Itinerario de Familias frente a la crueldad carcelaria: continuamos preparando la campaña de crowdfunding

Las personas presas, como cualquier otra y un poco más, necesitan muchos cuidados, una parte de los cuales, por exigencia legal, deberían serles proporcionados por la administración penitenciaria que les mantiene encerrados pero está obligada por sus propias leyes a velar al mismo tiempo por su salud y calidad de vida y a proporcionarles los medios para su reinserción social, la finalidad constitucional de las penas de cárcel. Desgraciadamente, no es sólo que eso no se cumpla, sino que el sistema penitenciario resulta muy destructivo tanto para quienes lo sufren encerrados como para sus familiares y allegados.

Torturas y malos tratos frecuentes e impunes. Régimen de castigo por aislamiento sumamente destructivo. Traslados arbitrarios y punitivos, desarraigantes, desocializantes. Abandono médico. Uso arbitrario de fármacos psicotrópicos. Enfermos mentales presos y, frecuentemente, en régimen de castigo. No excarcelación de enfermos graves y terminales hasta que no es inminente su muerte. Doble discriminacón de las mujeres presas, pues las cárceles están pensadas para hombres. Explotación laboral. Condenas muy largas en general, con dos tipos de cadena perpetua, en la que la resocialización es imposible. Alto índice de mortalidad, por enfermedad grave, sobredosis y suicidios principalmente. Indefensión jurídica manifiesta.

Para intentar enfrentarse a estas situaciones las familias deben hacer grandes esfuerzos, con gran impacto económico, psicológico y social, en su salud y en su vida, como si, no habiendo hecho nada, tuvieran que sufrir también una condena. Nuestra asociación la formaron en 2017 un grupo de mujeres que tenían familiares presos o los habían perdido: sus hijos, hermanos o compañeros habían muerto estando en prisión. Entre ellas, Pastora González, la madre de Xosé Tarrío, que fue para nosotras una compañera importante por su contagiosa energía y gran corazón. Empezamos con mucho ímpetu. El apoyo y el cuidado recíproco entre nosotras era nuestra principal fuente de energía. Con ayuda de una psicoterapeuta, hicimos varios talleres en los que aprender a articularlo. Encuentros personales, directos, entre nosotras, que aprovechábamos también para hacer asambleas y tomar decisiones.

Encontramos apoyo sobre todo en gente libertaria de Valencia que mantenía una cierta comunidad de lucha, integrándonos como un grupo más en su caja de resistencia. Esa ha sido durante años nuestra principal fuente de financiación. Nos movilizamos juntas durante varios años en actividades de recaudación y, además, haciendo concentraciones anuales frente a las cárceles de Picassent y Albocàsser y también en la Secretaría General de Institucionanes Penitenciarias, coordinándonos en lo posible con las luchas de las personas presas y con algunos grupos anticarcelarios de la calle y buscando el contacto directo con la gente que sufría los mismos problemas que nosotras. También intentamos comunicarnos a través de redes sociales y otros recursos en internet. Nuestros gastos han sido mayormente los que nos ha ocasionado la necesidad de contar con abogados para denunciar e intentar buscar reparación ante las vulneraciones de los derechos de nuestra gente.

Aquella sinergia casi se ha roto. Pastora murió y otras compañeras han ido abandonando la asociación. Pero, aunque un poco agotadas, aún quedamos unas cuantas y, sobre todo, aún tenemos gastos sin cubrir y casos abiertos. Uno de ellos, por ejemplo, el de un muchacho que murió en prisión. Otros dos de enfermos mentales presos, uno de los cuales hemos conseguido que salga, pero persiste su enfermedad psíquica y aún le quedan causas pendientes, acusado por los carceleros, de cuando aún estaba preso y en régimen de aislamiento. El otro sigue preso y en régimen de castigo sin ningún tratamiento adecuado. Otros casos son de grandes condenas.

Nos dirigimos una vez más a personas y grupos afines para pediros vuestro apoyo en el desarrollo de la campaña de crowdfunding que estamos preparando. Nos vendría bien un poco de apoyo económico, desde luego, pero es tanto o más importante la comunicación y la solidaridad práctica, que crezca en lugar de ir a menos como parece suceder de un tiempo a esta parte. Es necesario afrontar lo que pasa en las cárceles, actuar día a día frente a ello. ¡No nos dejéis solas! ¡No dejemos sola a la gente encarcelada!

Fuente: Briega

Por qué muere nuestra gente en las cárceles

Porque allí son habituales las torturas y malos tratos. Existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a sus víctimas. Se traslada arbitrariamente a la gente, desarraigándola de su entorno social y familiar. Se obstaculizan las comunicaciones con la calle, imponiendo despóticamente su intervención o su privación como castigo. El acceso a la cultura casi no existe. Se censuran las publicaciones «por motivos de seguridad». No existe libertad de expresión ni de asociación. La explotación laboral es enorme. Las mujeres presas están doblemente discriminadas, por presas y por mujeres.

La situación sanitaria es catastrófica, porque la administración penitenciaria incumple sistemáticamente su obligación legal de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas, sanitarias y farmacéuticas iguales a las de cualquier ciudadano. Se abandona a los enfermos sin proporcionarles la medicación y los tratamientos que podrían salvarles. Y, sin embargo, no se aplica la legislación que dispone que deben ser liberados los enfermos muy graves y con padecimientos incurables más que cuando ya es inevitable su muerte a corto plazo. Los enfermos psiquiátricos constituyen un porcentaje muy elevado de la población reclusa, sin que se les reconozca su condición ni se les cuide, yendo a parar muchos de ellos, por el contrario, al régimen de castigo, de donde han salido muertos unos cuantos. En las cárceles no existe psiquiatría ni psicoterapia que valga. Y no es que pensemos que la actividad corriente de los «profesionales de la salud mental» sea ninguna panacea, pero siempre será mejor que el aislamiento, las porras de goma, el gas pimienta o las sujeciones mecánicas.

No es extraño que más de la mitad de los puestos de trabajo médico-sanitario permanezcan vacantes: ¿quién va a querer trabajar en condiciones tan indignas? De los que tienen estómago suficiente, muchos médicos suelen hacerse cómplices de las frecuentes torturas al hacer la vista gorda ante las lesiones resultantes. El tráfico de drogas ilegales está consentido, pero, además, se proporciona a los presos todo tipo de drogas legales adictivas sin apenas control médico, para que no molesten. Se suministra metadona sin necesidad y con tal negligencia que ha habido muchas muertes por sobredosis, administradas por los mismos servicios médicos carcelarios. La mortalidad –muchas veces por causas como sobredosis, suicidio o «muerte súbita»– es en las cárceles mucho más elevada que en la calle y abundan los fallecimientos en extrañas y dudosas circunstancias, nunca aclaradas, ya que no se cumplen los trámites prescritos legalmente para ello ni se ofrece a los familiares la oportunidad de exigirlos.

Las personas presas están indefensas frente a todo eso y ante multitud de decisiones de las autoridades carcelarias y judiciales que les perjudican gravemente. Los Servicios de Orientación y Asistencia Jurídica Penitenciaria y la justicia gratuita son insuficientes. Los Juzgados de Vigilancia, encargados de la «tutela judicial efectiva» de los derechos de las personas presas, inoperantes. El poder punitivo del Estado se ejerce sin respetar ninguno de esos derechos que, en teoría, lo justifican.

Somos familiares y gente solidaria con las personas presas. Algunas hemos sufrido la muerte de nuestros hijos, hermanos o compañeros, supuestamente confiados al “cuidado” de las instituciones estatales. Estamos intentando apoyarnos mutuamente, organizarnos y coordinarnos para afrontar, denunciar y, a ser posible, detener esa situación degradante. Nos dirigimos a toda persona o grupo que pueda sentir alguna solidaridad o afinidad con nosotras para pediros vuestro apoyo. Queremos hacer una campaña de “micromecenazgo” (crowdfunding) para hacer frente a nuestros gastos pendientes y poder mirar hacia el futuro con un poco más de tranquilidad. Os agradeceríamos cualquier tipo de colaboración, económica, de difusión, o del tipo que se os ocurra. Esto es un primer contacto. Habrá más, y os avisaremos cuando iniciemos la campaña.

Familias frente a la crueldad carcelaria

Para más información sobre familias contra la crueldad carcelaria visitar el blog:

https://familiasfrentealacrueldadcarcelaria.noblogs.org/

Fuente: Marcha a Topas

Felices fiestas (en la sociedad del encierro y el olvido)

Un año más no nos olvidamos de lxs compañerxs presxs en estas fechas tan señaladas. Es una realidad que ya hemos entrado de pleno en las navidades, y con ellas llegan las demandas normo-sociales de juntarse con las familias, organizar comidas y cenas rebosantes, regalos y gastos irracionales, postales navideñas, turrones y un sinfín de mandatos culturales preestablecidos y dictados por una estructura social que sitúa el capital en el centro y arrastra el dogma y la religión a sus espaldas.

Estos días las calles parecen fotogramas o historias de instagram. Todo repleto de instantes de alegría, fraternidad y opulencia. ¿Qué es de aquellas personas que no encajan en estos modelos? Algunxs nos engañamos e intentamos con éxito encajar dentro de toda esta parafernalia. Otrxs muchxs no podemos ni tan solo hacer este intento de engaño. Salen a la luz las evidentes desigualdades y las costras que dejan las heridas de un mundo lleno de miseria y marginación.

Dentro de toda la peña que sufre las consecuencias de estar fuera del redil es inevitable acordarse de las personas que están secuestradas en manos del Estado. En las cárceles no hay decoración navideña ni villancicos cuando suena la sirena que saca a todo el mundo de su celda. No hay comidas de empresa, ni cenas familiares, ni árbol de navidad lleno de bolitas de colores, ni tió, ni regalos, ni turrón… Tampoco encuentros con aquellas personas que viven lejos, ni niñxs correteando, ni fotografías, ni largas sobremesas… Es jodido ver que el mundo se lo pasa bien en su paripé instagramer navideño mientras te pudres en un agujero. Es un buen momento para entender que efectivamente te han dejado aisladx, fuera de tus iguales.

En la cárcel de Palencia, La Moraleja, lxs presxs de primer grado quieren denunciar la falta de abastecimiento en el economato de postales para poder enviar a sus seres más queridos, y de turrones y otros dulces para poder montarse su propia fiesta marginada. Quizá para lxs que estamos al otro lado de los muros, nos pueden parecer detalles insignificantes, pero cuando estás rodeado de muros y barrotes, lejos de todo y todxs, estos detalles significan mucho, significan prácticamente todo lo que puedes hacer para vivir de alguna forma estos días y tener un detalle con lxs de fuera y con algunxs de dentro para decirles que lxs tienes presentes y desearles un buen año.

Lxs presxs de aislamiento quieren expresar que hicieron una instancia el día 17 de diciembre -día programado por esta cárcel para hacer instancias de este tipo- pidiendo al “recadero” (funcionario de prisiones o preso con privilegios encargado de salir a la calle a comprar lo que el economato no tiene) una serie de cosas para celebrar sus fiestas y denuncian que no se les ha hecho efectiva esta petición. Lxs carcelerxs sostienen que ha sido la directora de esta cárcel quien ha expresado, sin ningún motivo ni justificación, un retraso en la solicitud mediante instancia al día 7 de enero para todxs lxs presxs de primer grado. Lo que supondría no recibir nada de la comanda hasta pasadas las fiestas de navidad.

Por poner otro ejemplo de cual es la situación de algunas personas encarceladas, hace un par de meses publicábamos una serie de cartas escritas desde la prisión de Puig de les Basses, en las que las personas allí encerradas nos acercaban a una realidad nada navideña, muy lejos de sus seres queridos y muy cerca de sus verdugos, donde no se cumplen los sueños pero si las pesadillas. Se trataba de los escalofriantes relatos con nombres y apellidos, que contaban con detalle distintas agresiones racistas sufridas en esa prisión. No son casos aislados en un centro aislado, y esto se explica viendo que las consecuencias de estas denuncias solo han sido el traslado de los funcionarios expedientados por dichas agresiones a otra prisión, esparciendo la enfermedad en lugar de curarla. Encima si das un paso al frente, denuncias y pides respeto y dignidad para tus compañeros, en Navidad el sistema penitenciario no te pone en la lista de los niños buenos, si no que se cierra en banda para proteger a sus esbirros y con cualquier excusa te regalan un billete al módulo de aislamiento.

Queremos alzar la voz y enviar un tierno abrazo libertario a todas las personas que viven en sus carnes el encierro, el aislamiento, el castigo y el olvido por parte de una gran mayoría de la sociedad. Seguimos teniendo presentes a nuestrxs compañerxs presxs y esperamos que con el tiempo todas las personas consigamos hacerlxs más y más presentes en nuestras vidas.

Una forma de hacerlo y a la vez transmitirles algo de calor y cariño, son las marchas y concentraciones que se realizan el ultimo día del año delante de algunas prisiones de Catalunya y del Estado español. En Picassent (Valencia), en Navalcarnero (Madrid), en el CIE de Barcelona, en Wad Ras (Barcelona)….También el 30 de diciembre en el CIE de Aluche (Madrid), o el 13 de enero en Brians (Barcelona). Quizá hay mas convocatorias; estás son de las que tenemos constancia a día de hoy.

Ternura y libertad!

Fuente: La Corda

Un compañero es agredido por carcelerxs en la prisión de Tarragona

Miguel Angel, preso en Mas d’Enric, nos pide hacer publica la agresión que sufrió el pasado octubre por parte de carcelerxs de esta prisión. A raíz de un cacheo en su celda, el compañero acabó esposado por la espalda, arrastrado por el suelo y con agresiones físicas y verbales. Debajo de su carta, ponemos su nombre completo y dirección por si alguien quiere escribirle. Acortemos las distancias; destruyamos esos muros!

Cárcel de Mas d’Enric. Octubre 2023. 

Me encuentro en el módulo de enfermería, debido a una enfermedad que padezco y por la que sufro dolores horrorosos cada día y noche. Los médicos de prisión me decían que era yo el que me generaba el dolor por mis nervios, lo cual me llevó a denunciar a 2 doctores y a la directora médica, pues después de 3 años y 8 meses me hicieron las pruebas que yo suplicaba y que ellxs me negaban, y se me dio la razón ya que se confirmó mi enfermedad: polineuropatía sensitiva motora. Una enfermedad catalogada como una de las 30 mas raras del mundo y para la que, hasta fecha de hoy, no hay cura ni tratamiento.

Los hechos que aquí cuento sucedieron el pasado 7 de octubre. Sobre las 14’00h entraron en mi celda el jefe del modulo de enfermería y 2 funcionarios más, para efectuar un cacheo. Soy consumidor de cannabis, es cierto, ya que es lo único que me calma el dolor que siento y me ayuda a dormir. Jamás he negado que fumaba. Cuando entraron, intenté guardarme los porros en la boca y en seguida me echaron mano al cuello. Me cogieron del cuello y la mano, y me tiraron encima la cama mientras me decían que les diera lo que me había metido en la boca. Yo al principio me negaba a ello, pero encontrándome tan mal, al fin accedí a darles el cannabis.

Habiéndoles dado ya lo que querían, el jefe de enfermería se dirigió a mi, estando reducido y me dijo “Te vas a cagar ahora”, y comenzó a pisarme los pies, que es donde sufro el mayor dolor, y seguía diciendo “No te la curres mas hijo de puta” y acto seguido activó el código 2, que significa agresión a un funcionario. Y en menos de 2 minutos, vinieron 4 o 5 funcionarios más. Estaba yo boca abajo y no veía casi nada, ya que me esposaron las manos a la espalda. Después me levantaron a pulso y me arrastraron por el suelo, bajando dos pisos por las escaleras (habiendo ascensor). Me bajaron esposado atrás, cogiéndome de las esposas, arrastrándome escaleras abajo, insultándome también, llamándome hijo de puta, a la vez que me daban patadas. Yo gritaba de dolor. Me arrastraron los 20 metros que separan enfermería del departamento de aislamiento. El dolor me tenia bloqueado y atemorizado.

Esto tiene que estar gravado por las cámaras de control y vigilancia que hay en la prisión, entre 14’00 y 14’30 aproximadamente. En las escaleras no hay cámaras por donde bajaron, pero hay 2 próximas que seguro que cogen el ángulo de la escalera. Fue tan desproporcionado el uso de la fuerza que llegaron a dislocarme el hombro derecho. Me pusieron desnudo contra la pared apretándome fuertemente la cabeza. El jefe me cogió del brazo derecho y él mismo me colocó el hombro dislocado. Yo solicité que me sacaran al hospital y riéndose de mi me dijeron que no iba a ningún sitio. Llorando de dolor e impotencia le pedí a Don Juan su nombre y exactamente me dijo “Me llamo Juanito chaval.. ¿vale? Para tí Don Juan”. Acto seguido le pedí su numero de identificación y se negó. “¿Para qué? ¿Me vas a denunciar? No te lo doy payaso y yo las denuncias me las paso por el forro de mis cojones”.

Mi compañero del lado, X, me llamaba pensando que me había caído, pero al oír los golpes y gritos ya supo lo que pasaba. Yo no ofrecí resistencia alguna, si apenas me mantengo en pie. Fui torturado, golpeado, y recibiendo un trato vejatorio.

Para escribir al compañero:


Miguel Angel Lledó Clavero

Centro Penitenciario Mas d’Enric
Travessia Comella Moro, 15
43764 El Catllar (Tarragona)

 

Fuente: La corda

Lolo: «La libertad reside en nuestro momento»

Manuel Noguera (Lolo) ha hecho llegar a les compas de La Corda un comunicado desde el penal de Puig de les Basses. Pocos días después hacerles llegar su carta supieron que fue operado de urgencia por perforación gastrointestinal e ingresado en el pabellón hospitalario de Terrassa, dónde ha pasado las últimas semanas recuperándose. No nos consta que haya ingerido nada que pueda provocar este daño salvo la medicación que le recetaron para calmar el dolor de la paliza que le dieron los funcionarios. En este comunicado nos cuenta la realidad de los abusos en del DERT de la prisión de Figueres.

«Figueres, a 21 de Noviembre de 2022
Penal de Puig de les Basses

EL MOMENTO NO TIENE AYER NI MAÑANA
LA LIBERTAD RESIDE EN NUESTRO MOMENTO

Por un momento retrocedo en el tiempo, hasta llegar a la fecha en que fui encarcelado, y en estos instantes de nuevo me parece sentir todo el contenido de los años transcurridos como si de ayer se tratara. Todo cuanto entre rejas he vivido, todo cuanto mis ojos han visto y mis oídos han escuchado, todo lo que hemos luchado y reivindicado, años de dolor y sufrimiento, de sangre derramada y de vidas perdidas para que el interior de las cárceles llegara a ser diferente… hasta llegar a la fecha de hoy, en dónde nuestra lucha sigue siendo necesaria porque todavía existen grandes lagunas en el actual sistema carcelario y quedan temas de interés por resolver, por cambiar y mejorar. Quizas muchxs compañerxs tendrán diversas opiniones y unxs estarán de acuerdo y otrxs en desacuerdo pero al menos generamos debate tanto dentro como fuera de las cárceles, ¿pero quién o quienes se pueden pronunciar ante la verdad absoluta? ¡Solamente nosotrxs, compañerxs! A través de nuestros comunicados, nuestras quejas y denuncias, de nuestras palabras y de una unidad común y colectiva, para hacer frente a las formas de proceder que tiene la administración penitenciaria totalmente abusivas y discriminatorias, utilizando cualquier medio que tienen a su alcance como herramienta disponible para continuar atentando contra la integridad física, mental y moral de todas las personas presas.

Artículo 15 de la constitución española: Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Ingresé en este departamento de régimen cerrado a principios de abril de 2022 en situación de 1er grado de tratamiento en modalidad de vida prevista en el art. 93 del R.P. Procedente del Penal de Tarragona, y fui ubicado en esta misma celda, nº38 del 4º ala “de castigo” a finales de agosto, y por orden del coordinador de este mismo DERT (Departamento Especial de Régimen Cerrado) la 4ª ala fue desalojada al completo, todas sus correspondientes celdas de castigo desde la 31 a la 38, y tanto yo mismo como a mis demás compañeros se nos reubicó en distintas celdas entre las alas primera, segunda y tercera. Según lxs carcelerxs, por motivos tratamentales quedaba desalojada “técnicamente” para ubicar aquellxs compañerxs vulnerables que necesitan de un trato especial y específico de cuidados médicos y sanitarios.

El pasado día 8 de noviembre sobre las 10:30, mientras me encontraba en la celda nº11 tranquilamente leyendo, comienzo a escuchar al coordinador y demás carcelerxs como increpaban de malas maneras a mi compañero de la celda nº10, a escasos centímetros de distancia entre celdas. Escuché como le propinaban toda clase de insultos discriminatorios, coaccionándolo y amenazándolo, ante tal suceso no tuve otra opción que reaccionar y el coordinador abre la puerta de la celda, faltándome al respeto, a lo que rápidamente me levanto de la silla y, claro está, le respondo de las mismas formas o aún peor. ¿Por qué mentir?

Al instante cierran la puerta, y en cuestión de 15-20 minutos se abre al completo (clarísimo que los esperaba). Pero ¿quién puede hacer frente dentro de una celda de castigo a toda una manada de carcelerxs bien equipadxs rollo antidisturbios…? Termino en el suelo y el resto de la historia muchxs la conocemos, y lo peor de todo es que estamos acostumbrados. Al día siguiente soy trasladado de la celda nº1 de contención a esta celda n38 del 4 ala, supuestamente que habían desalojado para compañeros vulnerables. ¡Y una mierda!

Si para compañerxs vulnerables, a todx aquel que llega de módulo sancionado y que sufren de diferentes patologías mentales, que no deberían estar en celdas de castigo, si no en la enfermería, en seguimiento y cuidados por los especialistas correspondientes de la salud pública de la administración penitenciaria, y no ser encerrados en celdas de castigo para que dichos cuidados los realicen lxs cuatro carcelerxs de turno abusivos y torturadores, a base de golpes con una brutalidad muy complicada de comprender en los tiempos que estamos actualmente, en donde “las medidas privativas de libertad deberían estar orientadas hacia la rehabilitación, reducación y reinserción, etc, etc” tal y como así dispone el art. 105.2 de la CE y el cual pienso que casi todxs conocemos.

Para nada deben estar orientadas para que lxs carcelerxs hagan uso de su cargo público torturando, humillando y sometiendo a compañerxs “enfermxs”, personas como tu, como yo, y como todxs lxs demás, a todo tipo de trato degradante y discriminatorio.

No sé cuántos días llevaré sin dormir, desde el día 8 hasta la fecha de hoy poquitas horas habré dormido. Lxs someten a todas horas, de buena mañana, al mediodía, por las tardes y las noches, de madrugada… Y qué puedo hacer yo si tengo los pies destrozados de patear la puerta de la impotencia que siento. Todo lo he denunciado y seguiré haciéndolo porque esta situación es completamente intolerable. Todos los días desde el 8 hasta hoy. Al juzgado de guardia de Figueres, al juzgado de vigilancia penitenciaria nº1 de Catalunya, al Sindic de Greuges, al departamento de justicia de Instituciones Penitenciarias, al director de la cárcel, a la Comisión Disciplinaria y a la subdirectora de Régimen Interior y Seguridad.

Pero lamentablemente todo continua igual, porque aunque mantengo la esperanza porque tengo al coordinador tocado, una subdirectora de Régimen sin vergüenza alguna intenta ofrecerme algo en poquitas palabras. “No señora, no, yo no estoy en venta y todas mis denuncias desde la primera hasta la última continúan y continuarán en vigor”. El auténtico problema sistemático reside en la propia administración Institucional Penitenciaria. Así tenga que morir en una celda de castigo, porque tanto el derecho y las libertades como el respeto a las personas para nada es negociable.

Mis mayores respetos y agradecimientos a todxs vosotrxs, compañerxs, y en especial a este grupo de grandes personas que forman La Corda.

Att: Manuel Noguera Mazuecos “Lolo”.»

Fuente: La Corda

David nos cuenta sobre la atención sanitaria en Castellón II

David Rojas, compañero que ha estado un tiempo en silencio y del que no habíamos publicado mucha cosa, escribe una carta a las compas de La Corda donde trata el tema de la atención sanitaria en prisión, concretamente en Castellón II, donde se encuentra desde hace unos meses, ya en segundo grado. Debajo ponemos su nombre completo y dirección por si alguien se anima a mandarle unas letras.

Octubre-Noviembre 2002

Ayer por la mañana me llegó el envio especial con la información del libro “La herbolaria de lxs presxs”, y aquí tengo un paisano que también le interesa. La verdad es que en este puto patio no crece ni la mala hierba, pero de los productos del economato sí podré sacarle utilidad. Me parece muy importante e interesante poder aprender trucos para hacer infusiones analgésicas y antiinflamatorias y mas en esta carcel en la que estoy, donde no te dan ni un simple paracetamol. También me parece interesante que este libro lo haya escrito una compa que ha estado en prisión, y que haya gente tan animada y comprometida como para traducirlo al castellano con el objetivo de hacerlo llegar a las prisiones del Estado.

Como te he dicho, puedes publicar lo que quieras de las cartas que te mando. Sabes que he estado un tiempo callado, pero nunca desaparecido.

Me ha llegado un parte que me metieron en Zuera, como regalo de despedida. Y la mitad de lo que pone es mentira. Esta gente se inventa lo que quieren, lxs muy perrxs.

Vuelvo al tema sanitario. Aqui solo hay 2 médicos para toda la población reclusa que estamos en Albocàsser. Y este lunes pasado, vino a pasar consulta la subdirectora medica que se piensa que estamos en una prisión tercermundista, y nos pasa consulta con la puerta abierta y con un carcelero en la puerta como si estubieramos en 1r grado, y el carcelero empanandose de todo lo que nos pasa a cada uno. Y encima me oscultó y me dijo que lo del desgarro podia tardar en curarse hasta dos meses, y me mandó tratamiento para los dolores y para curarme lo antes posible. Y por la tarde viene la ATS a repartir la medicación de consulta a los que nos habian visto por la mañana, y casualidades de la vida para mi no traia nada. Traía lo de todo el mundo menos lo mío, ya ves que cosas.

Seguir leyendo

Carta de Miguel Codón Belmonte

25 de enero del 2022
Hola x, ¿cómo estás? Espero que a la llegada de estas letras tú y los tuyxs estéis bien. Yo no puedo decir lo mismo. Estos hijos de puta me están jodiendo por todos lados y me van a buscar un 1º grado otra vez y me van a alejar de mi familia y más aumento de condena… Estoy sometido a órdenes de ordenanzas (presos de confianza), me niego a las órdenes de lxs carcelerxs y no voy a hacer caso a estos comemierdas. Por el momento estoy en aislamiento, en observación de conducta, por meterle la cabeza en el tigre (retrete) a un ordenanza y eso pasó hace más de medio mes, hace 3 días le metí una patada en el pecho a un chivato y me han aislado por completo, me quieren medicar otra vez y yo me niego, llevo en huelga de hambre 13 días con hoy y nadie hace caso. Haber si tú puedes publicar esto por favor. (…)
Un fuerte abrazo. Me despido. Cuídate mucho.
Miguel

Los efectos del corporativismo penitenciario, en el punto de mira

Los compas de «Fuera del orden» han traducido del catalá el siguiente texto, escrito por Ester Fayos y publicado en la página de la Directa.

La agresión contra un interno de la prisión de Villena (Alto Vinalopó) por parte de tres funcionarios reabre el debate sobre el corporativismo por parte del funcionariado penitenciario y las dificultades a las que se enfrenta la población reclusa y sus familias para denunciar posibles vulneraciones de derechos. Los obstáculos van desde el miedo hasta las amenazas y la intensificación de las torturas para proteger los intereses, los privilegios y los discursos del funcionariado de prisiones.

El pasado 16 de agosto, la prensa se hizo eco de la presunta agresión de un preso con problemas de salud mental a tres funcionarios de la prisión de Villena (Alto Vinalopó) que, según denunció el sindicato «tu abandono me puede matar», acabaron en el hospital con «diversas lesiones en los ojos, la frente, los pómulos y el antebrazo». Las imágenes grabadas por las cámaras, reveladas unas semanas más tarde, mostraron una secuencia de los hechos completamente diferente: los funcionarios esperaban que el interno saliera de su celda para reducirlo, en menos de un minuto, con una cincuentena de porrazos y puñetazos ininterrumpidos, que continuaron cuando el preso se encontraba ya inmovilizado por los tres agresores, quien incluso le pisaron las piernas y el pecho. Después de dos minutos y medio, llegaron cuatro carceleros más, los golpes cesaron y el interno fue trasladado por el pasillo.

Nada más producirse la agresión y difundirse la versión de los agresores, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias inició una investigación y presentó una denuncia en el juzgado de guardia de Villena. Días más tarde, la subdirectora de la prisión, como responsable de las imágenes que graban los circuitos de seguridad, envió al juzgado el vídeo que desmontaba el relato oficial y, por tanto, obligaba a reconducir el expediente abierto a favor del interno. Entonces, comenzaron a perpetrarse una serie de amenazas contra la subdirectora para evitar su comparecencia. «Te quitaremos la vida por perra» o «Sabemos que tienes las imágenes, bórralas o atente a las consecuencias» fueron algunos de los mensajes que recibió por WhatsApp. Veinticuatro horas antes de declarar, las amenazas se intensificaron. La funcionaria fue atacada en la puerta de su domicilio por cinco o seis encapuchados. «Mañana, calladita», le advirtieron mientras tres de los agresores la sujetaban y otro le propinaba dos golpes fuertes en la cara. Lejos de asustarse, denunció la agresión y, al día siguiente, declaró contra los tres funcionarios de Villena, que han sido expedientados.

Pese a la existencia de pruebas audiovisuales y la gran repercusión mediática del caso, en un comunicado publicado en su perfil de Facebook, el sindicato «tu abandono me puede matar», considera que «el único objetivo» de la supuesta criminalización de los funcionarios es «evitar la movilización de las plantillas para pedir la justa equiparación salarial». Incluso, en las últimas semanas, a través del despacho de abogadas Sánchez Navarro -que también representa al sindicato Jupol de la Policía Nacional española-, han presentado una denuncia ante el juzgado penal y la Agencia Española de Protección de Datos ( AEPD) contra los medios de comunicación que emitieron el vídeo por un presunto delito de revelación de secretos y filtración de imágenes.

Se trata de un caso paradigmático que ha permitido reabrir el debate sobre el modus operandi del funcionariado carcelario a la hora de defender a capa y espada sus intereses, así como la tendencia a negar siempre presuntos episodios de tortura y maltrato en las cárceles. Imágenes tan violentas en el ámbito penitenciario no habían trascendido a la opinión pública hasta el momento. Sin embargo, para los grupos de apoyo a las presas y las organizaciones dedicadas a la defensa de sus derechos, no son un caso aislado. «Existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a quien lo sufre, y lo que también es muy preocupante son los obstáculos y dificultades para denunciarlo», remachan desde el grupo de apoyo a personas presas Tokata. La Coordinadora estatal para la Prevención y la Denuncia de la Tortura, en catorce años, ha registrado un total de 9.085 víctimas de agresiones, torturas y malos tratos en España. Sin embargo, advierten que sus informes anuales sólo recogen las denuncias que «han llegado a nuestro conocimiento y hemos podido contrastar». Y es que en esta ocasión existían unas imágenes que corroboraban el testimonio del interno, pero, tal y como explica Alejandro Forero, doctor en Derecho Constitucional y Ciencia Política y miembro del Observatori del Sistema Penal i els Drets Humans (OSPDH) de la Universidad de Barcelona, ​​la mayoría de episodios «ni se pueden denunciar ni se conocen».

Seguir leyendo

«Te hablo con dos pilas ingeridas en el cuerpo», la rabia y el agobio desbordan a Juan

Juan Ruiz López se encuentra en el DERT (aislamiento) de la cárcel de Lledoners. Se siente muy agobiado y sobrepasado por la situación. El viernes 24 de septiembre sobre las 16’30 se tragó pilas. Se siente desbordado.

Esta semana apareció en el módulo un carcelero que participó en la agresión que sufrió en Mas d’Enric, donde le pegaron con las porras hasta en las plantas de los pies. A raíz de esto, hace unos pocos meses Juan tuvo un juicio donde le metieron 9 meses mas de condena. Pues este tipo apareció esta semana en su modulo de Lledoners, y se dirigió a Juan con prepotencia, discutieron. Dice que leyó una de sus cartas a lo que Juan le recriminó que quien era él para leer su correo personal, y este se lo tiró por el suelo. Después lo cambiaron de ala, donde ahora está solo y no lo han dejado salir a la sala de día. Cuando Juan se quejó de este cambio el carcelero le dijo que lo cambiaban de ala por sus cojones.

Estas humillaciones, reencontrase con este tipo sumado a su situación permanente de aislamiento, han empujado al compa a tragarse pilas.

Recordamos que Juan se encuentra en una situación de vulnerabilidad. Lleva ya unos cuantos años preso, casi siempre en aislamiento, y trasladado con frecuencia de una prisión a otra como quien se pasa una pelota. Ha tenido aplicado el protocolo de prevención de suicidios varias veces, aunque no siempre se ha respetado (por ejemplo, el hecho de que no estuviera solo en una celda), también se ha autolesionado varias veces. Juan tiene problemas de salud mental y lleva tiempo en una situación jodida.

Seguir leyendo

Daniel Sánchez quiere sumarse a la nueva propuesta de acción colectiva, y relata la brutal paliza recibida en la prisión de Zuera

Carta de Daniel Sánchez López, que se encuentra en aislamiento, en 91.3, en la cárcel de Estremera (Madrid). Se pronuncia sobre la idea que David Rojas lanzó hace ya unas semanas, donde proponía llevar a cabo otra acción colectiva, denunciando especialmente los abusos y los primeros grados, así como todas las medidas doblemente represivas a raíz del COVID. También comenta que tiene dos juicios, por lo que van a moverle y no sabe muy bien como hacerlo para seguir informado. Termina la carta explicando la brutal paliza que recibió en la prisión de Zuera (Zaragoza) después de quemar un colchón por culpa del abandono médico. Por esto le metieron un año mas de condena.

Septiembre 2021

Hola compañerxs,

Lo que de verdad me da fuerzas para seguir luchando es ver que fuera hay gente que es nuestra voz, y que dentro de sus posibilidades está con nosotrxs en todo esto, hablando lo que pasa dentro de estas malditas cárceles. Gracias por estar.

Quiero que dentro y fuera contéis conmigo en relación a la propuesta colectiva que expuso David Rojas. Yo estoy dispuesto y lo veo importante. Hacía falta que alguien lanzara la idea, a ver si esto arranca de nuevo. Estos verdugos siguen desmadrados con las torturas y los tratos inhumanos. Este ultimo año ha sido nefasto en relación a nuestros derechos. Con todo lo del COVID hemos estado (y seguimos) aun mas incomunicadxs y aisladxs.

Seguir leyendo