Vanesa Arroyo y Jesús Navascues (han querido que sus nombres se hagan públicos) son dos personas que llevan encerradas 47 días en el módulo de enfermería del Centro Penitenciario de Zuera. Son pareja e ingresaron voluntariamente en la cárcel para cumplir dos cortas condenas.
Residen en el módulo de enfermería con “apoyo sanitario” debido a las diversas patologías que sufren. El apoyo sanitario está compuesto por otras personas presas que les acompañan las 24 horas del día.
En dos informes médicos a los que CAMPA ha podido tener acceso consta la siguiente información:
“Vanesa presenta problemas de desplazamiento debido a su patología psiquiátrica (trastorno bipolar) y alteraciones del equilibrio, ceguera total y además, según refiere, fobia a los transportes y sitios cerrados.”
“Jesús en el momento actual está diagnosticado de ceguera por retinosis pigmentaria y entre sus antecedentes consta un ictus con hipoestesia en extremidad superior izquierda.”
La intención de ambos es solicitar la clasificación en tercer grado para poder cumplir la condena en régimen de semi libertad que les permita vivir dignamente. Tienen dificultades de movimiento y de acceso a los recursos más básicos, como por ejemplo a la lectura. No se les ha proporcionado libros en braille.
Desde CAMPA queremos hacer pública esta situación para hacer visible cómo la cárcel y el sistema penal una vez más demuestran el lado más perverso y menos humano, permitiendo el encierro de personas como Vanesa y Jesús.
Fuente: CAMPA