Nuestro compa Alfonso Martí Aracil se encuentra en una situación tensa en el búnker de Soto del Real. Como informábamos entonces, en la primera semana de junio realizó una quema de colchón en el patio como protesta por la represión judicial a la que está sometido, ya que recibió la citación de una causa pendiente cuando ya ha cumplido gran parte de su condena y espera salir pronto, lo que ahora únicamente podría suponer la prolongación del sufrimiento y del castigo que este sistema impone a la gente que osa desafiar la propiedad privada. Tras comenzar la acción, llegaron todo un equipo de carceleros armados con equipos antidisturbios y la tomaron con él y otro compa que se encontraba también en el patio mostrándole su apoyo. Parece que el ensañamiento de éstos fue tal, que hasta una funcionaria que allí se encontraba tuvo que decirles que parasen, que ya no estaban oponiendo resistencia y les iban a desgraciar y a dejar secuelas. Tras esto, la consiguiente tortura de la “contención mecánica” durante más de 4 horas a ambos, es decir, atados de pies y brazos a una cama sin poder moverse ni tan siquiera a hacer sus necesidades más básicas.
Pocos días después, el 7 de junio, se denunció el hecho ante el Juzgado de Guardia de Soto del Real, solicitando la visita de un médico forense externo a la prisión que pudiera realizar un informe veraz de las heridas recibidas por los golpes de porra y patadas, ya que, como muchxs ya sabemos, en estos casos los informes de los médicos de prisión más bien parecen escritos por los mismos carceleros, y no reflejan verdaderamente la magnitud de las heridas. Ya sea por coacción o por alianza con éstos, los médicos penitenciarios no se mojan nunca, siempre van del lado de los carceleros. El Juzgado respondió a las pocas semanas archivando la causa, sin investigar lo más mínimo ni siquiera molestarse en atender la petición de visita del médico forense que había solicitado nuestro compañero. Sin embargo, como ya es normal en este podrido y corrupto sistema judicial, que afirma ser igual para todxs pero que únicamente favorece a lxs ricxs y a sus perros represores, a inicios de julio, tan solo un par de semanas después de ser desestimada su denuncia, le llegó una notificación judicial en la que se le acusa de lesiones a dos boqueras, provocadas probablemente por alguna herida que se hicieran ellos mismos en el transcurso de la paliza, ya que suelen tener como costumbre denunciar a lxs presxs cuando se lesionan algún dedo o muñeca mientras les apalizan, y así de paso pillan la baja y una indemnización.
Además de todo esto, la institución carcelaria obliga al compañero a pagar 190 € en concepto de desperfectos por la quema del colchón, un colchón de gomaespuma roñosa que no mide ni 5 cm de ancho. Ante semejante represión judicial y económica, Alfonso ha respondido con contundencia de manera personal y unilateral, haciendo algunos desperfectos en la puerta y cristales de la celda. Además, desde el 3 de agosto lleva negándose a tener TV y colchón, y aceptando únicamente las comidas azucaradas como la fruta, negándose a aceptar nada de sus represores que no sea indispensable. A pesar de todo, nos cuenta que se encuentra preparado para aguantar todo esto, y con energía y ganas de luchar.
Para llamar a la cárcel: 918447700; 918447757
Para escribir al compañero:
Alfonso Martí Aracil
Centro Penitenciario Madrid V
M-609, Km 3.5
28791 Soto del Real (Madrid)
Fuente: Tokata