Han transcurrido 8 meses desde que se conformó la Coordinadora 18 de octubre cuyo horizonte de lucha siempre ha sido la solidaridad con lxs presxs politicxs y la exigencia de su inmediata libertad, solidaridad que se expresó primero con lxs presxs de la revuelta y luego fue ampliada a todxs lxs presxs políticxs. La directa relación con la cárcel que este trabajo conlleva nos ha conducido ha reflexionar no sólo en torno a la prisión política sino que también respecto a la cárcel y el sistema carcelario. Las reflexiones y el camino recorrido nos llevan a posicionarnos de forma critica ante la cárcel como institución y todo el sistema que justifica su existencia. Levantamos un posicionamiento anticarcelario no sólo como una idea, sino como parte de un quehacer político, solidario y de acción. A partir de esta definición como coordinadora 18 de octubre declaramos que:
1.- Entendemos la cárcel como el vertedero de la sociedad capitalista que justifica su existencia en la necesidad de justicia. Esta justicia burguesa en alianza con el Estado de clase no hacen más que actuar en beneficio de los sectores dominantes de la sociedad, Así, la cárcel funciona como un dispositivo de control sobre las mayorías explotadas y oprimidas. Responde a una necesidad inmanente a la forma de vida capitalista, que se presenta en el contexto de la lucha de la clases, en donde el aislamiento y castigo es un arma que busca someter al “otrx” explotadx”, consolidándose como una medida disuasiva que busca generar miedo a enfrentar a la autoridad; el control de la organización social autónoma de las clases oprimidas; resguardar la propiedad privada que sustenta el orden de los ricos; y la supresión de la individualidad insurgente. En síntesis, la cárcel existe para encerrar a lxs pobrxs, disidentes y rebeldes y así perpetuar un modelo de dominación y explotación.