El lunes 22/3, a ultimísima hora, nos llegaba la noticia de la puesta en libertad (con cargos) de Sara, una de las ocho encarceladas por la manifestación del pasado 27 de febrero en Barcelona. El recurso interpuesto por la defensa acreditaría, mediante una prueba pericial, que no pudo ser ella quien roció líquido inflamable, tal como afirmaba el atestado policial.
Una vez más, este relato, con sus rotundas aseveraciones y reproducido a pies juntillas por tantos medios de comunicación, comienza a difuminarse. Sara fue detenida, imputada y encarcelada como ejecutora del incendio de la furgoneta sin que tuviera derecho a la presunción de inocencia. Igual que el resto de personas detenidas y hoy encarceladas.
La foto de Sara, su nombre y sus datos aparecieron en los medios de comunicación, primero en La Vanguardia, haciéndose eco de la prensa italiana. Unos días antes de cumplir un mes de cárcel sale en libertad con cargos tras demostrar su abogado y un perito de la defensa que es imposible que ella fuera la persona acusada por la policía, fiscalia y el juzgado.
Es un primer paso y es muy importante. Rompe el montaje y esperemos que así siga. Una supuesta organización criminal de la que no se sabe nada por inexistente, formada por anarquistas e italianxs. Un supuesto intento de homicidio en grado de tentativa, que tras el visionado de las imágenes y los registros policiales, quedan como pruebas un mechero bic y la ropa con olor a gasolina.
Fue muy grave la reacción unánime de la patronal, Ajuntament (Ada Colau) y Govern (conseller d’interior), y los medios de comunicación. No ha pasado ni un mes desde las detenciones ya se pone en cuestión todo el proceso que ha obligado al juzgado a poner en libertad provisional, a Sara, pendiente de juicio y con medidas cautelares. Quedan pendientes los recursos del resto de presos ante la Audiencia provincial y esperamos que se resulvan a favor y también sean puestos en libertad
Como ocurrió anteriormente en las operaciones Piñata y Pandora, también contra el anarquismo y los anarquistas, tras unos meses en la cárcel finalmente quedó en nada, las personas en libertad y libres de cargos. Eso si, sin que nadie dimitiera, pidiera perdón o se hiciera responsable.
Felicidades a Sara por su libertad aunque vigilada y esperemos que el resto de recursos también sean atendidos y sean puestos en libertad.
Fuente: El Lokal