Un año más no nos olvidamos de lxs compañerxs presxs en estas fechas tan señaladas. Es una realidad que ya hemos entrado de pleno en las navidades, y con ellas llegan las demandas normo-sociales de juntarse con las familias, organizar comidas y cenas rebosantes, regalos y gastos irracionales, postales navideñas, turrones y un sinfín de mandatos culturales preestablecidos y dictados por una estructura social que sitúa el capital en el centro y arrastra el dogma y la religión a sus espaldas.
Estos días las calles parecen fotogramas o historias de instagram. Todo repleto de instantes de alegría, fraternidad y opulencia. ¿Qué es de aquellas personas que no encajan en estos modelos? Algunxs nos engañamos e intentamos con éxito encajar dentro de toda esta parafernalia. Otrxs muchxs no podemos ni tan solo hacer este intento de engaño. Salen a la luz las evidentes desigualdades y las costras que dejan las heridas de un mundo lleno de miseria y marginación.
Dentro de toda la peña que sufre las consecuencias de estar fuera del redil es inevitable acordarse de las personas que están secuestradas en manos del Estado. En las cárceles no hay decoración navideña ni villancicos cuando suena la sirena que saca a todo el mundo de su celda. No hay comidas de empresa, ni cenas familiares, ni árbol de navidad lleno de bolitas de colores, ni tió, ni regalos, ni turrón… Tampoco encuentros con aquellas personas que viven lejos, ni niñxs correteando, ni fotografías, ni largas sobremesas… Es jodido ver que el mundo se lo pasa bien en su paripé instagramer navideño mientras te pudres en un agujero. Es un buen momento para entender que efectivamente te han dejado aisladx, fuera de tus iguales.
En la cárcel de Palencia, La Moraleja, lxs presxs de primer grado quieren denunciar la falta de abastecimiento en el economato de postales para poder enviar a sus seres más queridos, y de turrones y otros dulces para poder montarse su propia fiesta marginada. Quizá para lxs que estamos al otro lado de los muros, nos pueden parecer detalles insignificantes, pero cuando estás rodeado de muros y barrotes, lejos de todo y todxs, estos detalles significan mucho, significan prácticamente todo lo que puedes hacer para vivir de alguna forma estos días y tener un detalle con lxs de fuera y con algunxs de dentro para decirles que lxs tienes presentes y desearles un buen año.
Lxs presxs de aislamiento quieren expresar que hicieron una instancia el día 17 de diciembre -día programado por esta cárcel para hacer instancias de este tipo- pidiendo al “recadero” (funcionario de prisiones o preso con privilegios encargado de salir a la calle a comprar lo que el economato no tiene) una serie de cosas para celebrar sus fiestas y denuncian que no se les ha hecho efectiva esta petición. Lxs carcelerxs sostienen que ha sido la directora de esta cárcel quien ha expresado, sin ningún motivo ni justificación, un retraso en la solicitud mediante instancia al día 7 de enero para todxs lxs presxs de primer grado. Lo que supondría no recibir nada de la comanda hasta pasadas las fiestas de navidad.
Por poner otro ejemplo de cual es la situación de algunas personas encarceladas, hace un par de meses publicábamos una serie de cartas escritas desde la prisión de Puig de les Basses, en las que las personas allí encerradas nos acercaban a una realidad nada navideña, muy lejos de sus seres queridos y muy cerca de sus verdugos, donde no se cumplen los sueños pero si las pesadillas. Se trataba de los escalofriantes relatos con nombres y apellidos, que contaban con detalle distintas agresiones racistas sufridas en esa prisión. No son casos aislados en un centro aislado, y esto se explica viendo que las consecuencias de estas denuncias solo han sido el traslado de los funcionarios expedientados por dichas agresiones a otra prisión, esparciendo la enfermedad en lugar de curarla. Encima si das un paso al frente, denuncias y pides respeto y dignidad para tus compañeros, en Navidad el sistema penitenciario no te pone en la lista de los niños buenos, si no que se cierra en banda para proteger a sus esbirros y con cualquier excusa te regalan un billete al módulo de aislamiento.
Queremos alzar la voz y enviar un tierno abrazo libertario a todas las personas que viven en sus carnes el encierro, el aislamiento, el castigo y el olvido por parte de una gran mayoría de la sociedad. Seguimos teniendo presentes a nuestrxs compañerxs presxs y esperamos que con el tiempo todas las personas consigamos hacerlxs más y más presentes en nuestras vidas.
Una forma de hacerlo y a la vez transmitirles algo de calor y cariño, son las marchas y concentraciones que se realizan el ultimo día del año delante de algunas prisiones de Catalunya y del Estado español. En Picassent (Valencia), en Navalcarnero (Madrid), en el CIE de Barcelona, en Wad Ras (Barcelona)….También el 30 de diciembre en el CIE de Aluche (Madrid), o el 13 de enero en Brians (Barcelona). Quizá hay mas convocatorias; estás son de las que tenemos constancia a día de hoy.
Ternura y libertad!
Fuente: La Corda