Aunque, entrado ya el mes de marzo, todavía comunicaron un par de compañeros presos su disposición a hacer sus diez días de ayuno dentro de la huelga de hambre rotativa por la excarcelación de las personas presas gravemente enfermas, este mes ya empezó con sólo dos compañeros dispuestos a seguir la cadena y uno de ellos se retiró muy poco antes de que le llegara el turno. Mientras se estaba discutiendo si reanudar los ayunos rotativos en abril o no, empezó la maniobra mundial de manipulación de masas llamada “crisis del coronavirus”, que se está sufriendo ahora en las cárceles en medida aún más ofensiva y opresiva que en la calle. Sin olvidar las propuestas que se habían hecho, por ejemplo, de reanudar la lucha con una huelga de hambre colectiva, todxs a una, el primero de mayo, el compañero Toni Chavero envía, desde el primer grado de la cárcel de Estremera, una propuesta para encarar de forma colectiva, dando así continuidad a los intentos anteriores, la difícil situación que plantea el “estado de alarma” por el coronavirus, que en la cárcel es un verdadero estado de excepción, con aislamiento, privaciones y represión y ninguna media preventiva real. La necesidad de excarcelación de las personas presas enfermas y mayores de 70 años, lo mismo que el resto de las 14 reivindicaciones de la propuesta de lucha colectiva, es ahora más actual que nunca.
Cárcel de Estremera, 18 de marzo de 2020
(…) Ahora y tras leer lo que comunicó des Oporto (Portugal) nuestro querido compañero Gabriel, así como comunicados de diferentes grupos anticarcelarios que nos ponen al tanto de lo sucedido en Portugal, en Italia y, al parecer, también en el territorio del Estado español, aunque no estoy seguro al cien por cien, ya que, en el momento de escribir esto, aún me falta información, lanzo una propuesta que va muy ajustada de tiempo (porque no hay tiempo, simplemente) y, además, se nos junta con la psosible huelga de hambre del 1 de mayo. No sé si será viable.
Al parecer, el día 25 de marzo terminaría la “cuarentena” a la que nos han sometido los hierofantes de la SGIP y los políticos, que han sembrado el terror y el pánico a través de sus medios de desinformación entre la pobalción alienada y sin pensamiento crítico, obedientes de un gobierno obtuso y totalitario que van de progressitas y son unos nazis de mierda. A nosotrxs lxs presxs nos han aislado más si cabe y parece ser que esta situación se va a amntener por más tiempo, es decir, el día 25 no terminará, por lo que creo necesario movilizarnos al respecto de este secuestro al cubo. La cárcel dentro de la cárcel (aislamiento)=cárcel2+incomunicación por cuarentena=cárcel3.
Los que estamos secuestrados en aislamientos automatizados no podemos llevar a acabo otro tipo de acciones. Aunque nos gustaría, es físicamente difícil, por no decir imposible, y tampoco seré yo el que os invite a que aumentemos (más si cabe) los años de condena intentando realizar acciones radicales. Yo propongo, y pongo a debate, lo siguiente: si el día 25 de marzo no nos levantan esta cuarentena que conculca nuestros derechos fundamentales y humanos, podríamos realizar ayunos reivindicativos con denuncias a la SGIP y a la subdirectora de sanidad penitenciaria Carmen Martínez Aznar, así como al conjunto de instituciones nazionales.
Eso, como poco, proque yo estoy dispuesto a reaalizar huelga de hambre y todo lo que esté en mis manos, a pesar de las consecuencias que me traiga cualquier movida que pueda preparar, ya que la situación de este estado de excepción que nos han impuesto no es más que terrorismo de Estado.
En los escritos a la tal Carmen Martínez Aznar le propondré otras emedidas de “control” sanitario, a fin de poder ver a nuestros seres queridos, como tomarles la temperatura o lo que hostias se nos ocurra, el fin es conseguir romper esta represión en la que nos han confinado dentro y fuera.
En definitiva, yo, si no se elvanta el 25 de marzo esta cuarentena, inicio ayunos el 26, 28 y 30 de marzo, el 1, 3, 6, 8 y 10 de abril, esos ocho días, salteados en principio, con escritos a lxs susodichxs. Siento mucho que no haya tiempo suficiente, si os llega tarde la propuesta y la queréis secundar en la forma que prefiréis hacerlo, yo me uniré a lo que sea, la cuestión es no cruzarnos de brazos y, a ser posible, actuar unidxs, intentando desarrollar y mejorar la coordinación que hemos conseguido hasta ahora.
Lo que no tiene sentido es que se nos prohíba comunicar con las familias y estén entrando y saliendo lxs carcelerxs y todo el personal carcelario que aquí “labora”. ¿Acaso ellxs no nos pueden contagiar también? ¿O es que están bendecidos por el espíritu Santa Claus? ¿Qué hostias pasa aquí?
¡Ánimo, fuerzas, solidaridad, gratitud, amor fraternal y rabia anticarcelaria! ¡Salud a tdxs, dentro y fuera! ¡Que no cese la lucha por una sociedad sin jaulas!
Toni
Fuente: Tokata