio de 2025

Fuente: Lazarzamora

 

«La jirafa y la torre». Cárcel de Estremera – Madrid

Compartimos aquí parte de una carta del compa Cherra, que escribe (a les compas de La Corda) desde Estremera. Pero especialmente queríamos mostrar este dibujo increíble, emotivo y precioso que nos ha regalado. Brutal el dibujo y el significado que la da, descrito en esta carta.

Buenos dias X, ¿como te va la vida?

Acabo de regresar a este presidio y me han entregado cartas tuyas. Muchisimas gracias por acordarte de mi. Por cierto, la postal “navideña” está guapisima.

No te he podido escribir antes porque he estado de cunda y no me acordaba de la dirección. Además, en los traslados me han perdido cosas, como una de las carpetas donde guardaba escritos y cartas.

Afortunadamente todo ha quedado sobreseido, por lo que en un año y medio, saldré en libertad definitiva. Esto me alegra y a la vez me da vértigo, pues no tengo donde ir y a mi edad y con el rechazo generalizado de esta sociedad, pues no es nada facil. Esto me genera una mezcla de depresión y ansiedad.

Te mando un dibujillo “La jirafa y la torre”. El patio que se ve es tal cual como es esta cárcel vista desde la peluquería del módulo 3, con la torre vigilándonos y una jirafa que pasaba por allí aquel día. He querido plasmar la comprensión y la compasión. Si te fijas, la jirafa forma un corazón con el preso, que soy yo. El dolor del reo, con ese contacto desaparece, yéndose por una de las arterias del corazón, a la basura y a la alcantarilla.

Espero que te guste. Si puedes mándame algun sello y si te apetece cuéntame como te va todo.

Un abrazo muy fuerte

CherrA

Fuente: La Corda

Carta del compañero preso Abel sobre el trabajo en la cárcel a propósito del 1º de mayo

DESDE LAS MAZMORRAS DE BRIANS 2

Me llamo Abel y llevo 11 meses preso en Brians 2, por una condena de 3 años y 9 meses. Me han propuesto escribir algo para el 1º de Mayo y, aprovechando el día, quería tratar el tema del trabajo en la cárcel.

Según la legislación penitenciaria, en su edición el 2018, que es a la que tenemos acceso en el módulo, el artículo 132 establece que
el trabajo penitenciario de carácter productivo es un derecho y un deber del interno. Constituye un elemento fundamental del tratamiento cuando así resulte de la formulación de un programa individualizado y tiene, además, la finalidad de preparar a los internos para sú acceso al mercado laboral cuando alcancen la libertad.
Aquí tengo que comentar que si la junta de tratamiento considera que debes adquirir “buenos hábitos laborales” y te niegas a trabajar en las condiciones en las que se trabaja en el talego, es probable que te retrasen los permisos o cualquier beneficio. Entonces, cuando vas a pedir permiso de salida, con tu cuarta parte cumplida, una de las razones que pueden alegar para negártelo es esa falta de evolución en el programa individual de tratamiento. Siempre la coacción y el chantaje están presentes.

El siguiente artículo trata sobre quien queda afuera de la obligación de trabajar, sin que ello afecte a la obtención de
beneficios penitenciarios: embarazadas, por discapacidad, etc…
Según el real decreto 782/2001, se establece que los internos trabajadores tendrán los siguientes derechos laborales básicos:
No ser discriminado, a la integridad física y a una adecuada prevención de riesgos laborales, descanso semanal, vacaciones anuales, a no ser ofendido, a participar en la organización y planificación del trabajo, a la formación y a la promoción, Sigue con temas como los deberes, duración y organización, salarios y calendario. En el articulo 15.2 queda escrito que para el cálculo de la retribución se tendrá como referencia el salario mínimo interprofesional de cada momento, de tal manera que el salario resultante se fijará proporcionalmente al numero de horas trabajadas y al rendimiento. En el apartado 4 de dicho artículo,en cambio, se dice que las retribuciones podrán calcularse por producto o servicio realizado y en el caso de que sea a producción y este se lleve a cabo en colaboración con el exterior, el organismo autónomo competente se reserva el derecho a establecer los métodos y tiempos aplicables.

Esto es algo que se ahorran en los talleres productivos de Brians 2, de los que enseguida haré algunos comentarios. Los artículos 16 y 17, tratan sobre el pago de se realizará en la cuenta del peculio y sobre el tiempo de trabajo, horario, descansos, vacaciones, permisos e interrupciones. Las ausencias del trabajo no serán retribuidas, ni aunque te ausentes por prescripción médica, ESTO NO LO PONE, PERO LO DIGO YO.

En el capitulo octavo, se regula la protección de la seguridad social, donde en el artículo 14 se establece que los internos trabajadores quedaran incluidos en el régimen general de la seguridad social y gozarán de la prestación de asistencia sanitaria, accidentes de trabajo, enfermedad profesional y la contingencia de desempleo cuando sean liberados. En el artículo 20 sobre afiliación, altas, bajas y cotización, se dice que el organismo autónomo competente asumirá las obligaciones de alta, baja y cotización que las normas imponen al empresario.

Me dejo temas y se que se hace pesado, pero pienso que es muy importante conocer la legislación para que no te time cualquier empresario explotador. Es tan importante como organizarte. Pero si ya en la calle es difícil, en la cárcel lo es más. Y; como os contaré a continuación, aquí hacen lo que les da la gana.

En la cárcel hay diferentes puestos de trabajo, los modulares, limpieza y office. Básicamente los que limpian las zonas comunes y los que sirven almuerzo, comida y cena. Los de fuera del módulo, mantenimiento, suministros, ordenanzas, talleres, etc. En los destinos modulares, se cobra entre 120€ y 225€. No hay descanso semanal, y de vacaciones nada. Aun así, bastante gente quiere un trabajo de estos, ya que da la posibilidad de vivir solo y el sueldo es fijo. De los trabajos que más se cobra, el salario puede llegar a 300€, como en lavandería. Sigue estando lejos de lo qe sería la parte proporcional del salario mínimo interprofesional.

Yo he trabajado en el taller nº2 desde agosto de 2024 a febrero de 2025. Es un taller productivo en el que me dedicaba a pegaretiquetas en envases de fruta, 0,0025 la etiqueta. Para llegar a 10€ tienes que pegar 4000 etiquetas. El salario es a producción, la seguridad social la paga el trabajador, ya que se descuenta de su producción. No hay vacaciones ni ningún tipo de formación en riesgos laborales. Por supuesto, nodan EPIS. El horario era de 15.30h a 20h aunque a partir de las 14.00h ya no dejan coger cajas.

Hay trabajos que los paga la administración de la cárcel, pero en la mayoría de casos, es al CIRE al que le debemos la expotación
laboral que se sufre en los centros penitenciarios catalanes. El CIRE (Centre d’Iniciatives per a la Reinserció) es una empresa que se vende como una oportunidad para los presos y su reinserción. No he podido encontrar mucha info sobre esta empresa, pero tengo entendido que detrás de su fundación esta la familia Pujol. Más concretamente, la ya fallecida Marta Ferrussola. Esta empresa sabe venderse muy bien, tiene incluso venta online de merchandaising. Tampoco pay que olvidar a las empresas que colaboran, como por ejemplo, Veripack, Roche, etc…

En la lavandería también se lava ropa de la masia del barça, del CAR de Sant Cugat (servicio que estoy seguro que el CIRE no lo
ofrece por amor al arte). A parte, los economatos de la cárcel también están gestionados por el CIRE. Tienen un negocio montado en el talego muy lucrativo.
En definitiva, hay un conglomerado de empresas e instituciones que se benefician del trabajo en condiciones de semiesclavitud
que se da en la cárcel. Y lo peor es que lo disfrazan, de una labor social cuando lo único que hacen es llenarse los bolsillos teniendo
trabajadores en condiciones lamentables por el hecho de estar presos. Al trabajador siempre miran de explotarlo, pero si estás preso todavía más.

Sigue estando en nuestras manos revertir esta situación.

¡Salut compas!
¡VIVA LA ANARQUIA!!

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Discriminación y desatención en Mansilla de las Mulas (León)

Iván Feijóo ha escrito a les compas de La Corda sobre la situación en el módulo diez en la prisión de Mansilla de las Mulas, en León. En su carta nos describe tratos discriminatorios, desatención médica muy grave, desorganización, falta de material y recursos, y acoso y abuso de poder por parte del jefe de servicio y la directora del centro entre otros. A partir de su carta, publicamos el siguiente comunicado:

«Mi nombre es Iván Feijóo Cabo. En la actualidad estoy interno en el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León). Llevo 10 meses destinado en el módulo diez, y tres meses y medio en un puesto remunerado como encargado del módulo. Mis tareas específicas son recoger y ordenar el material de limpieza y dirigir a mis compañeros que tienen un destino asignado en las labores de limpieza del módulo. Últimamente ciertos funcionarios se están tomando la libertad de solicitarme realizar tareas que no son específicas de mi puesto. Tareas que corresponden a su puesto de trabajo.

El mal funcionamiento de los funcionarios en este centro es notable. Algunos imagino que simplemente seguirán directrices de sus superiores, las cuales son intransigentes en algunos casos y en otros totalmente carentes de ningún sentido práctico, y esta no es una opinión personal sino una realidad que cualquier persona que tenga un poco de capacidad cognitiva podría apreciar sin la más mínima dificultad. El régimen poco ortodoxo de esta cárcel es una amalgama donde se encuentra tanto el maquiavelismo más exhaustivo, la hipocresía que parece ser una enfermedad endémica en todos y cada uno de ellos, y en otros casos simplemente la ignorancia o la aceptación sin la más mínima reflexión. Este último es a mi juicio el más perdonable, ya que demuestra cobardía o estupidez.

Hasta el momento he centrado mi escrito de una forma general para hacer ver el declive y la situación totalmente lamentable en la que se encuentra esta prisión. Mi principal propósito es sacar a la luz los comportamientos, acciones y actitudes de varios miembros de la cúpula de este centro a los que muchos tienen por vacas sagradas.

Comienzo por el señor Bonifacio, jefe de servicios de la prisión. Responsable del fichero FIES, inmiscuido en labores de seguridad y solo el sabrá que más labores. El señor Bonifacio como tu mismx has podido comprobar tuvo un comportamiento abusivo, rozando el delirio de superioridad propio de un enfermo narcisista con mi compañero y amigo XXX. Como tu bien sabes, este señor creyéndose por encima de los tribunales decidió prohibirle cualquier comunicación con el exterior, la cual estaba únicamente restringida con la víctima.

No tan solo con XXX ha tenido «Bonnie» sus más y sus menos. Conmigo también ha tenido algunos comportamientos poco acertados, comentarios indiscretos y actitudes discriminatorias.

Comenzaré relatando cuando el equipo de seguridad me retuvo sin informarme de ellos unos guantes que mi familia me trajo en un vis a vis. Me enteré de la retención cuando al no encontrarse los guantes en la bolsa, pedí al funcionario que llamara a ingresos y al cual le informaron en objetos retenidos. Tras enterarme de esto envié una instancia pidiendo explicaciones tanto a «Bonnie» como a Fernando, subdirector de seguridad. Este último ni me contestó, y el primero contestó que los guantes no eran un objeto permitido en el módulo que me encuentro, ya que podría herir tanto a mis compañeros como a los funcionarios con los mismos. Comenté este suceso al educador del módulo. Este habló personalmente con «Bonnie» y don Fernando, alegando que yo no era una persona violenta ni conflictiva, lo cual corrobora mi expediente libre de sanciones desde que entre en prisión hace año y medio.

«Bonnie» y Fernando hicieron caso omiso al alegato del educador. Monstrándose con su actitud que para ellos nadie de ningún módulo ordinario merece un voto de confianza.

Hace aproximadamente mes y medio me llamaron por megafonía para informarme que tenía que acudir al médico, lo cual me desconcertó, ya que en ninguno de los días previos me habría apuntado al médico. Ya fuera del módulo, el funcionario me confesó que no íbamos al médico, si no que alguien quería hablar conmigo. En ingresos me esperaba «Bonnie», cosa que no supe hasta que abría la puerta del despacho. Con una actitud aparentemente más cercana de lo habitual en é, claramente para crear un falso ambiente de confianza. Durante esa entrevista me realizó varias preguntas totalmente fuera de lugar en respecto a porqué vivía con un FIES 3, interno marroquí acusado de terrorismo, si este me estaba adoctrinando o enseñando su idioma natal. Después me realizó una pregunta que si fuera a una mujer a la que se le hubiera realizado estaríamos hablando de acoso, según los conceptos actuales del término. Textualmente dijo, refiriéndose a mi compañero de celda: «¿Qué sois? ¿Amigos? ¿O tenéis una relación carnal?«.

Con estas declaraciones sobre actitudes, hechos y comportamientos del señor Bonifacio podemos llegar a la conclusión de que la prisión de Mansilla de las Mulas tiene como jefe de servicios a una personas con actitudes despóticas, rasgos narcisistas y psicopáticos, mentalidad maquiavélica, ya que solo le importa el fin y que este justifica los medios, llegando incluso a utilizar la injuria como hizo en el caso de XXX. Un sujeto indigno de confianza que haría trampas jugando al solitario.

Desgraciadamente esta hipocresía y métodos poco ortodoxos no solo conciernen a Bonifacio, sino también a la señora directora de este centro, la señora Henar. Hace aproximadamente dos semanas me dirigí a la señora Henar a través de una instancia informándole del abandono en el que se encuentra este módulo, informándole que estaba en mi conocimiento su predilección por los módulos de respeto, mas si venía y se preocupara por este módulo no perdería su tiempo. El módulo pertenece a la cárcel al igual que los demás módulos que la conforman.

Después de esto, tanto el educador, la psicóloga del módulo y el jefe de servicios me dijeron que la señora Henar les había comentado que le escribí una instancia faltándole al respeto y que casualmente ninguno de ellos ha visto. Las repetidas veces que les volví a preguntar me respondieron que aún no se la había enseñado. Esta decisión de la señora Henar por ocultar la instancia es plenamente comprensible en una persona que está mintiendo, ya que mostrando la instancia su mentira se vendría abajo, ya que a ningún juicio parcial se encuentra en esa instancia ninguna frase o palabra irrespetuosa.

El porqué miente queda a mi juicio bastante claro. La señora Henar se hace con unos testigos a primera vista confiables (su cargo y puestos de trabajo así lo corroboran), para después utilizar contra mi la supuesta falta de respeto en el momento más oportuno para ella La señora Henar es una persona rencorosa, y la verdad dicha de una forma correcta y respetuosa hiere, como mis palabras hirieron a la señora Henar. La señora Henar despidió a mi compañero YYY de su puesto de trabajo después de que este interpusiera una demanda reclamando sus derechos, lo cual es un acto que indica rencor, ya que el despido no estuvo motivado por alguna infracción de Otman en respecto a su trabajo.

No soy una persona seguramente informada para saber si la señora Henar está o n en sus capacidades para dirigir la prisión. Intelectualmente no me cabe duda: Es licenciada en psicología, así que asumo que su coeficiente intelectual está en la media, pero hay varias de sus gestiones que como mínimo son cuestionables. Hasta donde llega mi entendimiento, y estoy bien informado, la directora del centro acude a todos los módulos del centro preocupándose de estos por igual, según las necesidades de los mismos. En la gran mayoría de las cárceles los internos de los módulos ordinarios disfrutan de los lugares comunes de la prisión y de las actividades que en estos se organizan, siempre y cuando no tengan alguna incompatibilidad o algún tipo de sanción que se lo impida. Prohibir la salida a todos los internos de un módulo ordinario muestra una actitud y un pensamiento lleno de prejuicios y un razonamiento sesgado, alegando que son módulos violentos. Siguiendo ese razonamiento, ¿puede asegurar la señora Henar que en los módulos de respeto se les prohíbe la salida? Puede tan siquiera saber que sujetos de los módulos de respeto son violentos o como reaccionarían ante una situación que no se haya dado en el módulo pero si pueda surgir fuera de él?

Está más que claro y es una certeza que los internos de módulo de respeto deben de tener una serie de beneficios, como la facilidad para conseguir permisos, el tercer grado, en definitiva beneficios penitenciarios individuales, mas en lo que concierne al estado del módulo, la repartición de material de limpieza, el estado y material en gimnasio, taller y la salida a eventos culturales y académicos deberían ser iguales para todos los módulos. Lo contrario es totalmente ilógico.

Los servicios médicos de la cárcel se llevan la palma a la mediocridad e incompetencia de este centro. Lógicamente los médicos de una cárcel no van a ser los médicos del hospital de Navarra, la mayoría estarán por mala praxis o por algún tipo de circunstancia que les impida ejercer sus funciones en otro lugar, pero que un médico ni osculte ni escuche a su paciente, creyéndose conocedor de su dolencia nada más entra por la puerta, esto no es mala praxis sino estupidez y negligencia.

También veo necesario hacer constar la demora de las citas médicas, que en ocasiones se demora más de una semana, lo cual indica una falta de organización o desidia importantes, ya que es matemáticamente imposible que con las horas que la enfermería se encuentra operativa, teniendo en cuenta el número total de internos del centro y el porcentaje de estos que se encuentren enfermos en un lapso determinado de tiempo, es imposible que una cita médica tarde una semana.

Dentro de las negligencias médicas hay una que voy a relatar aquí, ya que la sufrió y la sufre mi compañero y amigo ZZZ. ZZZ lleva muchos años con problemas musculares, siendo ignorado por el equipo médico del centro, lo que ha agravado sus problemas. Todo el mundo sabe (no es necesario una licenciatura en medicina para ello) que los problemas musculares, como los relacionados con la estructura ósea, si no son tratados se agravarán con total seguridad, pudiendo derivar en lesiones irreversibles, como es el caso de mi amigo ZZZ. ZZZ lleva solicitando asistencia médica de forma asidua, negándose los médicos a recibirle, teniendo incluso cortado un tendón de la polla se niegan a recibirle. Ni siquiera puede escribir, pero es tanto el odio acumulado que si no puede con una pluma lo hará con un cuchillo o con una colt.

Su corazón sufre dolencias que no son solo provocadas por las arritmias que sufre. Su caso además de negligencia denota marcados tintes de odio. Odio contra él por sus opiniones diferentes de las suyas, castigándolo con la indiferencia ante sus necesidades médicas. La directora Henar ha sido informada y no ha movido un solo dedo. Me pregunto qué hace esa mujer, pero intuyo que mi imaginación queda desbordada y prefiero no pensarlo. Pero al que con silencio mata, sordo muere.

Ahora me dispongo a relatar problemas y dificultades a las que se enfrenta mi módulo a diario. Comenzando por el lamentable estado de las instalaciones, literalmente la cárcel de la señora Henar se cae a cachos, y cuando hay algún problema con las instalaciones es tal la demora que cuando acuden hay tres más, y por si fuera poco el arreglo es tan efímero que apenas dura días. Las bolsas de basura y los lotes de higiene personal se reparten una vez cada dos meses, dando treinta bolsas para sesenta días. Los recuentos se realizan en el patio lloviendo y con frío, cuando estos se pueden llevar a cabo en el salón. Los cierres y aperturas de las celdas se efectúan según convenga al señor funcionario, sin horario fijo, y los recuentos aun estando las luces encendidas nos enfocan con una linterna. En las puertas de las celdas constan el nombre del interno o internos que las ocupan, sin embargo nos llaman a voces como si fueramos animales. Existe unos horarios estipulados por instituciones penitenciarias y existe el respeto, así que lecciones ninguna.

No se puede sembrar espinos y querer recoger trigo, y si quieren recogerlo XXX les deja el tractor. Son tan torpes que no pasan desapercibidos ni en una escuela de payasos, del primero al último. No saben hacer la O con un vaso, y ahora ya no somos uno ni dos, sino varios.

Debajo del cielo todo tiene su tiempo y su hora, y esa hora llegará. ¡Is a time to kill!

Queremos terminar esta extensa carta diciendo lo siguiente: En mis plenas facultades, en mi nombre y representación quiero que todo lo relacionado en el contenido de este escrito sea publicado, sin más trámites que los expresados, que conozca la sociedad general que las cárceles en nuestro país no son un hotel y que la impotencia, la rabia y el odio que ello genera tendrá sus consecuencias tarde o temprano, pues todo en la vida es lícito pero no todo me conviene.

A todo el colectivo mando un fuerte abrazo, y mis eternas gratitudes por su apoyo.»

Para escribir al compañero:

Iván Feijóo Cabo

Centro Penitenciario Mansilla de las Mulas

Villahierro-Centro Penitenciario, 0 S N

24210 Mansilla de las Mulas, León

 

Fuente: La Corda

No es un caso aislado: Las cárceles son centros de exterminio. Miguel desde A Lama

Miguel es un compañero preso en la cárcel de La Lama, en Pontevedra.
Recientemente ha contado las torturas que ha recibido por parte de los carceleros y ha pedido que difundamos sus palabras para señalar a sus torturadores. Sabemos que este caso no es único y que, día a día,
en las cárceles se tortura, violenta y aisla (dentro del propio aislamiento) a las personas que están privadas de libertad. Por ello, hacemos un llamado a compartir esta y tantas otras experiencias para visibilizar la realidad de las cárceles. Que los muros caigan y les preses salgan!

Aquí las palabras de Miguel:

10 de febrero de 2025

Llevo de 14 años preso, 11 años y medio en 1r Grado*, me he recorrido 17 prisiones. Hace 3 días, me vinieron les carceleres equipades con: chalecos, cascos, escudos, rodilleras, coderas, porras… Me pegaron tremenda paliza, me llevaron desde Aislamiento a la Enfermería, con los grillos**. Una vez allí, el médico Dr. Enriquillo me pinchó a saberse lo qué, después me ataron a la cama con correas homologadas, siendo yo epiléptico***. El Jefe de Servicios Dr. Chan me torturó dándome con la porra en la planta de los pies y mas extremidades. Estuve toda la noche atado y parte de la mañana.

* 1r grado: El primer grado penitenciario es la forma más estricta de cumplir con la pena privativa de libertad.

**Grillos: Se refiere a grilletes, tambien conocidos como esposas o manillas.

***Ante una crisis epiléptica es muy peligroso estar atade por riesgo de ahogamiento. El cuerpo debe estar en posición lateral y poder moverse libremente.

Si quieres escribirle palabras de apoyo:


Miguel Codón Belmonte

Centro Penitenciario A Lama
Monte Racelo s/n
36830 A Lama, Pontevedra

 

Cualquier muestra de solidaridad del tipo que sea es bienvenida!!
Abajo los muros

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«Se vive en un ambiente hostil y el preso se ve obligado a autoafirmarse»

Compartimos parte de una carta que les han hecho llegar  a lxs compas de «La Corda» desde Mansilla de Las Mulas (León). Nos ha parecido que expone de forma clara y concreta algunas de las consecuencias que tiene la cárcel en las personas que se ven atrapadas en ella.

Centro Penitenciario de León. Enero 2025.

Los presos tenemos que afrontar una situación a veces desconocida, de incierta duración, de relación de dominación, en la que es imposible controlar los acontecimientos. Por otra parte, altera los ritmos vitales y origina una dependencia absoluta, falta de iniciativa y una ausencia de expectativas de futuro. Todo ello, unido a las humillaciones, monotonía, violación de la intimidad… origina nuevas pautas de comportamiento. La actitud permanente es de desconfianza ante todos los que le rodean.

Se tiene que vivir en un ambiente hostil y agresivo. Por lo que el preso se ve obligado a autoafirmarse frente a ese medio hostil para mantener unos niveles mínimos de autoestima. Por eso con frecuencia se adopta una actitud violenta y siempre a la defensiva. 
Al salir un dia de prisión existen una serie de condiciones que influyen en el desarraigo social. Trastornos originados por la cárcel, falta de posibilidades de trabajo, situación familiar… todo eso hace que sea casi imposible la inserción social. 
«Si un día ves un preso dormir no lo intentes despertar, ya que puede estar soñando con su hermosa libertad».
Fuente: La Corda

Palabras del prisionero anarquista Abel en motivo de la marcha a Brians

Me acerco a los 8 meses de encierro en este centro penitenciario. Casi 8 meses de odio y rabia pero también de amor y solidaridad. Pensaba salir de permisos en mayo de este año, que es cuando hago 1/4 parte y según el reglamento penitenciario es el momento de acceder a permisos siempre que la junta de tratamiento formada por el equipo de tratamiento (psicóloga, educadora, jurista y dirección) sea favorable. De esta manera, mediante el chantaje en los permisos, te obligan a hacer el programa de tratamiento cuando según el mismo reglamento es voluntario y rechazarlo no puede suponer ningún castigo.

No les debe ser suficiente con encerrarte que además han de reeducarte. Debido a que tengo que hacer 3 cursos del programa individual de tratamiento, me están retrasando los permisos de mayo hasta el 3r trimestre de 2025. Y todo sin tener ningún expediente disciplinario lo cual alargaría todavía más el proceso.

Se comenta que los cursos estan subvencionados y por eso hay tanto interés en que todo el mundo pase por el aro, lo cual es un negocio. Yo pienso que a parte es una manera de justificar el trabajo de los burócratas de la represión des del equipo de tratamiento al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que para permisos de más de 48h tendrá que dar su visto bueno.

No es mucho tiempo el que llevo encerrado pero en este periodo ya he sabido de dos muertes: una en el módulo 12 de este CP y otra en el módulo de mujeres de Brians 1. En los dos casos la causa de la muerte según la dirección ha sido el suicidio. En el caso de Maria, su compañero está en mismo módulo que en el que estoy y me ha comentado que para nada la veía con intención de quitarse la vida, se veian en vis a vis, se carteaban y se llamban habitualmente. No lo dejaron velar el cadáver, le dieron pastillas y activaron el protocolo antisuicidios contra él, obligándole a estar acompañado en todo momento. Hay que imaginar estar en una situación así y que encima te toque compartir celda con el que no tienes nada en común.

Es difícil mantener un buen estado de ánimo aquí dentro, entre el encierro, vivir bajo un régimen disciplinario, la explotacion laboral… y esto un día y otro y saber que tu futuro está completamente sometido a este entramado de carceleros y demás funcionarios. Aún así, intento mantenerme fuerte y alegre, y en eso tiene mucha responsabilidad toda la solidaridad que estoy recibiendo. La cárcel te convierte en un autómata medicado sin personalidad.

Espero que para la marcha del año que viene pueda estar del otro lado y sino animaros a hacer mucho ruido para que traspase los muros.

Un fuerte abrazo, os quiero, salut y libertad.

Abel Mora Campos

Enero 2025, C.P. Brians 2

Fuente: ÈGIDA

Para escribir al compañero:


Abel Mora
C.P. Brians 2
Apartado de Correos 1000
Carretera de Martorell a Capellades, km. 23
08760 Martorell

«Para ser atendido tienes que ser amigo de carceleros, autolesionarte o hacer huelgas de hambre»

Compartimos un breve escrito de dos compas que se encuentran presos en Madrid VII (Estremera). Una vez más denuncian la grave desatención médica, tanto la que sufren ellos como muchas otras personas de esta cárcel. Comentan que no les visita el médico. Los dos nos mandan las instancias de sus ultimas huelgas de hambre; piden que se publiquen junto con su comunicado.

Agosto 2024

Yo Santiago Rodríguez vengo a denunciar la gravísima desatención médica del Centro Penitenciario Madrid VII, Estremera. En este penal no se dispensa consulta médica. Para poder ser atendido por un medico tienes que ser amigo de los carceleros, autolesionarte o tomar otras medidas más sutiles, como hacer plantes o huelgas de hambre.

Me encuentro bastante enfermo. Tengo artrosis degenerativa, la rodilla izquierda destrozada. Me cuesta caminar y tengo unos dolores horribles. Además, sufro de ansiedad crónica y en ocasiones caigo al suelo. NO ME SACAN AL MÉDICO; NO TENGO NINGUN TRATAMIENTO. Así, el pasado día 29/05/2024 hice una huelga de hambre. Pronto haré otra.

El pasado 05/06/2024, el compañero Santiago Rodríguez se negó a bajar de la celda. Se encontraba con mucha fiebre y apenas podía respirar. Los carceleros le sacaron de la cama, arrastrándole desnudo hasta aislamiento. Eso sí, tuvieron la delicadeza de echarle una manta por encima, además de instruirle dos sanciones muy graves. Después, por fin, le llevaron a Enfermería, donde se le diagnosticó infección pulmonar y tuvo que ser asistido con oxígeno durante 20 días. Al mismo compañero, en el día de hoy, sin explicación ni motivo, se le ha retirado parte de la medicación psiquiátrica. Ha iniciado una huelga de hambre y sed. Deseémosle fuerza y suerte.

Y así podría contar infinidad de cosas, pero la gente tiene en ocasiones miedo a revelar su identidad y sus datos. Piensan con ello que los carceleros serán más piadosos.

Permisos en soledad, desatención médica y golondrinas

Compartimos unas letras de un compañero preso en Estremera (Madrid). Se trata de una carta escrita este pasado mes de agosto donde nos habla de como vivió un permiso de 4 días: estar tirado, muchas horas muertas en la calle, sin apoyo y sin pasta; soledad y exclusión. Esta es la realidad de muchas personas presas cuando pisan la calle, ya sea de permiso o cuando -al fin- consiguen la libertad. También nos habla de la desatención médica que forma parte del escenario que hay detrás los muros, validando de nuevo la campaña que se hizo a finales de junio desde distintos puntos del estado y que, precisamente, se centraba en este tema. Se despide regalándonos un tierno y triste cuento: “La golondrina”.

Cárcel de Estremera. Agosto 2024

Buenos días X,

Salí de permiso sin apoyo, sin familia y sin dinero. Estuve en un piso de acogida, muy lejos. Como perdí los números de teléfono, no pude contactar con nadie. Así que si te digo la verdad, no lo pasé muy bien. Además me tocó compartir la habitación con dos usuarios más y, para mi, la intimidad, el espacio personal, es fundamental. No te lo vas a creer, pero hubo momentos que deseé estar en esta jaula.

Yo por aquí sigo luchando con el boli contra esta buena gente. Ahora mismo con lo que más estoy dando caña es contra el abandono sanitario. No paro de denunciar este exterminio y no creo que sea un problema de que no sepa expresarme. Aunque las distintas autoridades siempre contestan lo mismo: “solo hay cuatro facultativos sobre un total de 1.100 internos; hacen lo imposible…”. Pues bien, el que haya menos médicos es un problema, pero en las prisiones de Soto del Real, Aranjuez o Navalcarnero hay los mismos y, sin embargo, se dispensa consulta médica una vez por semana. Entonces es obligado preguntarse ¿Por qué lxs médicos de Estremera no dispensan consulta médica? ¿Será que este penal está lejos y mal comunicado? ¿Estarán haciendo una huelga negándonos el derecho a la salud? ¿Quién sabe? Lo que es seguro es que en vez de bata blanca, deberían llevar un traje negro con una guadaña.

Camarada, me muero de calor aquí dentro. Te envío como despedida un cuento real, que se llama “La golondrina”. Habla del instinto de supervivencia, pero sobre todo de lo fascinantes que pueden ser esas cosas a las que ni prestamos atención.

Un abrazo muy fuerte. CherrA.

La golondrina

Hace unos días, dos crías de golondrina pensaron que estaban preparadas para volar y se lanzaron entusiasmadas del nido. Las dos cayeron al suelo. El macho murió en el acto y la hembra quedó herida.

La cogí y me la quedé mirando. No me había fijado hasta ese día de lo preciosas que son. Tan chiquitina, llena de vida, con esa cabeza negra y blanca, como si fuera un capuchón de terciopelo, con esas garras tan fuertes, tan esquivas al ser humano.

Me dio tanta pena la golondrina, que cuidé de ella durante tres días, permitiendo que su primeriza madre se acercara en mi ausencia. Cuando esto pasaba, la chiquitina cobraba vitalidad, saltando y moviendo sus alas llena de júbilo y alegría.

Me di cuenta entonces, que una de sus alitas estaba dañada y que por mucho que lo intentase no podría volar. La madre también pareció darse cuenta y dejó de acudir.

La pequeña golondrina no paró de luchar, y ya exhausta, desamparada, murió.

Esa noche, pensé en ella y lloré.