En el siguiente artículo, publicado hoy en catalán por Vicent Almela en la página web de La Directa, relata el compañero, según informaciones recogidas de familiares de presos en la misma puerta de la cárcel de Brians I, otras trasmitidas por el grupo de apoyo a Amadeu Casellas, otras por el colectivo anticarcelario Pronoia, de Murcia, y otras de diversa procedencia, lo que está sucediendo, en primer lugar, en Brians I, pero también en otras cárceles del Estado español –como en Fontcalent, donde algunos presos han prendido una hoguera en el patio– en respuesta a las medidas de privación impuestas a lxs presxs con la excusa de la “epidemia” de coronavirus. Aunque no lo refleja el artículo, al parecer, ha habido también un motín en la cárcel de Tahíche (Lanzarote); la versión del falsimedio por el que nos hemos enterado, procedente de un sindicato corporativista de los boqueras, es sencillamente impresentable. Por un post en una red social hemos sabido también que en el módulo 3 de la cárcel de Sangonera (Murcia I) se había convocado para la tarde de ayer una sentada, en protesta por las restricciones impuestas por motivos tergiversados y el real abandono médico.
CIEN INTERNOS DE BRIANS I INICIAN UNA HUELGA DE HAMBRE COMO RESPUESTA A LAS RESTRICCIONES POR LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
Tras la detección de un caso positivo en Brians 2, actualmente todas las personas internas en el módulo 13 del centro penitenciario catalán se encuentran confinadas y, según testimonios de las familias que hoy han ido a com, basándose enunicarse con los internos, habría más personas con síntomas a los módulos 4 y 8 del mismo centro penitenciario. La huelga comenzó el pasado viernes en el módulo 1 del centro penitenciario de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires, como respuesta a las medidas restrictivas impuestas por el Departamento de Justicia.
Nervios y mucha incertidumbre es lo que se ha vivido esta mañana durante las comunicaciones en los centros penitenciarios catalanes de Brians 1 y 2, en el municipio de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). Muchas familias y amistades de personas presas que tenían autorizados vis a vis, familiares o íntimos durante el fin de semana se enteraban en la puerta –y por parte de los funcionarios– que estas comunicaciones habían quedado completamente prohibidas desde el pasado viernes bajo órdenes del Departamento de Justicia –siguiendo las medidas aplicadas por el Ministerio del Interior español para prevenir la expansión del coronavirus en las cárceles– y que, por tanto. sólo podrían comunicar con ellas a través de locutorio con vidrio por medio.
Antes de entrar, entre las familias también se comentaban las últimas noticias hechas públicas ayer por el departamento de prensa de la Generalitat, donde se informaba sobre el primer caso positivo del virus en una prisión catalana, concretamente en Brians 2, y otros ocho casos de personas presas y de un trabajador con posibles síntomas en el mismo centro. Una vez detectado por parte de los servicios médicos, este interno del módulo 13 fue trasladado inmediatamente al hospital penitenciario de Terrassa, y desde ese momento los 105 internos del módulo quedaron completamente confinados. Es decir, actualmente pueden salir de su celda, pero no pueden realizar cualquier otra actividad fuera del módulo, al menos durante las próximas dos semanas. Respecto a las sospechas de nuevos casos de infección en los módulos 4 y 8, por el momento han quedado en observación, a la espera de un diagnóstico.
Según el testimonio de familias que han entrado esta mañana a comunicar en este centro, “los presos están muy asustados y no tienen mucha información sobre lo que está pasando, además nos han dicho que muchos funcionarios no llevan mascarilla ni guantes, y que ellos tampoco están recibiendo ningún tipo de medida protectora para no contagiarse el virus dentro de los módulos “. “Esto es una ratonera, y con un espacio tan reducido, si lo coge una persona del módulo, se contagiarán todas las demás”, aseguran desde la asociación de Familias de Presos en Cataluña, que añaden que “hay que ser conscientes de que hay mucha gente con situaciones de salud muy complicadas, y por lo tanto es un riesgo muy grande mantenerlos allí. “
De momento, a pesar de las recomendaciones por parte de los funcionarios de suspender también las comunicaciones con cristales, hoy domingo han continuado las visitas –a través de los locutorios– durante todo el día, y se han ampliado a 50 minutos para intentar compensar la cancelaciónción de los vis a vis. También continúan activas, de momento, las comunicaciones previstas para los 105 presos del módulo 13, que ahora mismo quedan confinados sin poder desarrollar ninguna actividad fuera de este recinto y donde algunos de ellos ya presentan los primeros síntomas de poder estar contagiados.
Durante las comunicaciones de la mañana, también ha habido algunas tensiones entre familias y funcionarios, muchas veces por la falta de información o por discusiones derivadas de las insuficientes medidas de prevención para no contagiar el virus por parte de los funcionarios. Según advierten desde la asociación de Familias de Presos en Cataluña “es muy importante que todo el mundo esté bien informado de lo que ocurre dentro y fuera, tanto los presos como las familias, y sobre todo que las instituciones y los funcionarios tomen todas las medidas preventivas posibles para evitar que el virus se propague dentro. Las cárceles son espacios muy sensibles, y es necesario que todo el mundo se ponga las pilas “. En la misma línea, tanto desde la asociación de Familias de Presos en Cataluña, como desde el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Univesidad de Barcelona (OSPDH) y el centro para la defensa de los derechos humanos Iridia, se considera “imprescindible” , en un momento de tanta falta de información y nervios, “la apertura de un canal abierto de transmisión de información a tiempo real sobre cómo evoluciona la situación en las cárceles” por parte del Departamento de Justicia de la Generalitat, ” para que todo el mundo, ya sean familiares, amigos, entidades de defensa de los derechos humanos o los grupos de apoyo, estén bien informados de lo que ocurre dentro de las prisiones en todo momento.”
A través del testimonio de otras visitas que han ido a comunicar esta mañana en Brians 1, la Directa se ha podido enterar de que desde el pasado viernes un grupo de personas presas puso en marcha una huelga de hambre como respuesta a las medidas restrictivas impuestas por el Departamento de Justicia, que suspendió desde eses día todos los vis a vis familiares e íntimos, así como todos los permisos concedidos a las personas presas para poder salir de prisión, al menos durante un periodo de 15 días. Hoy en día, ya son 100 –de un total de 180– los presos del módulo 1 que han decidido sumarse a la huelga de hambre .
En un comunicado publicado por el grupo de apoyo a Amadeu Casellas –que se encuentra preso desde hace casi dos años, en espera de juicio, en este mismo módulo de Brians 1 y también participa en la protesta colectiva–, denuncian que “nos aplican estas medidas restrictivas con la excusa del virus, mientras los funcionarios se pasean por el recinto sin medidas de protección”, y también afirman que “de momento son únicamente ellos los que tienen contacto con el exterior de forma continua y hasta ahora han sido los responsables de introducir el virus en todos los casos detectados”. Los presos que han iniciado la acción de protesta también denuncian amenazas por parte de los funcionarios “de cortar completamente las comunicaciones” en caso de protestar o no querer acatar estas nuevas medidas restrictivas: “Continúan asustando a los familiares para que no vengan a comunicar, aunque ahora sólo podemos hacerlo través de cristal, mientras los funcionarios no utilizan ninguna clase de medida preventiva y tienen contacto con el exterior a diario”.
Según explican desde el grupo de apoyo al preso, hoy domingo durante el almuerzo, mientras los presos estaban en el comedor y recogían los cubiertos sin la bandeja de la comida como señal de protesta, un grupo de funcionarios les ha comenzado a recriminar su actitud. A raíz de ello, algunos de ellos les han explicado que estaban en huelga de hambre y cuáles eran los motivos de la protesta. Ante esto, la reacción de los funcionarios ha sido pedirles los documentos de identidad, llevar a tres de ellos a los departamentos de aislamiento y amenazar al resto. Ante la represión y las amenazas disciplinarias de los trabajadores del centro, algunos presos han decidido desistir de la huelga de hambre.
En la prisión de Wad Ras, en Barcelona, también se ha conocido un primer caso de coronavirus, el de una mujer a la que le quedaban pocos días para salir en libertad. En este caso, la dirección del centro le ha dejado salir finalmente, pero el resto de mujeres con las que tenía trato diario aún están a la espera de pruebas. Ayer también se produjeron instantes de tensión durante las comunicaciones en este centro ubicado en el barrio de Poble Nou de Barcelona, cuando en la puerta de entrada se juntaron un grupo de personas reclamando la libertad para las presas.
Las protestas se extienden a otros centros penitenciarios del Estado
También hoy por la mañana, en la prisión de Fontcalent (Alicante), varios internos protestaron prendiendo una hoguera en el patio con el objetivo de protestar por la falta de información y medidas de protección ante el coronavirus dentro de los centros, según informó el sindicato CSIF en un comunicado. La central sindical, que reclama al Ministerio del Interior que garantice material de protección y dotación de personal médico en todas las prisiones españolas, asegura que el incidente ha sido controlado por los funcionarios sin que haya habido heridos. Desde el grupo de apoyo a personas presas Colectivo Pronoia, también denuncian en un comunicado que hoy por la tarde les han impedido entrar a comunicar a la prisión de Campos del Río (Murcia) a través de los locutorios, según los funcionarios, siguiendo órdenes del Ministerio del Interior. A estas alturas, no hay ninguna comunicación oficial desde las Instituciones Penitenciarias españolas sobre la prohibición de las comunicaciones vía locutorio a través de cristales, sin embargo, parece que en cada prisión se está operando de una forma diferente según los criterios del funcionariado del centro.
El último contagio de coronavirus en las cárceles del Estado español se ha localizado en Melilla. Se trata de un jefe de servicios. En este mismo centro han enviado a su domicilio a otros doce trabajadores, que actualmente están en cuarentena. Hasta el momento, se han contabilizado 164 internos y medio centenar de funcionarios aislados, a la espera de conocer una cifra oficial de positivos.
Fuente: Tokata