Manifiesto de la Red Feminista Anticarcelaria de América Latina

Ante la globalización del proyecto fascista de muerte del capitalismo patriarcal y racista, que se ha valido de los estados penales para criminalizar a la población pobre y racializada, destruir sus tejidos comunitarios y posibilitar del despojo de sus recursos y territorios, decidimos articular nuestras luchas y estrategias de resistencia con la creación en el 2020 de la Red Feminista Anticarcelaria de América Latina. Si bien nuestros principales espacios de resistencia y de construcción de comunidad son las cárceles femeniles del continente, nuestra lucha es contra los Estados penales patriarcales que funcionan al servicio del capital y que que históricamente han usado la fuerza de la ley para facilitar y justificar la explotación y control de la población empobrecida y racializada.

Si bien esta política de muerte ya estaba siendo confrontada localmente por nuestras organizaciones, fue en el marco de la crisis sanitaria y humanitaria causada por el virus SARS COV 2, que decidimos articular nuestras luchas. La pandemia reveló cómo las condiciones de vulnerabilidad y violencias preexistentes generaron afectaciones diferenciadas y desproporcionadas para ciertos grupos, afectando de manera profunda a las mujeres privadas de libertad. El COVID19 puso en evidencia la crisis carcelaria que se vive en América Latina desde hace varias décadas, que nuestras organizaciones vienen denunciando. Las condiciones de hacinamiento, la falta de servicios de salud, el carácter punitivo de los sistemas carcelarios, los largos procesos de prisión preventiva, la falta de medidas alternativas al encarcelamiento, explotaron ante la crisis sanitaria. Este contexto nos dio la posibilidad no solo de visibilizar las violencias carcelarias, sino de documentar y mostrar cómo las cárceles son parte de un aparato de muerte más amplio que destruye los tejidos comunitarios y facilita el despojo y el avance del capital. Si bien cada una de nuestras organizaciones desarrolla su trabajo en distintos territorios, bajo el control de diferentes Estados penales, las violencias que enfrentamos tienen muchas similitudes y se articulan en un proyecto civilizatorio de muerte marcado por el militarismo, del que las cárceles son un eslabón más.

Nuestros modos de resistir no se limitan a la denuncia del castigo: también tejemos formas de vida que desafían su lógica. En espacios donde el encierro pretende imponer el silencio y la fractura, hemos sembrado talleres, bordados, relatos, acciones performáticas, escuelas populares y diversos tipos de publicaciones. Estas prácticas no son decorativas ni secundarias: son metodologías de cuidado y herramientas de transformación. Desde la piel hacia afuera y desde adentro hacia lo colectivo, hacemos del arte, la educación popular y la escritura métodos políticos que restituyen humanidad, activan memoria y proyectan otros futuros posibles.

Al mismo tiempo, cuestionamos las ficciones que sostienen el sistema penal, como la reinserción social que responsabiliza individualmente a las personas que fueron dañadas por estructuras de exclusión. Frente a eso, construimos vínculos que no buscan corregir sino reparar y acompañar. Lo hacemos desde una ética radical del cuidado, donde la política se enraíza en el afecto, en el cuerpo, en la escucha atenta y el sostén mutuo. Esta Red, al articular territorios y saberes diversos, se vuelve un espacio común para imaginar lo que aún no existe, pero que todas deseamos: una justicia sin jaulas, sin castigos, sin olvido.

En los diálogos establecidos en estos cinco años, nos hemos preguntado colectivamente por las similitudes y diferencias, por las características de cada suplicio que compone el encierro, por las implicancias del castigo, por las armas del verdugo que trascienden el territorio cárcel, por las heridas y las cicatrices que nos dejan las violencias estructurales en nuestras vidas, aquellas que persisten en este continente desde hace más de quinientos años: violencias de género, clase y raza que se conectan y combinan de formas diferentes.

Pero allí no terminan nuestros interrogantes. También nos preguntamos cómo hacer una bitácora de tácticas y estrategias, de contra efectuaciones, un registro de acciones afectivas, de acompañamientos mutuos, de segundeos cuerpo a cuerpo, palmo a palmo, espalda con espalda, palabra a palabra a la hora de llamarnos compañeres. Hemos compartido también nuestras estrategias de defensa de la vida, dentro y fuera de las prisiones, así como nuestras formas de hacer política desde las resistencias cotidianas. ¿Cómo generar huellas que atestigüen las experiencias del camino recorrido? ¿Cómo hacer del arte, la educación popular y la escritura herramientas vivas sobre nuestro piso común? ¿Cómo hacerlo más allá de la latitud y longitud en la que estamos, a distintos grados de espacialidad, pero conscientes del carácter transnacional de los problemas enfrentados?

Todas estas preguntas surgen de nuestro deseo común de reformular las condiciones actuales de vida, colectivamente, sin borrar las diferencias inscritas en nuestros cuerpos y lenguas. Apostamos a la reparación comunitaria de lo que con saña la justicia punitiva y patriarcal destruyó. Caminamos siempre valorizando e intentando aprender de las experiencias de todes aquelles que nos antecedieron en este largo camino de luchas. Principalmente, hemos aprendido y queremos dar continuidad a teorizaciones y prácticas feministas y abolicionistas que hablan sobre la necesidad del cuidado colectivo de la vida.

Esta es una Red de organizaciones feministas y transfeministas que habitamos el Abya Yala desde la diversidad y el desafío de articular nuestras múltiples perspectivas. Aquí confluimos colectivas, organizaciones y proyectos de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México y Venezuela, que venimos tejiendo a puntadas de hilo y aguja preguntas que mantienen en movimiento nuestras trayectorias y recorridos, con prácticas que surgen desde la incomodidad con la Justicia Patriarcal punitiva y la red de violencias con que se articula: la apropiación y explotación de cuerpos, territorios y saberes para generar privilegios y acumulación de riqueza.

El recrudecimiento de discursos de extrema derecha impacta significativamente en nuestras prácticas feministas y anticarcelarias, intensificando la violencia estatal, la criminalización y el control territorial paramilitar. Esta ola fascista no es solo retórica: se traduce en políticas punitivas, represión de la protesta social y un cerco cada vez más estrecho sobre los cuerpos, las comunidades y los territorios. Ante este panorama, nuestras respuestas se afirman en el cuidado mutuo, las alianzas entre organizaciones y la resistencia colectiva.

En estos tiempos en que el genocidio se justifica en nombre de la seguridad, y el militarismo en nombre de la paz, resulta cada vez más urgente dar la batalla para develar los disfraces de las violencias patriarcales y racistas que están acabando con las vidas de nuestras hermanas palestinas y su pueblo, tanto como atenazan a los pueblos a Abya Yala y el mundo. Esta Red permanece atenta a desorbitar la norma y desplazar la hegemonía de esos imaginarios, los que desde sus orígenes alojaron el consenso de la esclavitud y la explotación (de mujeres y disidencias, de negres e indígenas, de empobrecides y desposeídes, de neurodivergentes y discapacitades). Nuestro objetivos es tejer nuestras militancias sostenidas por años en nuestros territorios, construir juntas nuevos imaginarios políticos que nos permitan proponer una justicia feminista más allá de las cárceles y los punitivismos de los Estados patriarcales.

https://feministasanticarcelarias.org/

A quince años de mi detención. Juan Aliste Vega

«Hay que saber experimentar la libertad para ser libres,

hay que liberarse para poder hacer experiencia de la libertad…»

(Ai ferri corti)

Hace ya quince años —julio del 2010— fui capturado por la Interpol en la ciudad de Buenos Aires, usando información datada por las más serviles existencias, cruzaron las fronteras e hicieron de nuestras vidas un espectáculo productivo para sostener las instituciones de represión aguda. Son expertos en formar patotas, en sumergir y secuestrar; buscan conocer el límite del cuerpo y de la convicción. Son expertos en negociar con personalidades destruidas por su misma traición, están formados en prácticas dictatoriales, represivas e imperiales que se extienden en tiempos históricos y espacios geográficos.

Esto no se trata de una historia personal, ni de personajes de una historia; no hay aquí la pretensión de ser referente o arrogante, en lo absoluto. Porque no se trata de nosotros, más bien se trata de ellos, del poder y los poderosos, y de cómo habemos algunos y algunas que no encarnamos la derrota y hemos perseverado en acciones porque no caemos en la dicotomía de que lo militar y lo civil —o la dictadura y la democracia— son cosas distintas.

Son, por cierto, la continuidad del orden: una hace posible la otra y la otra la consolida, estabiliza la conquista obtenida. Tampoco nos acomodamos en la derrota moral, vivimos desde la idea obstinada de desobediencia, no nos hemos permitido la derrota, está ahí latente la rebeldía, no nos convencieron. Seguimos intentando y pensando, con un pequeño sesgo de impotencia y tristeza, que no se limita ni por un segundo en rumiar sobre qué es lo que hizo y no debió haberse hecho o lo que está mal en las acciones que persisten, no nos han despojado de la posibilidad de pensar la realidad y el presente, ni de la pretención de actuar sobre él.

Así es como, doy cuenta del latido de mis convicciones, de este pequeño andar consecuente como subversivo, siempre desde lo antagónico y en constante confrontación con un enemigo que trasciende coyunturas.

Es un recorrido que se inicia con la decisión de la lucha militante contra la dictadura, contra cada uno de los poderosos de turno, sus diferentes administraciones de poder, y desde la “transición” hasta su democracia policiaca y pastera. ¡Siempre, siempre, enemigo del estado! En militancia o autonomía, en organización o afinidades, en la palabra y la acción.

El ánimo no es presentarse como ejemplo de una experiencia extraordinaria e irrealizable, por el contrario, si esta lectura da lugar al aprendizaje de que siempre se puede dar batalla a los poderosos, no desde un podio o un lugar inalcanzable, nunca desde un pasado arrogante. Hablo y escribo desde un camino ininterrumpido que pertenece a todxs quienes, dueños de nuestras vidas, nos sentimos libres y dispuestos a seguir confrontando al poder y sus sostenedores de miserias.

Constato mi pequeño sesgo de impotencia y tristeza, no es justo acallarlo ni inoportuno declararlo. En este camino de lucha, casi 28 años de mi vida han transcurrido en prisión; he sido testigo de sus distintos formatos, cambios, y también de la «categorización» de turno. He sido tildado de delincuente «común», prisionero político y terrorista, entre otros epítetos que, con mayor o menor acierto, hablan el lenguaje del poder. He transitado distintas cárceles en territorio dominado por el estado chileno y argentino. He resistido regímenes disciplinarios de alta o máxima seguridad, aislamiento, incomunicación; he resistido situaciones complejas y he vivido dolor.

Una vida de batalla contra el día a día, contra los sinsentidos del planeta cárcel. Un camino difícil, a veces lento y otras vertiginoso; distante del mito y la moda pasajera de la rebeldía.

No ha sido una decisión de paso, ha sido con convicción, una decisión de vida, real. Porque he procurado, a contrapelo, marcar un derrotero a partir de la consecuencia, ofrendar con pequeños granos de arena a la convicción inquebrantable de lucha, a la mía y a la de otrxs.

Del paso por la tortura, no pretendo ni hablar ni escribir… solo he de sintetizar que se fue un trozo de mi vida, y no haber entregado nada al enemigo, sigue como tesoro que acompaña cada paso. No delaté ante los agentes de la democracia entrenados en dictadura; ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez. Reivindico, además, a lxs muchxs que han resistido dentro de sí mismxs y no han sucumbido a la delación, en contexto de tortura y no. La historia ha necesitado disolver estas historias en absurdas justificaciones como parte de la retórica de la paz.

Componer la figura de superhombres y de heroínas que resisten los embates es un delirio conformista. La delación, en el contexto que sea, significa hoy y significó antes el arrojar a compañerxs a la tortura, la muerte o la cárcel; socavar los proyectos, y vivir para siempre consigo mismx.

Esta complicidad he abrazado, esta paz entre nosotrxs y guerra contra aquellos, la solidaridad y el desencanto, el puño cerrado, la sonrisa incontenible de los aciertos y las lágrimas tatuadas del dolor y la muerte. Pero siempre la tranquilidad.

Los años más intensos de este caminar sin retorno los volvería a vivir íntegros en esta o cualquier otra vida.

Nada de esto hace caso omiso de la autocrítica, como un espejo de sí mismo, sin dejar de aprender-aportando, no dejar en el cómodo olvido las razones por una forma de vida que reconoce como motor de su acción la miseria, el capitalismo, la depredación y el enajenante andar del consumo. Pequeñas razones que en un mundo de poderosos son más que válidas, no solo para resistir, sino que son urgencia de pasos directos a la confrontación.

No son ideas en disputa, es saberse conscientemente libres y defender el oxígeno de la libertad, es ser dueños reales de nuestras vidas y latidos… No solo desde el cuestionar, el odiar o criticar, menos aún cuando el abanico del poder entrega una variedad de atajos conscientes o inconscientes para mantenernos oprimidos, institucionaliza la resistencia y fija válvulas de escape que conservan intocable bienestar al opresor.

En esta constante realidad que la memoria se tranza en un ordenador y la tecnología hace todo más surrealista e inalcanzable. Simulación de un escenario donde todo se ha dado por perdido, ya que supuestamente no queda nada por escribir, nada por vivir ni crear. Prima la obsesión de nutrir esta nueva forma de dominación, con una inteligencia artificial que subyuga el cuerpo y rostro de la revolución a piezas de una historia antigua, relegadas al museo. Cuando basta con solo un segundo para abrir los ojos y ver la tristeza en los rostros, ver niñas y niños que ya no lo son, ver droga como alimento, ver esa violencia económica en la que unos cuantos tienen recursos para toda su casta, generación tras generación, a costa de muchxs otrxs.

Basta un segundo para ver que la forma de vida promocionada, incrustada, vendida, halagada y defendida por los poderosos, se presenta como única manera de vida. ¡Es una mierda!

No hay recetas o atajos en la confrontación directa, solo tenemos las herramientas del combate subversivo, antagónico y permanente contra el estado. Tenemos la autocrítica constante desde el aprendizaje y la práctica.

Tenemos la humildad de sabernos materia dispuesta en la lucha, considerando a cada quien, con sus capacidades y ganas, en igualdad de condiciones, ningún acto en desmedro de otro, ninguna acción invalida otra, ningún individuo idealizado por sobre uno mismo. Aunados desde el instante en que tomamos posición, en este camino sin retorno de emancipación.

En esta nueva suma de 15 años de prisión al día de hoy, despojo de toda arrogancia y brindo las gracias a mis seres amados porque también es y ha sido su prisión. Lxs miro con admiración, ha pasado tiempo, a todxs se nos ha ido un pedazo de vida. Hemos sido capaces de estar juntxs en las malas y las peores, nunca ha faltado una sonrisa ni un cariño, ha faltado de todo, menos el amor y la certeza: ¡somos amor en guerra!

Con mis cercanos y afines me reafirmo, compañerxs, son aquellos que me conocen y que sin duda alguna sabrán dar cuenta de mucho mejor manera de mis actos. Gracias por la consecuencia mezclada con ternura…

Complicidad incondicional con aquellxs que persisten en la confrontación directa, con lxs fugitivos y lxs corazones negros de la fértil subversión. Un guiño revolucionario en esa complicidad que espero seguir sosteniendo, así como cuando me toque desde cualquier otro lado/lugar, aunque sea un centímetro fuera del muro, no me tiemble la mano ni la convicción para continuar siendo un aporte, siendo lo que soy en este caminar maravilloso de la subversión…

Estas letras buscan ser un poco más que un saludo de cortesía. Vamos juntos en complicidad de lucha contra el estado y en posición de lucha dentro de la prisión.

Reivindico el método y la organización horizontal, un quehacer en contexto de confrontación, que aglutina la vivencia de lucha, la actualiza y la divulga (sin propósitos académicos ni de ponencias en algún bar).

Apuesto porque fluya la experiencia de la mano del entusiasmo, que esto permita cada vez más certeza y precisión en la puntería contra los poderosos, aspiro a que los métodos se compartan, abriendo la posibilidad de acción, que los medios y capacidades se pongan en práctica, dejar atrás lo «artesanal», considerar los errores en este aprender haciendo.

Recojo la acumulación transversal del caminar de quienes, con anterioridad, transitaron un camino de lucha y desplegaron un accionar revolucionario contra el poder, contra quiénes lo sustentan y contra sus instituciones. Asimilo aconteceres de distintos territorios, desde el Walmapu y su resistencia ancestral, pasando por las expresiones de guerrilla urbana y su accionar contra los poderosos.

El para qué, o los objetivos, serán parte del arranque de quienes tomen posición y decisión de lucha en este presente y sus realidades.

La exigencia dentro de una realidad dinámica y sus particularidades requiere creatividad e inventiva, un aprendizaje constante y en movimiento, dedicación, persistencia, convicción y más convicción, requiere de nosotrxs: amor entre los nuestrxs y odio para aquellos.

Materia y objetivos los hay por todos los rincones de esta podrida sociedad capitalista y cada acción está a la vuelta de la esquina.

A quince años de mi detención he querido verter estas palabras. Una crítica a la autocrítica como simplificación política que invalida la tentativa revolucionaria. Nuestra realidad ha sido tremenda, y también lo ha sido nuestra resistencia.

¡¡Memoria, resistencia y subversión!!

Juan Aliste Vega – Julio de 2025

Fuente: Lazarzamora

 

Carcelerx, no me toques las cartas

Empezamos a difundir esta campaña en la que junto a otres compas de lucha anticarcelaria y la sección sindical de CGT Correos, compartimos este comunicado para denunciar y tratar de visibilizar, la intervención y manipulación del correo que llega a las prisiones del Estado Borbón por parte de carcelerxs que el ministerio del interior emplea en sus centros de reclusión. Las cartas no desaparecen solas y no se abren solas. De forma recurrente vemos -nosotrxs desde fuera y lxs presxs desde dentro- como la correspondencia es leída, abierta, manipulada, extraviada o devuelta. Ante estos hechos tan graves, la respuesta que se da siempre desde las prisiones es que es culpa de Correos. Evadiendo así su responsabilidad, escupiendo falsas excusas y, lo que casi que es peor, echando la culpa a lxs trabajadorxs de Correos. Animamos a más grupos, secciones de Correos y personas individuales a difundir este comunicado y posicionarse ante la manipulación del correo.

Comunicado de Mónica Caballero y Francisco Solar

Frente a lo que vemos como interpelaciones directas hacia nosotrxs es que surge la necesidad de escribir este texto para dejar claras ciertas cuestiones.

Como lo hemos escrito en varias ocasiones tanto individual como colectivamente, entendemos la anarquía no como una realización o lugar de llegada, sino como una tensión, una permanente confrontación que se hace en primera persona poniendo en el centro la búsqueda de la libertad individual.

Para nosotrxs esta lucha constante ha sido real, la hemos llevado a los hechos de manera ininterrumpida, motivo por el cual hoy nos encontramos tras las rejas. Situación puntual y circunstancial que no nos ha impedido continuar levantando y participando de iniciativas de lucha tanto dentro como afuera de la cárcel.

En definitiva la anarquía para nosotxs es una ética y una práctica permanente contra la autoridad, práctica en la que nos hemos ido encontrando con otrxs (no necesariamente “anarquistas”), enriqueciendo y potenciando nuestras visiones y capacidades, como también forjando estrechas relaciones de complicidad fortalecidas en el transcurso de los años y de la confrontación. Señalar que estas relaciones solo se dan o pueden darse con quienes se denominan “anarquistas” aparte de ser una falacia que solo puede comprobar lxs que se han aventurado a transitar los caminos del conflicto y no lxs que creen transitarlos en sus ensoñaciones frente al computador, es algo que rechazamos desde el momento en que priorizamos por establecer vínculos a partir de prácticas comunes antes de hacerlo por etiquetas vacías o consignas repetidas hasta la saciedad. Autoproclamarse rabiosamente como “anarquicxs irreductibles” no significa nada sino va acompañado de una práctica confrontacional que lo sustente. El papel aguanta absolutamente todo.

Por otra parte- y lo más importante- al suponer que lxs anarquistas solo deberíamos relacionarnos con anarquistas, refleja un purismo absurdo y un sectarismo que, sin lugar a dudas, es una expresión de autoritarismo. Establecer coordinaciones e iniciativas conjuntas de lucha sólo entre quienes se autodefinen “anarquistas” es coartar y limitar enormemente nuestras relaciones y con ello nuestras posibilidades de crecer. Es encerrarnos estúpidamente en dogmatismos que nos restringen y nos impiden libre asociarnos. Así, vemos cómo en nombre de la libertad algunxs plantean absolutamente lo contrario estableciendo sectas en base a etiquetas.

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Comunicados por la compañera Luisa Toledo Sepúlveda

Palabras desde las prisiones por Luisa Toledo Sepúlveda.

Ha partido nuestra madre, abuela y eterna compañera Luisa Toledo Sepúlveda. Desde los distintos centros de castigo y aislamiento en donde transitamos hace décadas y años manteniendo en alto la resistencia autónoma, subversiva y anárquica nos reunimos nuevamente en el fogón de nuestra manada para abrazar eternamente a “la luisa”, a nuestra madre subversiva.

Estamos doloridxs, con el corazón hecho pedazos, viajando entre diferentes generaciones de compañerxs a quienes las palabras y acciones de “la abuela” han marcado el caminar por años desde niñxs en la pobla, adolescentes rebeldes y jóvenes combatientes.

Sentir la potencia de su voz como la voz de sus hijxs que a la vez somos todxs lxs que hemos sido marcadxs innegablemente con la certeza de sus palabras de fuego, de balas, de estruendos, de conspiración, de conciencia, de memoria hermosamente violenta, de la insistencia irrenunciable a la lucha frontal contra el mundo del poder y toda autoridad.

Tus hijxs que resisten en las prisiones, lxs fugitivxs que se mantienen en lucha, desde distintos territorios del planeta en donde tu nombre se escucha como sinónimo de Resistencia, Memoria y Subversión hoy gritamos juntxs y unidxs bien fuerte y claro que seguimos de modo incondicional enarbolando la bandera de la guerra social, el gesto permanente del conflicto en lucha por la liberación total.

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Comunicado de un compa preso en Asturias

Transcribimos un par de cartas de Ricardo Díaz Moreno, preso en la cárcel de Asturias. El compañero hace muy poquito que se ha unido a la lista de presxs en lucha y aquí nos envía sus primeras letras en las que nos habla de varios temas interesantes. Animamos a escribirle y a darle el apoyo que necesita, tanto el, como todas las personas recluidas por el Estado fascista opresor.

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Comunicado de la compañera Mónica Caballero desde la cárcel de San Miguel en Santiago, Chile

Los últimos días de la primera semana de Junio, Gendarmería de Chile (Genchi) realizó un traslado masivo de presos de la Cárcel de Alta seguridad (CAS) hacia la cárcel de Rancagua, capital de la Región de O’Higgins, kilómetros al sur de Santiago.

Entre estos reclusos se encuentran los Anarquistas y Subversivos: Juan Aliste Vega, Marcelo Villarroel, Mauricio Hernández Norambuena, Juan Flores, Joaquín García y Francisco Solar.

El traslado de estos presos está motivado por los cambios en la infraestructura de la CAS, lo que se prolongará aproximadamente por un año. Una vez terminadas las obras, los presos serán devueltos a la prisión según la información entregada por GENCHI, tiempo en el que mis compañeros estarán alejados de su entorno afectivo y político. De esta manera no solo se castiga al prisionero, a su vez también a sus amigxs, compañerxs y familiares.

Además es importante recalcar que en el territorio dominado por el Estado Chileno no se permite el libre tránsito entre regiones por las medidas para prevenir el contagio del Covid 19.

En la región Metropolitana existen más de tres cárceles en las que podría haber dejado a mis compañeros, tal vez los poderosos aprovecharon el traslado para aislar y segregar aún más a los presos o quizás ninguna de las prisiones cercanas cumple con las condiciones de seguridad para custodiar a reos de alto riesgo o puede ser simplemente como otra forma de venganza.

El traslado puede estar justificado con esto y con otros argumentos, lo que sí es claro que ningún movimiento del poder es antojadizo. Cada cambio en la infraestructura del presidio como a su vez los traslados de presos es necesario realizarlos con cautela y detalle.

Por una parte, los posibles cambios que realicen en la CAS, no pueden augurar nada bueno para los reos. Podría realizar un sin fin de especulaciones en las posibles nuevas medidas de control y quizás me quede corta.

Para prever lo que podría cambiar en el CAS hay que tener en cuenta que esa cárcel no es y no nació como cualquier otra, el CAS es la prisión de la Democracia. Esta se ideó tomando el modelo Alemán e irlandés en la lucha contra las organizaciones revolucionarias.

En el año 94´se inaugura como un inédito y buen complejo penitenciario en el que se trató de implementar un estricto régimen interno que contemplaba visitas por medio de locutorios, una hora de patio, entre otros.

Además la prisión es prácticamente imperceptible desde el exterior lo que consigue un mayor aislamiento e invisibilización de la misma.

Desde otra perspectiva, no hay claridad en qué condiciones carcelarias o régimen, estarían los presos trasladados. La Cárcel de Rancagua es concesionada, vale decir que gran parte de su funcionamiento, depende de empresas externas a diferencia del CAS que dependía casi completamente de entidades estatales. Esto se traduce entre otras cosas, por ejemplo, en que la comida de la prisión es traída por una empresa externa como sodexo lo que no provee las más mínimas condiciones nutricionales. A esto se le suma que en las cárceles concesionadas el ingreso de encomiendas por parte de amigxs y familiares es restringido en prácticamente todo tipo de alimentos, libros, etc.

Actualmente a todos los presos trasladados los mantienen encerrados 24 hrs, en sus celdas, esto se mantendría durante catorce días por posible contagio de Covid, medida completamente injustificada ya que ellos no mantendrán contacto con ningún otro preso que no sea de su mismo módulo, no tendrán contacto con el resto de la población penal. Ante este escenario de total aislamiento y nuevo régimen carcelario, los presos comenzaron una huelga de hambre líquida, exigiendo fin a las condiciones de encierro absoluto y mejoras en su calidad de vida.

Entre los presos movilizados están los compañeros anarquistas y subversivos, quienes a poco más de un mes de terminar una huelga de hambre de cincuenta días, hacen que su estado de salud se pueda complejizar.

Con estas palabras realizo un llamado a todas las individualidades y colectivos anticarcelarios, antagónicos, antiautoritarios a estar pendientes de la situación de los compañeros anarquistas y subversivos trasladados a la cárcel de Rancagua, nuestros compañeros presos no pueden nunca sentirse solos.

Mano abierta al compañero
Puño cerrado al enemigo
Solidaridad activa y combativa

Mónica Caballero Sepúlveda, presa Anarquista
Primeros días de junio del 2021

Fuente: Anarquia.info

Comunicado colectivo de lxs compañerxs del 27F

Somos lxs presxs de la manifestación del 27 de febrero en Barcelona, que consideramos necesario, vistos los muchísimos gestos de solidaridad y el soporte recibido, tomar palabra con este escrito colectivo.

Somos 7 individualidades con vivencias personales y políticas diferentes, aun así muchas veces coincidentes. Lo que seguramente compartimos es la manera de ver el mundo y las relaciones que deseamos entre individuos.

Amamos la libertad, creemos en la igualdad y en el compartir, odiamos el poder y nos oponemos a la explotación de una personas por parte de otrx.

En pocas palabras nos reconocemos en el ideal anarquista.

Somos conscientes de que este montaje policial se debe a nuestras ideas. Somos y éramos conscientes del conflicto social en el cual participábamos y sabemos que la elección de nuestro enemigo, el poder y el capital, puede acarrear consecuencias, como por ejemplo las que ahora vivimos. Las venganzas de este enemigo no nos asustan ni nos desmoralizan, aún eatamos -y quizás más que antes- decididos a hacer lo que esté en nuestras manos por intentar cambiar este horrible existente.

Somos perfectamente conscientes de que nuestra batalla queda lejos de su victoria. Y que hasta que estos muros no sean demolidos otrxs amantes de la libertad y otrxs enemigos del orden social serán encerrados dentro de ellos.

Nuestras ideas sin embargo no se pueden encerrar. Vuestra solidaridad taladra estos muros y nosotrxs no nos sentimos ni solxs, ni cansadxs, ni presxs. Hasta que nuestra lucha siga nosotrxs siempre seremos libres y no lo tendremos miedo a nada.

Os agradecemos el calor y la fuerza que nos enváis y esperamos volver a abrazaros pronto sobre las ruinas humeantes de estos muros.

Recibido el 17 de junio 2021

Albo, Danilo, Emanuele, Ermann, Jeanne, Luca y María

Fuente: presxs 27 febrer

Palabras de compañeros anarquistas y subversivos, nuevamente movilizados y en huelga de hambre desde la cárcel empresa Rancagua

Asumimos el conflicto con el estado, la cárcel y el capital desde el momento en que dejamos las palabras vacías y pasamos a la acción.

Asumimos con ello el paso a la ofensiva y las consecuencias hostiles que devienen del sinuoso camino del enfrentamiento.

No necesitamos ni la venia, ni el reconocimiento de nadie para tomar la vida en nuestras manos y desde ahí construir lazos de afinidad, de compañerismo y hermandad.

Claramente este proceso dinámico y constante nos enseña y nos convoca a estar siempre atentxs al devenir de la lucha por la liberación total.

Si! La liberación total de pueblos, individuxs y comunidades que buscamos una vida lejos de la basura capitalista,de la imposición autoritaria del dominio afirmada entre otras cosas, en la podredumbre politica de sus acuerdos,soluciones y alianzas cocinadas, aún entre cuatro paredes, solo para afirmar la continuidad del Poder que tanto odiamos en todas sus formas y colores.

Hoy nos encontramos en un nuevo capítulo de lucha real y concreta en las cárceles chilenas. Compañerxs subversivxs y anarquistas de largas condenas que enfrentamos la venganza del estado en primera persona junto a nuestras manadas, familias, compañerxs,amigxs y afines.

Esta realidad es de Lucha por la destrucción total de la sociedad carcelaria no como consigna al aire sino que en el cotidiano y milimétrico enfrentamiento al todo diario del encierro.

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Presxs trasladadxs comienzan movilización y huelga de hambre en las prisiones Chilenas

08-06-2021

Tras el traslado de presos de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago y la Sección de Máxima Seguridad a la Cárcel/empresa de Rancagua ocurrido el fin de semana pasado, hoy 8 de junio la totalidad de los presos trasladados y reubicados en los módulos 1 y 2 de Rancagua, comenzaron una movilización contra las inaceptables condiciones intrapenitenciarias que se les quiere aplicar. Son parte activa de esta movilización los presos anarquistas y subversivos, quienes a pocos días de culminar una huelga de hambre de 50 días contra las modificaciones al DL 321 y los obstáculos para conseguir la “libertad condicional”, nuevamente ponen sus cuerpos como trinchera de lucha. En esta movilización que recién comienza la mayoría de los presos se suma realizando una huelga de hambre indefinida.

Las condiciones actuales de los trasladados son inaceptables: Absoluto encierro de 24 horas en celdas individuales, imposibilidad de ingreso de abogados, comunicación telefónica restringida o cancelada. El argumento del total encierro y aislamiento se basa en una supuesta cuarentena de “ingreso”, medida absurda considerando el gran porcentaje de presos vacunados.

Si a esta realidad le sumamos las series de restricciones en el ingreso de encomiendas, siendo completamente precarias e insuficientes para la alimentación, la restricción de videollamadas conseguidas en las últimas movilizaciones y las intensiones de imponer un régimen interno de castigo, el escenario es insostenible.

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