A la deriva, hundiéndonos, …, pero nunca rendimos el barco y aquí estamos a flote remolcadas por tres grandísimas bandas, ZERO, LOS VIBRADORES y KASKARRIAK, los compañeros además de colegas de PRODUCCIONES TUDANCAS y las manos y el corazón de la persona que se ha currado el cartel que tienes aquí debajo.
Era finales de noviembre de 2019 cuando HENAS convocó una concentración frente al colegio de médicos de Cantabria, dentro de una convocatoria coordinada entre varios grupos anticarcelarios que se llevó a cabo en 10 ciudades el mismo día. El contexto era una de las huelgas de hambre rotativas dentro de varios talegos por la desatención sanitaria en prisión, está en concreto fue por la excarcelación de las personas presas con enfermedades graves, y como siempre, éramos muy pocas las que nos concentramos. Ahí fue donde conocimos a Lander.
Si la atención sanitaria era claramente insuficiente en 2018, 2019…la cosa no ha mejorado, en absoluto, a partir de 2020. Tampoco han cesado las luchas dentro del talego, pero desde fuera no acabamos de poder dar estructura ni ser altavoz de sus luchas.
El caso, como iba diciendo, es que Lander vino a una de estas concentraciones y ahí, nos conocimos. Él venía del penal de Burgos, recién concedido el 3er grado, después de muchas entradas y salidas del talego, y quería participar de las luchas ahora que por fin estaba fuera, pero había problemas. Llegaba a Santander para vivir (acabar de cumplir la condena) en un centro tutelado por Cáritas, las que conocemos un poco el mundo de “lo social” sea por la razón que sea: porque la necesitamos, porque curramos en ello o porque nos hemos chocado frontalmente con ello sabemos que la iglesia está metida hasta atrás en los márgenes de los márgenes, lucrándose y fomentando la caridad, tan lejana a la solidaridad y la horizontalidad. El único cambio que parece que se está produciendo es que la iglesia católica está dejando más espacios a la evangélica, vamos, que nos cambian un Cáritas por un Nueva Vida y a seguir igual.
Bueno, Lander estaba en el Centro Belén, de Cáritas, que está en Candina. Cuando sales del talego normalmente tienes que tener un domicilio fijo, si no, es difícil que te dejen el 3er grado. Este centro cumplía esta labor, darte un “domicilio fijo” para que pudieses salir, pero claro…de autonomía y de dignidad mejor ni hablamos.
Sabemos cómo está el mercado de la vivienda, con las ayudas de mierda que te dan es muy difícil mantener un alquiler, más complicado poder pagar las fianzas y ya, en la distopia habitacional en la que estamos inmersas ya es hasta difícil que te alquilen nada…por su puesto esto complicaba la salida de Lander del centro. Pero esto, es igual para todas. Qué Lander fuese plenamente consciente, que se moviese u buscase grupos de apoyo mutuo, que se rebelase contra esta maquinaria aplastante de lo “social” porque era un guerrero inconforme es lo que marcaba la diferencia, pero no podemos olvidar a todas las personas que viven esta realidad sin apoyos y silenciadas.
Lander tenía problemas pulmonares, seguramente años de cárcel no hicieron bien a su condición. Cuando acabó de cumplir, encontró un piso dónde podía alquilar una habitación y consiguió salir del centro que se quedaba el 80% de sus ingresos como “aportación”. La habitación era como era, pequeña, oscura… vivía con currelas, migrantes, sobrevivientes en lo precario.
Después de un tiempo, Lander sufrió una fuerte recaída, fue hospitalizado, un pulmón a penas funcionaba y el otro estaba totalmente inservible. Es ahí y de Lander, ingresado en una cama del hospital, de donde sale la idea de hacer un concierto para sacar dinero para apoyar a las personas presas. Después de cubrir gastos, toda la pasta que salga del concierto ira para «LA CORDA. Grup anticarcelari del camp de Tarragona», que siguen tirando del carro en esta lucha. En las visitas nos dimos cuenta de que le ataban a la cama, (en una planta de cirugía torácica). La contención se usa de manera casi automática en los centros: cárceles de adultos y de niñes, CIEs, hospitales… Tenemos las cintas de contención, hubo que pelear el que se las quitasen, primero mientras estábamos con él, luego cuando nos teníamos que ir por la noche, …, y mantener esa pelea. Recordamos cuando nos dijo: “cógelas y llévatelas, si no las ven no las usan, pero como están en la habitación me las ponen casi automáticamente.” Me las llevé y nunca le volvieron atar, porque no era necesario, pero cuando cumples ciertas características se te aplica un protocolo y eso es así.
No tienes los mismos derechos, no te los has ganado, hay que tener cuidado contigo, tendrás que demostrar si eres digno de un trato diferente. Te vamos a atar, porque hace falta contenerte, qué más da, ya estarás acostumbrado a esos tratos, a estas praxis. Tenemos que cumplir con el protocolo.
Lander estaba muy enfermo, en el hospital lo sabían, pero no iban a dejarle ocupar una habitación de hospital, tenía que salir. Cuando vas a tener un ingreso de larga duración lo normal es que te deriven a un recurso externo ¿Qué hay en Santander? Empresas privadas, financiadas con fondos públicos y gestionadas por la Iglesia. Se solicitó el ingreso en el Hospital Santa Clotilde, pero estas entidades tienen derecho de admisión, por el perfil de Lander, lo dejaron fuera. Encontrar otra residencia iba a costar un poco de tiempo, conseguimos una cita con las hermanas de la caridad (la iglesia, otra vez) pero a Lander no le dio tiempo.
Del hospital de Valdecilla le dieron la patada, le mandaron a su casa. A su casa, a la única que te puedes pagar con una ayuda de mierda, a la habitación fría y húmeda que da a un patio interior. Después de haber cedido, de haber aceptado una nueva institucionalización porque NO EXISTE otro recurso, descubres que el que hay, tiene derecho de admisión.
Ni la trabajadora social, ni la gerencia, ni el ayuntamiento, ni la comunidad autónoma tienen una solución, un recurso público…nada. Esto, es lo que valen las vidas humanas si cogen ciertos caminos.
La cárcel es una medida coercitiva, sabemos que muy lejos anda de la inserción y rehabilitación de la que hablan. Te quitan de en medio, hasta el final. Esta es la historia de Lander, que vivimos en primera persona porque era nuestro amigo, se convirtió en nuestro compañero. Otros vivisteis otras épocas, seguramente otro Lander…y estamos encantadas de que hayáis venido hoy aquí, sabemos lo que hay y lo odiamos con todas nuestras fuerzas.
¡¡¡ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!!!!