Huelga de hambre masiva inminente por las cárceles de Reino Unido

Decenas de presos y presas políticas en distintas cárceles del Gran Bretaña han anunciado su intención de iniciar una huelga de hambre colectiva a partir del 2 de noviembre, una fecha elegida con plena conciencia histórica: el aniversario de la Declaración Balfour de 1917, en la que el gobierno británico expresó su apoyo oficial al proyecto sionista de colonización de Palestina.

La acción está coordinada por el colectivo Prisoners for Palestine, con el respaldo de la organización CAGE International, y podría convertirse en la mayor huelga de hambre organizada en las prisiones británicas desde 1981, cuando diez prisioneros republicanos irlandeses fueron martirizados tras 66 días de huelga en las cárceles del norte de Irlanda ocupado.

Los presos denuncian que el Estado británico criminaliza la solidaridad con Palestina y protege los intereses de las empresas armamentísticas que abastecen al régimen israelí. Desde hace meses sufren represalias, aislamiento, censura y agresiones por su militancia anticolonial y su compromiso con la resistencia palestina.

“Estamos presos por intentar detener un genocidio”

Entre las personas encarceladas se encuentran Audrey Corno y Francesca Nadin, ambas detenidas por acciones directas contra las instalaciones de Elbit Systems, la principal empresa de armas israelí. El 20 de octubre, ambas entregaron una carta al Ministerio del Interior británico en nombre de las 33 personas encarceladas por intentar detener el genocidio en Gaza.

En esa carta, los presos formulan cinco demandas claras y urgentes:

  1. Fin inmediato de toda censura y restricción a su correspondencia y comunicaciones.

  2. Libertad bajo fianza inmediata e incondicional.

  3. Derecho efectivo a un juicio justo y transparente.

  4. Retirada del movimiento PalAction de la lista británica de organizaciones “terroristas”.

  5. Cierre definitivo de todas las instalaciones de Elbit Systems en el Reino Unido.

Hemos agotado todas las demás opciones”, afirmaron los portavoces del colectivo, que subrayan que sus detenciones responden exclusivamente a motivos políticos. En muchos casos, no se han presentado cargos formales y las personas permanecen recluidas bajo la Ley Antiterrorista, una herramienta de represión cada vez más utilizada contra activistas y defensores de los derechos humanos.

Algunos presos llevan más de un año detenidos sin juicio, en condiciones degradantes y con graves restricciones a las visitas familiares, a la práctica religiosa y a la comunicación con el exterior.

De las fábricas de armas a las celdas británicas

Las acciones de sabotaje y bloqueo contra Elbit Systems —empresa israelí que fabrica drones y armas utilizadas en los ataques a Gaza— se han convertido en un símbolo del movimiento de solidaridad directa con Palestina. Desde 2020, PalAction ha protagonizado numerosas ocupaciones de fábricas y centros de distribución vinculados al complejo militar sionista.

Ante la presión popular, el Estado británico respondió con una ola de detenciones, registros domiciliarios y procesos judiciales que criminalizan a quienes se atreven a denunciar públicamente la complicidad del Reino Unido con los crímenes de guerra en Palestina.

Las cárceles se han convertido así en un nuevo frente de lucha, donde la resistencia continúa bajo otras formas. “Lo que comenzó como una campaña para detener la producción de armas para el genocidio en Gaza se ha transformado en una lucha por la libertad dentro de las prisiones”, explicó una de las abogadas del colectivo.

“Desde Guantánamo hasta Gaza: la misma maquinaria represiva”

El Dr. Asim Qureshi, director de investigaciones de CAGE International, calificó la huelga como “un paso histórico y una denuncia directa de la violencia institucional del sistema penitenciario británico”.

“Desde Guantánamo hasta Gaza”, afirmó Qureshi, “la infraestructura de leyes autoritarias creada para encarcelar, silenciar y castigar a quienes se oponen a las guerras y al genocidio debe ser desmantelada. Los presos son el corazón de nuestro movimiento por la justicia. Debemos honrar sus sacrificios y desafiar las injusticias que enfrentan”.

Las denuncias de maltrato sistemático incluyen agresiones físicas, aislamiento prolongado, confiscación de correspondencia y material de lectura, negación de atención médica y restricción del acceso al Corán. Ante el fracaso de sus apelaciones y la indiferencia institucional, las y los presos han decidido recurrir al último instrumento de resistencia que les queda: sus propios cuerpos.

La continuidad de una larga tradición de resistencia

Esta nueva huelga se enmarca en una tradición de lucha que une las celdas británicas con las palestinas. A principios de 2025, la activista Teuta “T” Hoxha, una de las Filton 24, realizó una huelga de hambre de 28 días que logró exponer públicamente la represión interna y forzar la restitución de derechos básicos dentro de la prisión de Peterborough.

Su acción provocó una ola de solidaridad internacional: presos políticos en Estados Unidos, como Casey Goonan y Malik Muhammad, se sumaron en huelga de hambre solidaria, denunciando la persecución global contra quienes apoyan a Palestina.

“Sabemos que no se trata solo de recuperar un trabajo o un privilegio dentro de prisión”, declaró Hoxha entonces, “sino de afirmar nuestra dignidad y rechazar el silencio que el Estado intenta imponernos”.

Su victoria parcial inspiró a decenas de compañeras y compañeros a planificar una acción colectiva más amplia, capaz de romper el aislamiento y visibilizar el vínculo entre represión interna y colonialismo global.

La prisión como territorio de lucha

El movimiento palestino ha hecho del encarcelamiento un espacio de resistencia. A lo largo de la ocupación sionista, miles de presos palestinos han recurrido a huelgas de hambre colectivas, uniendo sus cuerpos en una lucha común contra la deshumanización.
De la misma forma, los presos irlandeses de 1981, los militantes sudafricanos del apartheid o los prisioneros de Guantánamo han demostrado que el cuerpo del prisionero puede convertirse en un arma política cuando todos los demás medios de acción han sido arrebatados.

En palabras del líder palestino Ahmad Sa’adat, secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina:

“De Ansar a Attica, de Lannemezan a Nafha, la prisión no es solo un lugar de encierro, sino un campo de batalla donde el oprimido se enfrenta al opresor.”

La huelga de hambre de los presos por Palestina en Reino Unido se inscribe en esa misma tradición de dignidad. Es una afirmación de vida y de humanidad frente a la deshumanización colonial y carcelaria.

Una llamada urgente a la solidaridad internacional

Las organizaciones Prisoners for Palestine y CAGE International han dado al gobierno británico hasta el 24 de octubre para responder a sus demandas. Si no lo hace, el 2 de noviembre comenzará la huelga.

Desde Samidoun Red de Solidaridad con los Presos Palestinos hacemos un llamado a todas las organizaciones, movimientos y personas solidarias a amplificar la voz de quienes hoy resisten tras los muros de las cárceles británicas, a presionar a las autoridades y a denunciar la criminalización de la solidaridad con Palestina.

“Después de que nos vayamos, ¿qué diréis que hicisteis? ¿Estuvisteis con nosotros en nuestra lucha o conformasteis el mismo sistema que nos llevó a la muerte?”, escribió el mártir irlandés Patsy O’Haradurante su huelga en 1981.

Hoy, esas palabras resuenan con fuerza desde las prisiones del Reino Unido hasta las celdas de la ocupación en Palestina.
Los presos y presas por Palestina nos interpelan a todos: su resistencia es un espejo de nuestra responsabilidad colectiva.

Fuente: samidoun

Campaña para exigir la puesta en libertad condicional de Antonio Arevalillo por enfermedad y patologías graves

Comienza la campaña para exigir la puesta en libertad condicional de
Antonio Arevalillo por enfermedad y patologías graves. 104.4 del RP. Lleva más de 42 años preso y desde hace dos que encuentra en grave peligro su salud, al recibir una paliza en la cárcel de Zuera en 2017 por parte de ocho funcionarios causándole lesiones muy graves en la cara y perforaciones. El abandono sanitario de instituciones penitenciarias de Estremera ha derivado, en un tumor que ha precisado de seis operaciones y la perdida de la totalidad de la nariz.

Del 15 al 18 de septiembre se tratará de enviar el máximo de fax 914007438, mails audiencianacional.centralvigilancia@justicia.es o cartas al juzgado Central de Vigilancia Penitenciara C/ Goya 14,28001 Madrid (España)

Para más información en el canal: https://t.me/AntonioArevalilloSanz

Se extiende el brote de sarna en la cárcel de Masilla de las Mulas en León

FAMILIARES, AMIGOS Y AMIGAS DE LOS PRESOS DE LA CÁRCEL DE MANSILLA DE LAS MULAS, en León, han denunciado ante nuestro colectivo y otras instancias la existencia de un brote importante de sarna en el interior de la prisión, una situación que lleva ya meses activa y que la dirección de la cárcel oculta y niega.

Desde hace meses ha habido denuncias por la existencia de una plaga de chinches y algunos presos han sufrido serios picores y ronchas en la piel que no fueron debidamente tratadas. Nos consta (las denuncias son anónimas para evitar represalias) que son decenas los presos afectados, situación que ha sido puesta en conocimiento de los servicios médicos de la cárcel y de la dirección, sin que se hayan tomado las medidas básicas de higiene para detener la plaga, como cambio de colchón, de la ropa de cama, toalla, ropa personal. Además, como es habitual cuando hay quejas entre los internos, los presos que se han atrevido a denunciar esta situación han sido castigados. Según ha podido saber nuestro colectivo de fuentes médicas, el brote de sarna está ya muy avanzado en la cárcel de Mansilla.
Hay que decir también, que por cuestiones económicas, los presos que no tienen poder adquisitivo no pueden permitirse que alguien desde el exterior les entregue prendas nuevas y limpias.
Otra situación de riesgo es que en la lavandería se junta la ropa de todos los presos, sin discriminar las prendas de los que están afectados de sarna de los que no, lo que supone una mayor propagación del contagio.

Desde CDHC denunciamos el abandono sanitario que sufren las personas presas en este país. No se trata solo de que las plazas del personal sanitario no se cubran. La atención que reciben l@s pres@s es insuficiente, muchas veces inexistente, inadecuada, vejatoria, como lo demuestra el hecho de estar acompañados en consulta por las fuerzas del orden.

Exigimos a la dirección de la cárcel y al Servicio Territorial de Sanidad de León que todos los afectados sean vistos inmediatamente por especialistas para que les apliquen un tratamiento adecuado a su dolencia, que se adopten todas las medidas necesarias para erradicar esta plaga, antes de que se convierta en un problema de salud pública.

La sarna si no se trata a tiempo y de forma tajante puede provocar secuelas de por vida, y hasta la muerte. La desesperación que sufren estas personas por los insoportables picores junto con el trato humillante por parte de los servicios médicos de la prisión les pueden llevar a situaciones límite de las que serían responsables todos aquellos que no hicieron nada para evitarlas.​

COLECTIVO PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS CÁRCELES (CDHC​)

II año de la campaña de verano «La cárcel es un infierno»

LA CÁRCEL ES UN INFIERNO…. COMBATAMOS EL CALOR

En pleno verano el calor se vuelve insufrible. Nos sentimos cansadxs, irritadxs, con dolores musculares y de cabeza… con una necesidad incontrolable de tomar agua fría y alimentos que nos refresquen un poco, de encontrar espacios con aire acondicionado, de acudir a playas, piscinas y sumergirnos en agua para dejar de sentir el calor pegado a nuestra piel por un rato. El descanso nocturno tan necesario a veces resulta difícil de lograr. Ventilar, aprovechar para salir a la calle cuando cae el día, buscar formas de repeler a los insectos… son los consejos básicos y lógicos que cada año se repiten. Consejos imposibles de llevar a cabo estando encerradx entre muros de hormigón y con nada de autonomía para decidir nuestros horarios, lo que comemos o donde ir.

En prisión cuando sucede un hecho anómalo como fue la pandemia, las bajadas extremas de temperatura en invierno, las olas de calor del verano, la hostilidad que se vive dentro se multiplica, y se desatan consecuencias muy negativas que ya se mantenían pendientes de un hilo fuera de la hostilidad añadida.

Estamos viviendo una ola de calor en gran parte de Europa. Las compañeras y compañeros que tienen secuestradas en las prisiones se encuentran desesperadas. Ahora en verano se tienen que seguir cumpliendo rigurosos horarios que no van acorde a las temperaturas, como salir al patio al mediodía o tener que encerrarse en la celda hasta el día siguiente a partir de las X de la noche. Por la noche cuando “refresca” un poco, es cuando no hay opción de salir fuera de 4 paredes. Peor es aun para quien está en aislamiento, en 1r grado o pagando una sanción, y que tienen que pasar en la celda más de 20 horas al día.

Hay personas que comentan que la alimentación no está adaptada a cada época del año, y que a veces en pleno verano hay guiso o garbanzos calientes para comer. Otro compañero preso en una cárcel catalana nos cuenta que en la prisión donde se encuentra, la máquina de agua fría embotellada (que obviamente hay que pagar) no funciona, por lo que la única opción es beber agua del grifo a “temperatura ambiente”. Otras nos explican que se duchan continuamente para no asfixiarse, y que se cambian 7 veces al día de camiseta por la sudoración.

En las prisiones no hay mosquiteras en las pequeñas ventanitas de las celdas, que puedan proteger de las picaduras. Desde Huelva nos dicen que no pueden más con los mosquitos, que tienen el cuerpo acribillado.

Recordamos que las cárceles no son espacios climatizados, por lo menos en las partes donde tienen que habitar las personas presas. Las celdas no cuentan con ventilación suficiente, ni con sistema de control de la temperatura. La única opción es disponer de algún ventilador. Recordamos que los ventiladores no forman parte de la infraestructura básica del propio lugar de encierro y que quien lo quiera, tiene que pagarlo como prácticamente todo dentro. Recordamos también que a veces, según las propias normativas de cada centro y lo que allí se consideran “motivos de seguridad” no permiten tener ventiladores, especialmente en módulos de aislamiento. A veces de forma general, a veces para personas concretas cuando pagan una sanción. Esto supone tirarte más de 20 horas al día encerrado en una habitación sin ninguna clase de aparato que alivie un poco el calor y con limitaciones varias añadidas, que a veces incluso pueden ser no poder tener bolígrafos para escribir, si así lo considera el centro.

La cárcel mata y sus múltiples consecuencias son una cuestión evidente.

Vejaciones, humillaciones, acoso, desprecios, violencia, abusos de poder constante, chantaje… Precariedad y explotación laboral… Desatención médica y falta de profesionales que obliga a que lxs carcelerxs hagan funciones de “enfermerxs”, como pasar revisión entre presxs para valorar quien tiene o no que ir a consulta médica, falta de acompañamiento y tratamientos para patologías graves como epilepsia, cáncer, trastornos de alimentación, salud mental, movilidad reducida y un larguísimo etcétera. Alejamiento de lo que se quiere y de quien se quiere, olvido, sensación constante de agobio, ansiedad, preocupación por el futuro. Indefensión jurídica. Desesperación, depresión, pocas ganas de seguir viviendo en estas condiciones sin saber hasta cuando. Y a todo esto se le suma lo dicho anteriormente, de vez en cuando hechos que amplifican o añaden más dolor al propio día a día: ahora sufrir constantemente un calor inaguantable.

La cárcel mata, a veces muy lentamente, y no mira atrás. La opacidad de sus muros, normativas y vacíos legales permite que las vidas que se lleva consigo o las que sufren y resisten allí dentro se pierdan en el olvido o, incluso, en el eterno anonimato. Es una estructura que solo responde a unos intereses determinados, y radicalmente opuestos a los nuestros. No dejemos que el silencio nos haga cómplices.

Es por eso que por segundo año os animamos a sumaros a esta convocatoria. Llamar a las siguientes prisiones, en días concretos para exigir algo muy básico para la salud y el bienestar de las personas: VENTILADORES, AGUA FRIA Y MOSQUITERAS, para todxs lxs que se encuentran encerradxs, también en aislamiento. Si preferís ocultar vuestro número de teléfono, podéis hacerlo añadiendo al principio del número de la prisión el prefijo “#31#”. Podemos recordar la temperatura a la que nos encontramos, los consejos básicos para soportar el verano y prevenir consecuencias en nuestro cuerpo. Podemos exigir hablar con algún responsable, que conste y se registre nuestra queja. Podemos hacerles ver que nos acordamos de las personas que están presas y de las condiciones en las que tienen que vivir. Para nosotrxs que estamos fuera solo suponen llamadas de teléfono, pero para las personas que están dentro significa que alguien les dedica unos minutos, significa que algo de aire fresco llega a su encierro.

Exigimos ventiladores, agua fría y mosquiteras. También en aislamiento.

Abajo todos los muros.

 

Fuente: La Corda

 

La realidad de las obras de Zuera

Imaginarse que estamos en un cárcel ya produce ansiedad, pero si además no puedes tener aire puro en esos 8×13 metros cuadrados, imagínate el nivel de claustrofobia que eso nos puede producir. La cantidad de humedad que se puede generar sin ventilación.

Las reformas son una lavada de cara, no son beneficiosas para las personas presas, sus condiciones son las mismas incluso peores que las anteriores.

Por no hablar de la cantidad de traslados sin previo aviso que se han producido, los cambios de módulos constantes……

La cárcel enferma

Muerte en la prisión de Huelva

Ayer día 7 de julio de 2025 recibimos la trágica noticia de que, una vez más, se nos ha ido alguien especial, perdiendo la vida entre las rejas oxidadas de una prisión, con los arrogantes muros por testigo.

Supimos de la trágica noticia a través de la llamada directa de un familiar a una de las componentes de la Coordinadora de Familias y Pres@s y fuimos informadas de que el suceso, la muerte de nuestro compañero Ramón, ocurrió el domingo 6 de julio de 2025 en el Departamento de Aislamiento del Centro Penitenciario de Huelva.
Ramón era una persona íntegra y valiente que no dudaba en poner voz y explicar el maltrato que recibía por parte del sistema penitenciario en las diversas cárceles donde estuvo, que no fueron pocas. Cumplía una pena de prisión y sorprendentemente, le quedaba muy poco para su licenciamiento definitivo.

Natural de Huelva y con tan solo 35 años, mantenía contacto con diversos colectivos y entidades, como «Katearen Loturak», la «Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía» o nuestra misma «Coordinadora de Familias y Presxs» así como esa gente que de modo individual, están sensibilizados con la lucha por los derechos de las personas en general y los derechos de las personas privadas de Libertad en particular, y todas y cada una de nosotras estábamos de acuerdo en algo: “Ramón estaba en el límite”, muy cansado de sufrir penurias y malos tratos. Lo tratamos de ayudar a través de las distintas posibilidades existentes, como darle soporte a través de carteo, comunicaciones o bien poner su situación en conocimiento del Defensor del Pueblo a través de escrito o bien realizar llamadas telefónicas en masa al centro penitenciario, preguntando por su estado de salud (a sabiendas de que no nos iban a informar y con el fin de que el centro penitenciario fuera consciente de que había gente atenta a lo que ocurría).

Tras la última situación complicada por la que pasó, en la que tuvo una crisis que se saldó con 155 grapas en brazos y piernas en un intento autolítico ocurrido en la prisión de Córdoba. De este hecho tuvo conocimiento el Defensor del Pueblo y obviamente, todos los denominados profesionales, los cuales es innegable, no actuaron debidamente, visto el resultado.
Tras este incidente fue trasladado al Centro Penitenciario de Huelva y según fuentes «Los Protocolos de Prevención de Suicidios» (conocidos por su demostrada ineficacia) estaban activados.
A pesar de que su problemática de patología dual era por todas conocida, fue trasladado al Departamento de Aislamiento en Primer grado, lugar y régimen poco o nada recomendable para una persona que ha pasado por lo que pasó recientemente y por lo que sabemos, “vivía solo en la celda donde falleció”, con lo que de ello se desprende…

Desconocemos los detalles de éste más que cantado y lamentable suceso, sin descartar ninguna posibilidad, pero sea como quiera que haya sido, estamos seguros de que quien lo ha matado ha sido la prisión, un sistema salvaje y cruel que, como -lobo con piel de cordero-, afirma teenr la intención de querer rehabilitar y reinsertar a sus inquilinos cuando en realidad los desestructura, los desocializa, los despersonaliza, los castiga duramente y acalla en seco dignidad e ilusión, echando gruesas mochilas cargadas de pesadas piedras con esquirlas de metal sobre las espaldas de familiares y de aquellos que sin ser familia directa, sentimos cada uno de estos episodios como nuestros, porque hay que decirlo, no es una, son muchas, y estamos ya muy cansadas de ello.
La maquinaria penitenciaria es como una cuchilla de afeitar ante unos pies descalzos.

Ramón nunca calló y siempre alzó la voz ante las injusticias, entró en prisión a cumplir una condena, no a morir y hoy, puesto que sin voz te dejaron, compañero, queremos alzar la nuestra para denunciar en voz alta a los responsables de tu ausencia, a aquéllos que hicieron, o bien a aquellos que nada hicieron cuando deberían haberlo hecho. Dependerá.
E.P.D.

¡Abajo los muros de las prisiones!
«Coordinadora de familiares y Pres@s»

Chinches, sarna y torturas en la cárcel de Mansilla de las Mulas

Hace tres semanas este grupo de apoyo a personas presas tuvimos conocimiento de que una plaga de chinches campaba a sus anchas en la prisión de León. Los hechos son como siguen:
1° El 31 de mayo, la madre de uno de los chicos afectados se pone en contacto con nosotr@s.
2° Su hijo pidió el traslado desde la prisión de Las Palmas de Gran Canaria a la península, llegando a Mansilla sobre el 23 de diciembre de 2024.
3° Ya venía con algunos picores y ronchas en la piel que no fueron tratadas en la cárcel de León hasta febrero de este año.
4° A partir de ahí, su situación no ha hecho más que empeorar, por lo que solicitó en numerosas ocasiones ser visto por el médico de la prisión.
5° Le han recetado sin diagnóstico alguno el siguiente listado de cremas y pastillas: clovate crema( para la psoriasis); diprogenta crema antibiótico( para psoriasis y otros problemas de la piel); permecure crema( para la sarna); elocon crema( para picores) con corticoides; esvastina pastillas (antiestamínico); atarax( ansiolítico); enstilar espuma( psoriasis); diproderm( antiflamatoria y contra el picor); halibut crema( para diversos problemas de la piel como rozaduras, irritación, quemaduras…), más un pinchazo que no sabe de qué.
6° El protocolo consistía en aislarle unos días en enfermería y devolverle a la celda sin aplicar las más elementales reglas de higiene, cómo cambio de colchón, de la ropa de cama, toalla, ropa personal…
7° Hace 15 días, al menos otras 10 personas de su módulo, el 14,
empiezan a sentir picores y aparecen las primeras ronchas en manos, brazos…
8° La manera de proceder es idéntica. Aislamiento en enfermería durante unos días, dispensado de cremas diversas y vuelta a la celda con condiciones higiénicas pésimas.
9° Mientras, el primer afectado tras mucho insistir, lo que le acarreó unos días de castigo en aislamiento, salió el 18 de junio a una consulta externa en dermatología, en el hospital de León, que confirma que se trata de sarna en un estado muy avanzado, afirmando que es inhumano que lo hayan tenido de esa manera y añadiendo que si no seguían el protocolo de cambiar la ropa todos los días junto con el tratamiento médico adecuado, no se iba a curar.
9° Al salir de la consulta, la guardia civil se niega a entregarle el informe médico, con la excusa de que no tiene derecho a tenerlo y que lo entregarán en el servicio médico de la cárcel.
10° A día de hoy sigue sin recibir el tratamiento indicado por el dermatólogo, al resto de sus compañeros les van aislando y devolviendo a celdas mientras empeora su situación. Uno de los afectados ha renunciado al colchón y duerme en el suelo desde hace unos días.

El abandono sanitario que sufren las personas presas en este país es una vergüenza intolerable. No se trata solo de que las plazas del personal sanitario no se cubran. La atención que reciben l@s pres@s es insuficiente, muchas veces inexistente, inadecuada, vejatoria, como lo demuestra el hecho de estar acompañados en consulta por las fuerzas del orden y en el caso que nos ocupa, es un ejemplo paradigmático de tortura, reconocido por organismos nacionales e internacionales que cada año señalan al Estado español por sus flagrantes incumplimientos.
Exigimos a la dirección de la cárcel y al Servicio Territorial de Sanidad de León que todos los afectados sean vistos inmediatamente por especialistas para que les apliquen un tratamiento adecuado a su dolencia, que se adopten todas las medidas necesarias para erradicar esta plaga, antes de que se convierta en un problema de salud pública.
La sarna si no se trata a tiempo y de forma tajante puede provocar secuelas de por vida, y hasta la muerte. La desesperación que sufren estas personas por los insoportables picores junto con el trato humillante por parte de los servicios médicos de la prisión les pueden llevar a situaciones límite de las que serían responsables todos aquellos que no hicieron nada para evitarlas.

Actualización encausadas 1º de mayo 2023

Durante la manifestación del 1º de Mayo de 2023 cuatro compañeras anarquistas fueron detenidas bajo una acusación de daños graves y desórdenes públicos con agravante de disfraz. En los meses posteriores, los Mossos d’Esquadra efectuaron 8 detenciones más bajo las mismas acusaciones. Se trata de un total de 19 denuncias de daños por los destrozos que en la manifestación del día del trabajador se cometieron contra bancos y otras entidades del capitalismo. Las 12 compañeras se encuentran actualmente en libertad provisional a la espera de juicio oral.

En las últimas semanas, la fiscalía ha hecho llegar el escrito de acusación y pide, a cada una de ellas, hasta 8 años de prisión, además de una responsabilidad civil a pagar compartida de 478.000€ por los destrozos sucedidos durante la manifestación. Los embargos de sus cuentas bancarias y propiedades ya han tenido lugar. La fiscalía pide también órdenes de expulsión del Estado español muy detalladas, la prohibición a todas ellas de ir al centro de Barcelona durante 6 años y una pena multa de 6000€ por persona.

Esta elevada pena es resultado del control policial diario al cual todas nos vemos sometidas, así como del deseo del Poder de arruinar cualquier indicio de disidencia. Luchamos contra la autoridad y por unas vidas que merezcan la pena ser vividas. Su represión no nos para.

Solidaridad con las compañeras encausadas por el 1º de Mayo de 2023!

Fuente: Ègida

Iniciativa por la libertad de Antonio Arevalillo Sanz

Antonio Arevalillo Sanz (Segovia, 1958) desde los 9 años creció en el barrio bilbaíno de Zorroza y en los años 70, como otros muchos jóvenes de origen humilde, se dedicó al atraco de bancos, joyerías y supermercados. Desde su primera detención grave, en el año 1974, ha sido detenido docenas de veces, se ha fugado tres o cuatro veces, participó en la lucha de la COPEL y en el año 1983 fue uno de los protagonistas de una revuelta en la prisión de Basauri.

En total ha permanecido preso más de 42 años, 15 de ellos en régimen de aislamiento (Régimen Especial, FIES y art.10).
Hace unos años le fue detectado un tumor nasal que ha requerido cinco complejas operaciones quirúrgicas. En el año 2016 Antonio cumplió las ¾ partes de su condena por lo que cumple las condiciones para acceder a la libertad condicional.

Amig@s cercan@s de Antonio, junto a la asociación vasca GGEBE-ADDSI (Asociación para la Defensa de los Derechos Sociales e Individuales), han iniciado una campaña para exigir su libertad inmediata. Para apoyar las gestiones que estamos realizando pedimos que se envíen cartas y e-mails al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, el JVP nº5 de Madrid (responsable de Estremera), la SGIP y la Junta de Tratamiento de la cárcel de Estremera.

(Adjuntamos modelos de escritos con las direcciones a las que enviar)

Os agradeceríamos información sobre las iniciativas solidarias  así como el apoyo público a esta iniciativa. También os animamos a enviar cartas, postales, telegramas, etc al propio Antonio:


Antonio Arevalilo Sanz

Centro Penitenciario Madrid VII
Ctra M-241, km 5.750
28595 Estremera (Madrid)

GGEBE-ADDSI    contacto: ggebe-addsi@protonmail.com
Gizabanakoen eta Gizarte Eskubideen Babeserako Elkartea/Asociación para la Defensa de los Derechos Sociales e Individuales

Modelo de escrito y direcciones para enviarlo

Fuente: Tokata

Manifiesto XXXVI marcha a Topas

NI AISLAMIENTO, NI DISPERSIÓN, NI PERSONAS ENFERMAS EN PRISIÓN

La cárcel castiga la pobreza y no rehabilita ni consigue la reinserción social. Por ello seguimos reivindicando

1. NO AL ABANDONO SANITARIO

Exigimos una mayor atención sanitaria de especialistas, tanto en el plano mental como el físico, para paliar los efectos de enfermedades que se agravan por la falta de atención y las condiciones de vida. Es humano pedir la excarcelación en los casos más graves de enfermedades incurables para no pasar los últimos días de vida en centros de exterminio.

El número de suicidios se multiplica por 7 respecto de lo que ocurre fuera de los muros. Las emergencias se atienden mal y tarde.

El personal sanitario se convierte en escudo de los carceleros para administrar la contención mecánica y/o química

Como alternativa de acción rápida, fomentamos la autogestión de la salud mediante la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas presas, su entorno y los grupos de apoyo.

2. NO AL TRABAJO ESCLAVO

Conocidas empresas y grandes centros comerciales se lucran de la sobreexplotación que legalmente practican con la población reclusa mediante salarios de miseria (entre doscientos y trescientos euros mensuales, y, en ocasiones, por debajo del euro/hora) y la vulneración de derechos laborales.

No existe un baremo o lista de acceso a los puestos de trabajo, y los despidos son ceses sin precisar motivo justificado. Los productos y servicios que se obtienen del trabajo se destinan a empresas externas (grandes superficies comerciales como el Corte Inglés, Carrefour, o Mercadona) o para la propia Administración carcelaria a través de los oficios en cocinas, economato, etc.

No existen despidos sino ceses que no requieren ser justificados.

La mujer continúa siendo discriminada laboralmente tanto en la modalidad del puesto adjudicado, menos cualificado, como en el salario que recibe.

3. NO AL AISLAMIENTO PENITENCIARIO

La Justicia penal establece como condena solamente la privación de libertad. Sin embargo el sistema penitenciario, imponen la condena en clave de CASTIGO, con constantes extralimitaciones de los responsables carcelarios y el silencio cómplice de los jueces de Vigilancia Penitenciaria.

El Aislamiento Penitenciario, el FIES, el Régimen Especial, los Primeros grados, el Régimen Cerrado… son mecanismos represivos que tratan de contener toda iniciativa de las personas presas por mejorar sus condicion

La cárcel utiliza el método de combinar premios y castigos en función de la sumisión y la docilidad obtenida frente a las actitudes de quienes no se han ido doblegando. Es cierto que el número de personas en primer grado se ha reducido últimamente, pero sólo en la medida que la Administración va consiguiendo sus objetivos de sumisión. La pena formal es la privación de libertad. El aislamiento y la dispersión son castigos extrajudiciales que van más allá de dicha condena y deterioran las relaciones entre la persona presa y su entorno afectivo y familiar.

¡Contra el trabajo esclavo, el abandono sanitario y el aislamiento penitenciario!

¡Ni aislamiento, ni dispersión, ni personas presas en prisión!

Fuente: Tokata