Por el fin del Decreto Ley 321 y por la libertad de Marcelo Villarroel. Entrevista con la vocería de l@s compañer@s huelguistas

¿Cuáles son las características en común que poseen l@s compañer@s que están llevando adelante la huelga de hambre dentro de las cárceles?

La Prisión Política en Chile es un reflejo del contexto y composición de las distintas expresiones de las agudas y diferentes luchas sociales que se desenvuelven en el territorio nacional; por eso es posible encontrar posicionamientos particulares de quienes adscriben a miradas y análisis de la amplia franja negra que expresa el anarquismo; pero tod@s teniendo como común denominador el rechazo absoluto y combativo al régimen político burgués, capitalista, explotador, depredador, represivo y siempre funcional y servicial a los intereses de ricos y explotadores. Así, dentro de la Prisión Política, hay muchísimas personas detenidas en el contexto de la enorme revuelta social desatada en el país a partir de octubre de 2019, hay presos subversivos, autónomos, anarquistas, varios de ellos cumpliendo largas condenas posicionados desde un real estado de guerra social contra el sistema imperante, sus sostenedores y falsos críticos, contra lo establecido y toda autoridad.

¿Qué consecuencias tienen para l@s pres@s que optan a la libertad condicional las modificaciones contenidas en el Decreto Ley 321?

Tiene varias y nefastas consecuencias, empezando porque es la única ley retroactiva en Chile (y sin duda en muchos países), o sea, sus efectos y vigencia afecta a cualquier preso sin importar si sus condenas fueron dictadas años e incluso décadas antes de su promulgación. La eliminación del artículo 1 de dicha ley sustituido por el actual artículo 9 significa un endurecimiento sin precedentes de los requisitos para optar a la libertad condicional, la que dejó de ser un derecho de l@s pres@s para convertirse en un beneficio. Se aumentó considerablemente la proporción de cumplimiento de una pena para poder optar a este hoy beneficio, así, si antiguamente se exigía la mitad del cumplimiento de una condena, hoy se exige 2/3. Además, cambió el sistema que otorgaba las libertades condicionales, antes colegiado entre gendarmería, jueces y policías, hoy su otorgamiento depende exclusivamente de una institución nefasta, fascista, aniquiladora y torturadora como lo es gendarmería.

¿Cómo afecta todo esto en particular al preso político Marcelo Villarroel Sepúlveda?

A Marcelo Villarroel lo afecta particularmente. Él lleva un total de 25 años encarcelado en 3 períodos. Actualmente se encuentra condenado a 14 años por una expropiación bancaria, con los actuales más de 11 años transcurridos tras las rejas debería estar fuera de ellas, pero debido a una condena impuesta hace más de 25 años por la putrefacta justicia militar se encuentra a largas décadas de poder acceder a la libertad condicional.

Él es el único Prisionero Político en el país condenado por fiscalías militares, aunque se supone que desde hace años ningún civil puede ser juzgado por ese engendro de justicia; sus condenas que suman 40 años se retrotraen al contexto de su militancia en el Mapu Lautaro, organización guerrillera que desde la dictadura de Pinochet combatió con armas en la mano al sistema capitalista en versión fascista y neoliberal y a su continuidad “democrática” luego de marzo de 1990. Hoy el órgano jurisdiccional que vela por el cumplimiento de las penas – gendarmería- ha determinado que Marcelo le “debe” a los tribunales militares más de 25 años de condena, por lo tanto, luego se cumplir su pena por el “caso security” debe recién comenzar a cumplir los años que supuestamente le faltan.

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Mesa redonda. Pocos, buenos y seguros

Con motivo de la recta final de la campaña de micromecenazgo del cortometraje Pocos, buenos y seguros, Empatik Films y la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica A Coruña han celebrado una mesa redonda para presentar el proyecto en streaming. Los dos temas principales que se han abordado son la necesidad de recuperar la memoria de la revuelta de los presos sociales durante la Transición y la posibilidad de cuestionar el sistema penitenciario contemporáneo mediante este trabajo cinematográfico.

Con Agustín Moreno Carmona y Antoine Nieto Galindo, co-fundadores de la COPEL. Ambos se conocieron en 1977 durante un motín en el Hospital Penitenciario de Carabanchel. Estarán acompañados de César Lorenzo Rubio, autor de Cárceles en llamas. El movimiento de presos sociales en La Transición, historiador y miembro del Grupo de Estudios sobre la Historia de la Prisión y las Instituciones Punitivas; Ales Payá, productor, co-guionista y co-director de Pocos, buenos y seguros; y David Soto, profesor de Derecho de la Universidade da Coruña y miembro de Esculca: Observatorio para a defensa dos dereitos e liberdades. La mesa estará moderada por David Fernández, periodista y activista social.

Página del proyecto en Goteo: https://goteo.cc/pocosbuenosyseguros
Kit de prensa (imágenes, dossier, cartel):
Contacto: Ales Payá, productor y co-director – info@empatikfilms.com