En la cárcel de Estremera (Madrid VII), los carceleros del módulo 3 (que sepamos) han decidido porque sí, ya como dinámica, abrir las celdas un cuarto de hora, veinte minutos y hasta media hora después de las 8:30, la hora «oficial» que ellos ordenan y estipulan en su reglamento, el que toda la gente presa tiene obligación de cumplir. Esto supone robar horas de patio y actividad, otro suplemento de condena que la institución impone, como jueces supremos, ilegalmente, con nocturnidad y alevosía, palabras que gustan de utilizar en su jerga jurídico-criminal.
Cómo nadie en este módulo se ha quejado jamás de esta clara vulneración de derechos, el día 23 de octubre ocurrieron los hechos que queremos denunciar y que están perjudicando gravemente a nuestro amigo y compañero Toni Chavero, preso actualmente en dicho módulo. Aquella mañana del pasado 23 de octubre, harto de esperar como todas las mañanas, Toni cogió el interfono para preguntar por qué siempre les abren tarde, cada día. Al otro lado, una funcionaria le contestó con las siguientes palabras:
− ¿Para qué cojones llama usted? ¡Deje ya de molestar!
Poco rato después se presenta en la celda de Toni un jefe de servicios (cuyo nombre irá incluido en la denuncia) acompañado de su «séquito» y le espeta:
− ¡Me está usted levantando el módulo! ¡Aquí el único que da voces soy yo! ¡Usted no sabe quién soy yo!
Toni, que no había dado voces, sólo preguntado, le contestó que sabía de sobra quién era, que le conocía perfectamente y no sólo de esa cárcel y que lo que tenían que hacer era abrir a las 8:30, no quitarles cada día, minuto a minuto, esas preciadas horas allá dentro, y que esa imposición era ilegal. Afortunadamente, Toni no fue represaliado en ese momento, ni llevado a aislamiento, pero ha sido castigado con dos partes muy graves ¡por hacer una pregunta −más que oportuna− a una funcionaría de prisiones! Dichos partes conllevan que Toni no pueda acceder a los permisos que le habían denegado y que podía disfrutar ahora, a principios de Noviembre. Es una clara venganza que no tiene ningún sostén legal, cómo las otras mil y una ilegalidades que cometen los carceleros y que pasan desapercibidas, porque los jueces de vigilancia corroboran sistemáticamente las versiones de los funcionarios. Y porque apenas casi nadie allí dentro denuncia lo que pasa dentro de los muros, por miedo, por ignorancia o por simple comodidad. Por lo que sea.
Por ello, algunxs amigxs y compañerxs de Toni y él mismo, queremos que se sepa la situación en la que se encuentra y animamos a que otros grupos e individualidades sensibles contra estas arbitrariedades carceleras se unan apoyando a Toni con el envío de llamadas y faxes a los siguientes números de Estremera. Importante al llamar, cuando os pregunte la máquina, marcar la extensión que indicamos:
Prisión de Estremera (Centralita): 91 8750000 (marcar extensión número 9 – SEGURIDAD)
FAX – 91 8750031
A continuación, dejamos modelo para enviar como fax y también puede servir como guión para la llamada telefónica.
MODELO
Estamos al corriente de la situación que se vive en el módulo tres, donde ustedes abren las celdas tarde todos los días, arbitrariamente y por dinámica. El 23 de octubre pasado, sancionaron a nuestro compañero José Antonio Chavero con dos partes muy graves, sólo por preguntarles el porqué de ese retraso, no recibiendo de ustedes aclaración alguna. Esos partes cierran la posibilidad a nuestro compañero de poder disfrutar de varios permisos y ustedes lo saben de sobra. No tienen en cuenta sus horarios y encima castigan a quien pregunta.
Exigimos que anulen esas injustas y arbitrarias sanciones. Nuestros abogados y abogadas corroborarán que se esto cumpla o tomaremos medidas legales y haremos una amplia difusión en diversos medios y en las puertas de las cárceles de lo que ocurre con nuestro compañero.
Fuente: Tokata