«El/la anarquista no se fija en el éxito, la victoria, la competición. Lucha, porque es justo. Y en cualquier lucha la pérdida es parte de la vida. No cambia de idea porque pierde y mucho menos renuncia a la próxima lucha. El sistema se auto-alimenta por el pueblo que no lucha, no porque es invencible. El trabajo del anarquista es instilar en el pueblo la revuelta, no en segmentos, sino continúa. Como una onda que se retira y luego regresa. ¿Me preguntais si ganaremos? Me haceis la pregunta equivocada. Pregúntarme si lucharemos y responderé que sí.»
Luigi Galleani