Tal como Juan nos pidió, hacemos esta publicación en relación al ultimo juicio que ha tenido, y también de la carta que nos llegó a los pocos días. Como ya había manifestado, aprovechó este juicio para visibilizar y denunciar los maltratos y abusos, y recordar a su compañero Mohamed Chouli, muerto hace unos días en una prisión catalana a causa de un incendio en el chavolo.
El pasado día 1 de julio, Juan Ruiz López, preso en estos momentos en Brians II (Barcelona) tuvo un juicio en el juzgado de lo Penal n.2 de Tarragona. Recordamos que hace unos pocos meses ya asistió a otro juicio en la misma ciudad también por supuestas agresiones a carceleros de Mas d’Enric, por lo que le metieron 9 meses mas de condena.
Ante la petición del compañero a que asistiera alguien como acompañante, una persona del grupo se acercó hasta allí. Después de preguntar por él a los seguratas, confirmaron que sí tenía el juicio pero que no se permitía entrar por protocolo de COVID. Ante esto, se fue a esperar al compañero a una puerta lateral de los juzgados. Tras pasar 20 minutos de la hora del juicio apareció el coche con Juan. Se intentó acercarse al compa para saludarle, pero la policía lo impidió. Juan pidió si se le podría hacer una foto y los Mossos y seguratas dijeron que sí, se le hizo una, pero al instante cambiaron de opinión.
El compañero apareció con el cuerpo pintado con denuncias a los maltratos que ha sufrido él y otros compañeros, y también para recordar a Mohamed Chouli El Hosni, muerto hace unos días en un incendio en su celda en la cárcel de Puig de les Basses. Su reivindicación también iba por él.
El juicio no se celebró, según los Mossos porque Juan había rechazado al abogado. Después nos enteramos de que esto era mentira, y que el motivo fue que el abogado al ver que Juan llegaba tarde abandono la vista. Así que la responsabilidad de qué el juicio se aplazara fue de los Mossos por llegar tarde a los juzgados. Se volvió a pedir de poder hacerle una foto para enviársela a su madre porque hace mucho tiempo que no lo ve por cuestiones de salud de ella, y pusieron como excusa que no se le puede hacer fotos a una persona engrilletada. Se insistió en hacerla de cintura para arriba, y no hubo forma de poder hacérsela. Lo que sí se consiguió fue poder darle un abrazo, siendo un momento muy emotivo. Varios policías que quedaron en la puerta de los juzgados comentaban entre risas y burlas que “estaba loco, que estaba como una regadera, que estaba loco” con la prepotencia, falta de profesionalidad y de humanidad que caracteriza a la madera.
Compartimos aquí la última carta qué Juan nos ha hecho llegar. Recordamos que el pasado 6 de julio Juan recibió una brutal paliza por parte de los carceleros, y que vuelve a estar en el DERT (aislamiento). Estamos a la espera de tener mas información sobre esta ultima agresión. Aquí su carta recibida hace unos pocos días:
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