Por qué muere nuestra gente en las cárceles

Porque allí son habituales las torturas y malos tratos. Existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a sus víctimas. Se traslada arbitrariamente a la gente, desarraigándola de su entorno social y familiar. Se obstaculizan las comunicaciones con la calle, imponiendo despóticamente su intervención o su privación como castigo. El acceso a la cultura casi no existe. Se censuran las publicaciones «por motivos de seguridad». No existe libertad de expresión ni de asociación. La explotación laboral es enorme. Las mujeres presas están doblemente discriminadas, por presas y por mujeres.

La situación sanitaria es catastrófica, porque la administración penitenciaria incumple sistemáticamente su obligación legal de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas, sanitarias y farmacéuticas iguales a las de cualquier ciudadano. Se abandona a los enfermos sin proporcionarles la medicación y los tratamientos que podrían salvarles. Y, sin embargo, no se aplica la legislación que dispone que deben ser liberados los enfermos muy graves y con padecimientos incurables más que cuando ya es inevitable su muerte a corto plazo. Los enfermos psiquiátricos constituyen un porcentaje muy elevado de la población reclusa, sin que se les reconozca su condición ni se les cuide, yendo a parar muchos de ellos, por el contrario, al régimen de castigo, de donde han salido muertos unos cuantos. En las cárceles no existe psiquiatría ni psicoterapia que valga. Y no es que pensemos que la actividad corriente de los «profesionales de la salud mental» sea ninguna panacea, pero siempre será mejor que el aislamiento, las porras de goma, el gas pimienta o las sujeciones mecánicas.

No es extraño que más de la mitad de los puestos de trabajo médico-sanitario permanezcan vacantes: ¿quién va a querer trabajar en condiciones tan indignas? De los que tienen estómago suficiente, muchos médicos suelen hacerse cómplices de las frecuentes torturas al hacer la vista gorda ante las lesiones resultantes. El tráfico de drogas ilegales está consentido, pero, además, se proporciona a los presos todo tipo de drogas legales adictivas sin apenas control médico, para que no molesten. Se suministra metadona sin necesidad y con tal negligencia que ha habido muchas muertes por sobredosis, administradas por los mismos servicios médicos carcelarios. La mortalidad –muchas veces por causas como sobredosis, suicidio o «muerte súbita»– es en las cárceles mucho más elevada que en la calle y abundan los fallecimientos en extrañas y dudosas circunstancias, nunca aclaradas, ya que no se cumplen los trámites prescritos legalmente para ello ni se ofrece a los familiares la oportunidad de exigirlos.

Las personas presas están indefensas frente a todo eso y ante multitud de decisiones de las autoridades carcelarias y judiciales que les perjudican gravemente. Los Servicios de Orientación y Asistencia Jurídica Penitenciaria y la justicia gratuita son insuficientes. Los Juzgados de Vigilancia, encargados de la «tutela judicial efectiva» de los derechos de las personas presas, inoperantes. El poder punitivo del Estado se ejerce sin respetar ninguno de esos derechos que, en teoría, lo justifican.

Somos familiares y gente solidaria con las personas presas. Algunas hemos sufrido la muerte de nuestros hijos, hermanos o compañeros, supuestamente confiados al “cuidado” de las instituciones estatales. Estamos intentando apoyarnos mutuamente, organizarnos y coordinarnos para afrontar, denunciar y, a ser posible, detener esa situación degradante. Nos dirigimos a toda persona o grupo que pueda sentir alguna solidaridad o afinidad con nosotras para pediros vuestro apoyo. Queremos hacer una campaña de “micromecenazgo” (crowdfunding) para hacer frente a nuestros gastos pendientes y poder mirar hacia el futuro con un poco más de tranquilidad. Os agradeceríamos cualquier tipo de colaboración, económica, de difusión, o del tipo que se os ocurra. Esto es un primer contacto. Habrá más, y os avisaremos cuando iniciemos la campaña.

Familias frente a la crueldad carcelaria

Para más información sobre familias contra la crueldad carcelaria visitar el blog:

https://familiasfrentealacrueldadcarcelaria.noblogs.org/

Fuente: Marcha a Topas

Felices fiestas (en la sociedad del encierro y el olvido)

Un año más no nos olvidamos de lxs compañerxs presxs en estas fechas tan señaladas. Es una realidad que ya hemos entrado de pleno en las navidades, y con ellas llegan las demandas normo-sociales de juntarse con las familias, organizar comidas y cenas rebosantes, regalos y gastos irracionales, postales navideñas, turrones y un sinfín de mandatos culturales preestablecidos y dictados por una estructura social que sitúa el capital en el centro y arrastra el dogma y la religión a sus espaldas.

Estos días las calles parecen fotogramas o historias de instagram. Todo repleto de instantes de alegría, fraternidad y opulencia. ¿Qué es de aquellas personas que no encajan en estos modelos? Algunxs nos engañamos e intentamos con éxito encajar dentro de toda esta parafernalia. Otrxs muchxs no podemos ni tan solo hacer este intento de engaño. Salen a la luz las evidentes desigualdades y las costras que dejan las heridas de un mundo lleno de miseria y marginación.

Dentro de toda la peña que sufre las consecuencias de estar fuera del redil es inevitable acordarse de las personas que están secuestradas en manos del Estado. En las cárceles no hay decoración navideña ni villancicos cuando suena la sirena que saca a todo el mundo de su celda. No hay comidas de empresa, ni cenas familiares, ni árbol de navidad lleno de bolitas de colores, ni tió, ni regalos, ni turrón… Tampoco encuentros con aquellas personas que viven lejos, ni niñxs correteando, ni fotografías, ni largas sobremesas… Es jodido ver que el mundo se lo pasa bien en su paripé instagramer navideño mientras te pudres en un agujero. Es un buen momento para entender que efectivamente te han dejado aisladx, fuera de tus iguales.

En la cárcel de Palencia, La Moraleja, lxs presxs de primer grado quieren denunciar la falta de abastecimiento en el economato de postales para poder enviar a sus seres más queridos, y de turrones y otros dulces para poder montarse su propia fiesta marginada. Quizá para lxs que estamos al otro lado de los muros, nos pueden parecer detalles insignificantes, pero cuando estás rodeado de muros y barrotes, lejos de todo y todxs, estos detalles significan mucho, significan prácticamente todo lo que puedes hacer para vivir de alguna forma estos días y tener un detalle con lxs de fuera y con algunxs de dentro para decirles que lxs tienes presentes y desearles un buen año.

Lxs presxs de aislamiento quieren expresar que hicieron una instancia el día 17 de diciembre -día programado por esta cárcel para hacer instancias de este tipo- pidiendo al “recadero” (funcionario de prisiones o preso con privilegios encargado de salir a la calle a comprar lo que el economato no tiene) una serie de cosas para celebrar sus fiestas y denuncian que no se les ha hecho efectiva esta petición. Lxs carcelerxs sostienen que ha sido la directora de esta cárcel quien ha expresado, sin ningún motivo ni justificación, un retraso en la solicitud mediante instancia al día 7 de enero para todxs lxs presxs de primer grado. Lo que supondría no recibir nada de la comanda hasta pasadas las fiestas de navidad.

Por poner otro ejemplo de cual es la situación de algunas personas encarceladas, hace un par de meses publicábamos una serie de cartas escritas desde la prisión de Puig de les Basses, en las que las personas allí encerradas nos acercaban a una realidad nada navideña, muy lejos de sus seres queridos y muy cerca de sus verdugos, donde no se cumplen los sueños pero si las pesadillas. Se trataba de los escalofriantes relatos con nombres y apellidos, que contaban con detalle distintas agresiones racistas sufridas en esa prisión. No son casos aislados en un centro aislado, y esto se explica viendo que las consecuencias de estas denuncias solo han sido el traslado de los funcionarios expedientados por dichas agresiones a otra prisión, esparciendo la enfermedad en lugar de curarla. Encima si das un paso al frente, denuncias y pides respeto y dignidad para tus compañeros, en Navidad el sistema penitenciario no te pone en la lista de los niños buenos, si no que se cierra en banda para proteger a sus esbirros y con cualquier excusa te regalan un billete al módulo de aislamiento.

Queremos alzar la voz y enviar un tierno abrazo libertario a todas las personas que viven en sus carnes el encierro, el aislamiento, el castigo y el olvido por parte de una gran mayoría de la sociedad. Seguimos teniendo presentes a nuestrxs compañerxs presxs y esperamos que con el tiempo todas las personas consigamos hacerlxs más y más presentes en nuestras vidas.

Una forma de hacerlo y a la vez transmitirles algo de calor y cariño, son las marchas y concentraciones que se realizan el ultimo día del año delante de algunas prisiones de Catalunya y del Estado español. En Picassent (Valencia), en Navalcarnero (Madrid), en el CIE de Barcelona, en Wad Ras (Barcelona)….También el 30 de diciembre en el CIE de Aluche (Madrid), o el 13 de enero en Brians (Barcelona). Quizá hay mas convocatorias; estás son de las que tenemos constancia a día de hoy.

Ternura y libertad!

Fuente: La Corda

El feminismo y la justicia restaurativa

Ilustración de Elena Pimukova (iStock)

El feminismo como movimiento político y propuesta de transformación está atravesado de debates, conflictos y nudos problemáticos. Uno de estos encarnecidos debates en las últimas décadas se centra en los límites del Derecho Penal para abordar las violencias específicas que sufren las mujeres por el hecho de serlo. ¿El aumento de penas de prisión y el mayor número de encarcelamientos está resultado efectivo para frenar la violencia contra las mujeres? ¿Cuáles son los riesgos del aumento del castigo penal para la propia causa feminista?

Qué es el punitivismo

La creencia de que el castigo por sí solo puede remediar graves problemas sociales tiene un hondo calado en las actuales sociedades. La violencia y la represión son fundadoras del orden social y de la seguridad ciudadana, que descansa en un brazo represor. Es la concepción del “el hombre es un lobo para el hombre” y el Poder se encarga de ponerle límites. A esta creencia cuasi mística de que la mano dura construye sociedades seguras autores como Jorge Ollero la han llamado “penalismo mágico” , y señalan la falta de evidencias científicas que existe entre el aumento del castigo penal y la disminución de los delitos.

El punitivismo es una tradicional arma electoral en los debates políticos. El populismo punitivo consiste en centrar el debate de manera sensacionalista sobre concretos problemas de seguridad ciudadana y hacer promesas electorales de resolución de estos a través del aumento de penas. Piénsese en el terrorismo, en la ocupación de viviendas o en las violencias sexuales.

El concepto de seguridad ciudadana que utiliza el populismo punitivo es muy estrecho y está ligado a la seguridad pública, la que se ve en las calles, olvidando que la seguridad tiene una dimensión material que tiene que ver con el acceso a la renta, a la vivienda o a la sanidad, entre otras cuestiones. Inseguridad ciudadana también es no llegar a fin de mes.

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Reinserción no, laberinto: reflexiones de un preso con muchos años pagados

CRITERIO DE LEY

Nosotros, la población reclusa, obtenemos los escasos beneficios penitenciarios dependiendo de los criterios objetivos y subjetivos de los equipos de tratamiento de los centros penitenciarios. En España hay un alto porcentaje de internos que cumplimos todos los requisitos objetivos para obtener “beneficios penitenciarios”, desde un trabajo pasando por un permiso ordinario hasta la libertad condicional. No entiendo el porqué, esta gran mayoría cumple sus condenas íntegras o, en el mejor de los casos, solo cuando nos quedan unos pocos meses para acabar de cumplir, nos dan un par de permisos; literalmente, una propina, para que salgamos en libertad con una sonrisa.

La pregunta que nos hacemos muchos internos es ¿para qué sirve el reglamento penitenciario? Pues no hace falta ser muy inteligente para deducir que, por muchos artículos de dicho reglamento que beneficien al reo, el mismo equipo de tratamiento nos los echa para atrás, cuando el mismo reglamento dice que cualquier beneficio penitenciario depende del criterio del mismo equipo. Pero lo peor de todo es que dependemos de unas personas que apenas conocemos y que, por supuesto, apenas vemos, pues sólo nos atienden en una entrevista personal una vez cada seis meses, cuando nos van a revisar el grado y siempre para hacernos las mismas preguntas. Pero la pregunta que nos hacemos nosotros es cómo podemos confiar los internos en un equipo de tratamiento que no tiene ningún tipo de empatía ni apenas trato con nosotros: te llaman una vez cada seis meses, te hacen cuatro preguntas y hasta dentro de otros seis meses. Y, cuando te niegan el permiso a pesar de que cumples todos los requisitos objetivos que requiere el reglamento penitenciario, te argumentan simplemente que no estás preparado para tener una vida en semilibertad por motivos subjetivos. Y como para la mayoría de los jueces de vigilancia penitenciaria pesa más el criterio que el reglamento, pues a cumplir la condena íntegra. Mientras no haya un beneficio que sea decretado por ley, mientras no se obligue a los centros por algún artículo y se derogue el criterio de los equipos, seguiremos en al misma situación.

La excarcelación por enfermedad es otro de los derechos que tenemos los reos que en la mayoría de los casos, más de un 90%, no se cumplen. Un pensamiento de los equipos de tratamiento de los centros penitenciarios es otorgar este beneficio justo cuando a las personas afectadas les quedan pocos días para morirse, siempre saliendo del centro penitecianciario al hospital. Sin dar la mínima opción a que puedan morir en un entorno familiar, en sus propios hogares. Según este pensamiento, la persona gravemente enferma, en lugar de aprovechar para bien esta medida que está en el reglamento penitenciario, la utilizará para delinquir. Esta es la retorcida manera de pensar de un grupo de “profesionales” que se olvidaron su corazón en la entrada de los centros penitenciarios y aún no se han dado cuenta de que entran a trabajar sin él. Pero lo peor de todo, para mí al menos, lo más grave es que estas actuaciones son avaladas tanto por los jueces como por los gobiernos.

AISLAMIENTO

Creo que la finalidad de que un interno acceda a este lugar es para separarte de tus compañeros, cuando demuestras una agresividad que pone en riesgo su integridad. Al menos debería de ser así, y en muchos de los casos no tengo ninguna duda de que es correcto. El problema es el trato que nos dan los carceleros en este departamento. Digo el trato, aunque sería mejor decir el poco o ningún trato, porque, una vez que acabas en el módulo de aislamiento, eres totalmente olvidado por ellos.

Yo, personalmente, han sido muchas las veces que he acabado en este lugar y casi siempre solo me abrían la puerta para darme la comida o la medicación. El timbre para llamar a los carceleros era mejor no pulsarlo, pues, si lo hacías, venían con las porras para recordarte con ellas en la mano que no debías hacerlo. El ninguneo, los malos tratos, vejaciones, insultos y un etcétera inacabable de detalles que podría enumerar sobre cómo se nos trata en este departamento. Y el problema no es sólo esto, sino que los médicos hacen oídos sordos sobre esta cuestión. Estamos totalmente olvidados y, cuando denunciamos sobre estos asuntos, fácilmente nos desacreditan. Es muy fácil desacreditar a un reo ante un juzgado, incluso ante la prensa. Somos delincuentes, estamos acostumbrados a mentir en cualquier situación, a no respetar a nuestros semejantes, por eso digo que a la hora que los carceleros quieran airearse de estas denuncias, con decir cualquier barbaridad sobre nosotros lo tienen todo ganado.

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La sub medicina en las prisiones va de mal en peor

Pocos, mal pagados, escudo de los carceleros con que cumplir las normas represivas más abyectas , y dependiendo siempre en sus decisiones del placet de los superiores jerárquicos (Director y Jefes de Servicio ) de las prisiones donde ejercen lo que podríamos llamar SUBMEDICINA) ,así llevan gestándose las condiciones de trabajo de quienes la practican. Por eso más de la mitad de las plantillas de médicos de las cárceles españolas han abandonado ya el barco. A bordo quedan sin citas externas de sus problemas crónicos, sin otra cosa que pastillas para dormirse o despertar, alternando en los casos menos sumisos las contenciones mecánicas, las palizas y el aislamiento, pensando en el suicidio o llevándole a cabo, o simplemente muriendo lentamente.
¿Que se puede esperar de la privatización, que se implanta ya de forma acelerada y creciente en la Sanidad Penitenciaria como en Caceres, A Lama, Teixeiro, Cuenca, Mallorca ..?.

Si echamos un vistazo a todas y cada una de las «externalizaciones» de servicios públicos , y estando legitimado por los Gobiernos su derecho a sacar rentabilidad económica a sus prestaciones, el dibujo ya está hecho:
Restricciones de todo tipo, precariedad absoluta de sus trabajadores, y baja calidad de la asistencia que presten. SI ERAMOS POCOS, PARIÓ LA ABUELA.
Por eso y por la dignidad de las personas encarceladas planteamos la AUTOGESTIÓN DE LA SALUD , como herramienta de lucha y resistencia.

Fuente: solidarios de la sanidad

 

Los efectos del corporativismo penitenciario, en el punto de mira

Los compas de «Fuera del orden» han traducido del catalá el siguiente texto, escrito por Ester Fayos y publicado en la página de la Directa.

La agresión contra un interno de la prisión de Villena (Alto Vinalopó) por parte de tres funcionarios reabre el debate sobre el corporativismo por parte del funcionariado penitenciario y las dificultades a las que se enfrenta la población reclusa y sus familias para denunciar posibles vulneraciones de derechos. Los obstáculos van desde el miedo hasta las amenazas y la intensificación de las torturas para proteger los intereses, los privilegios y los discursos del funcionariado de prisiones.

El pasado 16 de agosto, la prensa se hizo eco de la presunta agresión de un preso con problemas de salud mental a tres funcionarios de la prisión de Villena (Alto Vinalopó) que, según denunció el sindicato «tu abandono me puede matar», acabaron en el hospital con «diversas lesiones en los ojos, la frente, los pómulos y el antebrazo». Las imágenes grabadas por las cámaras, reveladas unas semanas más tarde, mostraron una secuencia de los hechos completamente diferente: los funcionarios esperaban que el interno saliera de su celda para reducirlo, en menos de un minuto, con una cincuentena de porrazos y puñetazos ininterrumpidos, que continuaron cuando el preso se encontraba ya inmovilizado por los tres agresores, quien incluso le pisaron las piernas y el pecho. Después de dos minutos y medio, llegaron cuatro carceleros más, los golpes cesaron y el interno fue trasladado por el pasillo.

Nada más producirse la agresión y difundirse la versión de los agresores, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias inició una investigación y presentó una denuncia en el juzgado de guardia de Villena. Días más tarde, la subdirectora de la prisión, como responsable de las imágenes que graban los circuitos de seguridad, envió al juzgado el vídeo que desmontaba el relato oficial y, por tanto, obligaba a reconducir el expediente abierto a favor del interno. Entonces, comenzaron a perpetrarse una serie de amenazas contra la subdirectora para evitar su comparecencia. «Te quitaremos la vida por perra» o «Sabemos que tienes las imágenes, bórralas o atente a las consecuencias» fueron algunos de los mensajes que recibió por WhatsApp. Veinticuatro horas antes de declarar, las amenazas se intensificaron. La funcionaria fue atacada en la puerta de su domicilio por cinco o seis encapuchados. «Mañana, calladita», le advirtieron mientras tres de los agresores la sujetaban y otro le propinaba dos golpes fuertes en la cara. Lejos de asustarse, denunció la agresión y, al día siguiente, declaró contra los tres funcionarios de Villena, que han sido expedientados.

Pese a la existencia de pruebas audiovisuales y la gran repercusión mediática del caso, en un comunicado publicado en su perfil de Facebook, el sindicato «tu abandono me puede matar», considera que «el único objetivo» de la supuesta criminalización de los funcionarios es «evitar la movilización de las plantillas para pedir la justa equiparación salarial». Incluso, en las últimas semanas, a través del despacho de abogadas Sánchez Navarro -que también representa al sindicato Jupol de la Policía Nacional española-, han presentado una denuncia ante el juzgado penal y la Agencia Española de Protección de Datos ( AEPD) contra los medios de comunicación que emitieron el vídeo por un presunto delito de revelación de secretos y filtración de imágenes.

Se trata de un caso paradigmático que ha permitido reabrir el debate sobre el modus operandi del funcionariado carcelario a la hora de defender a capa y espada sus intereses, así como la tendencia a negar siempre presuntos episodios de tortura y maltrato en las cárceles. Imágenes tan violentas en el ámbito penitenciario no habían trascendido a la opinión pública hasta el momento. Sin embargo, para los grupos de apoyo a las presas y las organizaciones dedicadas a la defensa de sus derechos, no son un caso aislado. «Existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a quien lo sufre, y lo que también es muy preocupante son los obstáculos y dificultades para denunciarlo», remachan desde el grupo de apoyo a personas presas Tokata. La Coordinadora estatal para la Prevención y la Denuncia de la Tortura, en catorce años, ha registrado un total de 9.085 víctimas de agresiones, torturas y malos tratos en España. Sin embargo, advierten que sus informes anuales sólo recogen las denuncias que «han llegado a nuestro conocimiento y hemos podido contrastar». Y es que en esta ocasión existían unas imágenes que corroboraban el testimonio del interno, pero, tal y como explica Alejandro Forero, doctor en Derecho Constitucional y Ciencia Política y miembro del Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans (OSPDH) de la Universidad de Barcelona, ​​la mayoría de episodios «ni se pueden denunciar ni se conocen».

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La COPEL como fenómeno socio-histórico (1976-1979)

«El movimiento de presos sociales que bajo el rótulo COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) convulsionó las cárceles del Estado español en pleno proceso de transición, demandando principalmente la amnistía total al considerarse también presos de la dictadura franquista, y por otro lado exigiendo una transformación y depuración del modelo carcelario que seguía operando bajo los sombríos métodos del franquismo donde las condiciones y los tratos infrahumanos eran inherentes al sistema penitenciario, marcó un hito en la historia de la lucha al interior de las prisiones en España, tanto por la radicalidad de su accionar como por la profundidad de sus reivindicaciones y la lucidez de los contenidos que desarrollaron en torno a su luchas y exigencias.

La presente investigación busca comprender, desde una mirada antropológica, un fenómeno socio histórico particular de la historia reciente de España a través de la reconstrucción de relatos de vida, relatos que nos hablan, por una parte, de un capítulo clave de la historia contemporánea: el ocaso del franquismo y la transición política y social tras 40 años de dictadura, y por otra parte, nos hablan y nos permiten adentrarnos sobre un fenómeno en específico que aconteció en aquel momento histórico: la lucha que los presos sociales de la transición llevaron a cabo a través de una orgánica informal que plasmó sus demandas y acciones entre los años 1976 y 1979: la Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL)Los tres testimonios que sustentan este trabajo corresponden a ex integrantes de la COPEL.

Tres itinerarios biográficos que se entrecruzan en la vivencia carcelaria del periodo en el cual nos situamos y por sobretodo en la experiencia de una lucha llevada a cabo por presos comunes, sin precedente hasta ese momento en la historia de las movilizaciones de presos en las cárceles del país. Tres memorias vivas que desde la subjetividad de sus relatos nos entregan, no solo datos descriptivos, sino que significados y representaciones en primera persona que, desde una lectura interpretativa y un análisis reflexivo, nos brindan la oportunidad de abordar el fenómeno de la COPEL desde un prisma teórico y metodológico que trasciende lo historiográfico para situarse en el campo antropológico.»

Pablo Bravo González, en el cap.1: «Fundamentos y descripción de la investigación» del trabajo de fin de máster «La COPEL como fenómeno socio-histórico (1976-1979). Una lectura antropólogica a través de relatos de vida»

Para ver o descargar el texto completo del trabajo clica en este texto o en la imagen que ilustra la entrada

Fuente: Tokata

 

«Ruidosxs, furiosxs y ofensivxs contra el sistema penitenciario!» Manifestación en Berlín por Ferhat Mayouf, asesinado bajo custodia

¡Por la libertad, por la vida!

El 23 de julio 2020, Ferhat Mayouf fue asesinado por el sistema judicial en la cárcel Moabit. Mientras su celda estaba en llamas, Ferhat gritó por ayuda durante varios minutos, pero lxs funcionarixs no abrieron la celda. Ferhat era de Argelia, tenía 36 años y era persona de color. La justicia habla de suicidio, ¡pero sabemos que fue asesinato!

Diariamente las personas de color, inmigrantes, están reprimidas, abusadas, torturadas y asesinadas por el sistema judicial racista y el estado racista. Ya sea a través de las leyes de inmigración, por lxs policías o por instituciones estatales como las prisiones. Ferhat Mayouf también sufrió de esta violencia. Acusado de robo, fue arrestado en Neukölln el 29 de junio 2020. Fue llevado a detención preventiva porque no tenía ciudadanía alemana. Debido a que era persona de color, lxs policías le golpearon tanto que sus costillas se rompieron.

En el 01 de julio 2020, Ferhat llegó a la cárcel en Moabit y pidió ayuda médica. Tenía heridas y se quejaba del dolor que la violencia policial le causó. También exigió ayuda psicológica e insistió en que no se sentía bien. En lugar de llevarlo a un hospital, en lugar de atenderle con medicamentos, lxs oficiales de la cárcel decidieron dejarlo sufrir aún más. Lo llevaron a aislamiento y utilizaron métodos de tortura, como por ejemplo dejar encendida la luz de la celda continuamente. Fue golpeado por lxs carcelerxs y luego lo dejaron solo de nuevo.

«Había un día en el que Ferhat cambió.» dicen su compañeros de prisión. «Fue el día en que lxs carcelerxs entraron en su celda y le pegaron».

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Salud mental entre rejas

El cinismo y la hipocresía del Estado español, de quienes lo manipulan en su propio interés y de quienes lo gestionan a su servicio, sean de izquierdas o de derechas, pretendiendo que la administración y explotación de las catástrofes humanas y sociales que ellos mismos provocan pueden contribuir a su solución en lugar de constituir la parte principal del problema, se ponen de manifiesto una vez más en la gestión de la problemática de la enfermedad mental en prisión, donde se machaca cotidianamente a los débiles para consuelo de los sumisos y cobardes, mientras los responsables hacen planteamientos utópicos que no son suficientes para esconder que son ellos quienes mantienen a gente enferma en un régimen de vida destructivo, porque el capital parasitario al que sirven medra a costa de su sufrimiento y porque el humanismo de la mercancía continúa poniendo su filantropía muy por debajo de su codicia. Traducimos un artículo publicado en catalán por Ester Fayos en la página web de La Directa el pasado 27 de mayo, donde se ofrece una concreta perspectiva de todo eso, aportando documentación y algunos testimonios más o menos comprometidos, que pueden ayudar a situarse críticamente frente a ese sector de la máquina punitiva.

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¡Democtadura!

Publicamos el siguiente artículo de Mohamed Achaf. Escrito desde el aislamiento de Archidona el 17 de febrero hace más de dos meses, tiempo que ha tardado en llegar. En la carta nos comunicaba que iba a comenzar otra huelga de hambre por las mismas reivindicaciones de la última huelga de hambre rotativa, hecho que ya difundieron «Desde Dentro» en una carta de Mohamed posterior a la recibida por nosotras, desde esa carta fechada el 14 de marzo no sabemos como se encuentra el compañero.

¡DEMOCTADURA!

Los antisistema y luchadores por la libertad en particular y la mayoría de la gente en general no nos cabe duda alguna de que esos sistemas, regímenes europeos disfrazados de democracia, de derechos humanos, de pleno derecho, de justicia, de igualdad y de valores civilizados, son en realidad dictaduras y tiranías criminales y sanguinarias, que no dudan en sacrificar al pueblo y a la propia tierra, sus habitantes y sus recursos para satisfacer su ego, sus intereses y sus caprichos en los altares y en los templos de sus dioses falsos. Esos regímenes democtatoriales, neofascistas, neocapitalistas, neocruzados, neocolonialistas, neoesclavistas y neoimperialistas, digo neo porque son mediocres, inútiles, ignorantes, e incompetentes en comparación con orígenes y fundadores y antepasados, que eran más inteligentes, más cultos, más competentes y más elegantes políticamente. Han construido su neoimperio sobre las mentiras, falsedades, engaños, manipulaciones, miedos y terror. Y lo han construido a costa del sufrimiento, el dolor, la sangre, el sudor, las lágrimas, la muerte y los cadáveres de los pobres, que son la inmensa mayoría de los pueblos.

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