Este mes de abril continúan las jornadas anticarcelarias 2019, en su tercera edición. Una buena oportunidad para tener información de primera mano, de parte de las experiencias de Gonzalo Tejerina y lxs compañerxs del grupo de apoyo a presxs de Lleida el 27 de ABRIL en la libre de Santander
Este mes de abril continúan las jornadas anticarcelarias 2019, en su tercera edición. Si el mes pasado, difundíamos entre el local Cambalache de Oviedo, Kaxilda de Donosti y La Libre y Henas de Santander, que este sería un espacio de denuncia hacia la industria del castigo y de concienciación hacia un mundo en el que las prisiones no tengan cabida, este mes seguimos de la misma forma, sólo que solamente habrá actividades en la ciudad de Santander a espera de que en Mayo volvamos a compartir programación entre los diferentes colectivos organizadores.
En Marzo abrimos las jornadas con la presentación de la autobiografía de Manuel Martínez. Un libro gestado desde el cuidado mutuo entre Manolo (COPEL) y Edu (Cambalache), donde la memoria hecha voz y su transmisión hecha escritura se funden en una lucha común. Ahora podéis escuchar aquí parte de la charla que fue grabada en la Librería La Libre si adjuntais este enlace.( http://www.briega.org/eo/node/6523)
Este abril tenemos un encuentro el sábado 27 de Abril
12.30h
«Catástrofe sanitaria en las cárceles del estado español»
Charla-debate con Gonzalo Tejerina (Médico, miembro de solidarios de la sanidad y de Oteando-Observatorio para la Defensa de los Derechos y Libertades)
17.00h
«Aislamiento penitenciario» performance. Plaza del reenganche, calle Burgos
18.30h
«Grupo de apoyo a presxs de Lleida, evolución y situacion actual, acciones y apoyo. Situación de Carmen Badía. Huelga de hambre coordinada a partir del 1 de mayo y presxs en lucha» con Suport presxs Lleida
Existen dos aspectos que demuestran fácilmente la cortina de humo que existe entre democracia y dictadura como distintos métodos de gestionar el estado y mantener la producción capitalista. El primero es el estado de emergencia. De golpe y porrazo, de un día para otro, en cuestión de horas y de minutos, el telón de los derechos humanos, la opinión pública, la preservación de inocencia y los supuestos derechos y libertades quedan suspendidos y, en consecuencia, queda abiertamente permitido la violencia institucional más explícita y sin complejos contra la población con la legitimidad moral de que es necesario para preservar el orden.
Pues bien, el segundo aspecto que lo demuestra son las prisiones. Ninguna pose democrática es necesaria mantener dentro de sus muros, allí donde nadie sabe lo que pasa, ni nadie quiere saber lo que ocurre. Alejadas ya de los núcleos urbanos e incluso poblacionales en general, son como contenedores políticos donde ni siquiera la propia legalidad que el sistema democrático dice defender, es necesario que llegue a ser aplicada. Y de este punto va precisamente algunas de los temas a abordar en este segundo mes de jornadas anticarcelarias. De la impunidad de una institución como la carcelaria que es tan opaca que puede saltarse a la ligera su propio reglamento con las consecuencias que esto tiene para las personas presas.
De ahí la necesidad de hablar de la desatención sanitaria en las cárceles como forma punitiva de ensañamiento con las presas, especialmente con aquellas que denuncian la situación y se intentan coordinar con grupos de apoyo a presxs, como es el caso de Carmen Badía, que lleva más de un mes en huelga de hambre, y como es el caso de muchxs otrxs presxs que llevan haciendo huelgas de hambre colectivas durante meses pasados y piensan persistir el próximo mes de mayo mediante este medio de lucha.
Estxs compañerxs que cuentan como las están dejando morir, como las están dispersando, como las apalean, como las aislan, cómo las sobremedican, como humillan a sus seres queridos en las visitas, como interceptan su correspondencia, están reclamando cosas más bien básicas (http://www.briega.org/eo/node/6602) para la supervivencia cotidiana dentro de prisión. Pero como hemos dicho antes, el espectáculo democrático no es una herramienta necesaria allí donde la institución penitenciaria tiene cancha abierta para cumplir la ley o no en función de lo que convenga mejor. Es como si existiera un derecho ciudadano a no saber nada, a la vez que un permiso social para castigar por todos los medios necesarios a quienes son encarceladxs. Una especie de estado de emergencia permanente, cotidiano y opaco.
Es por ello que resulta tan valiosa la presencia de personas que tejen lazos de afuera a dentro y logran difundir algunos resquicios de lo que ocurre al otro lado de los muros. Es por ello una buena oportunidad para el 27 de ABRIL en la libre de Santander tener información de primera mano de parte de las experiencias de Gonzalo Tejerina y lxs compañerxs del grupo de apoyo a presxs de Lleida.