Publicamos una carta del compañero fugitivo acusado del incendio de la antena-radio de la policía de Zúrich, acaecido el 11 de julio de 2016. La carta ha aparecido en el periódico anarquista Feuer der Knästen (Fuego a las cárceles). El compañero pasó a la clandestinidad unas horas después de aquel sabotaje incendiario, mientras la pasma ya llamaba a las puertas de lxs compañerxs en Suiza.
Al respecto el colectivo «Sans Patrie» realizó el fanzine «Silencio de radio – Recopilatorio de textos sobre sabotaje, represión y señales de humo desde la clandestinidad» (en francés).
En la actualidad otro compañero, también acusado por esa misma acción, se encuentra en la cárcel en detención preventiva desde finales de enero de 2019.
Saludos ardientes desde algún lugar
Mayo de 2019
A vosotrxs que estáis fuera, a ti que estás dentro, la lengua siempre es poco clara y, en este caso, no hay palabras en el vocabulario que puedan expresar cuanto os hecho en falta a todxs. A vosotrxs que estáis fuera, y a ti que estás dentro. Cuanto vuestras palabras de solidaridad y vuestras determinadas acciones me dan coraje. Fuera como dentro. Cuanto mi odio encendido contra lxs asquerosxs guardianes de la ley, de paisanx o uniformadxs, sea similar al vuestro.
Una vez más, han secuestrado a un compañero cercano, esta vez en Zúrich, con la cara dura y la soberbia de sustraerle la libertad gracias a los fríos artículos de su código penal, que protegen su poder. Pero tú no estás solo, al igual que yo, que estoy en el difícil camino de la clandestinidad. Porque estamos unidxs por la fuerza de nuestras ideas y de nuestros deseos.
«Compañeros para su camino busca el creador, y no cadáveres, ni tampoco rebaños y creyentes. Compañeros en la creación busca el creador, que escriban nuevos valores en tablas nuevas» Así habló Zaratustra, F. Nietzsche
Vosotrxs que estáis fuera, tú que estás dentro y yo que estoy en el medio de ningún lugar. Cada unx de nosotrxs está en diferentes circunstancias, pero la voluntad de preservar nuestra dignidad nos une y, a pesar de todas las privaciones, seguimos manteniendo la mirada fija en el horizonte. No para hundirse en un duermevela, ni para mirar con aire melancólico a través de la ventana como auténticos «héroes» de una película kitsch de gánsteres, sino para pulir nuestras perspectivas antiautoritarias y subversivas. Para que, a través de nuestro recíproco obrar, nos acerquemos al día en que todxs podamos ser libres, sobre una tierra y bajo un cielo libres.
En eterna solidaridad.
Vuestro compañero y co-creador, desde algún lugar.
Fuente: inferno urbano