Desde hace quince años el 11 de junio es el día de llamado internacional de solidaridad con Marius Mason y con lxs presxs anarquistas de larga condena. Es una forma de recordar a lxs anarquistas que están cumpliendo largas sentencias de prisión, generación de apoyo para ellxs, e inspirar acciones solidarias.
Miguel Peralta Betanzos es un preso anarquista condenado a 50 años de prisión por luchar por la autonomía de su comunidad y en contra de los partidos políticos en Eloxochitlán (tierra de Flores Magón).
La celda donde habito es un poco oscura. Entran fragmentos de luz en dos direcciones. A un costado, ¿saben? se refleja para variar un poco, sombras de una pequeña reja con cuatro barrotes verticales y los horizontales no se dejan ver, a su lado se visibiliza otra reja pero como en forma de persiana, alargada, poco ancha, del otro costado casi es lo mismo pero desvirtuado, las escasas sombras, logran reflejar pequeñas figuras en formas de cuadritos con matices diferentes y afuera, o sea sobre el pasillo, por la ventana que es de veinticuatro barrotes acomodados de costado se aprecia el muro recién pintado, con un letrero azul que dice: ÁREA RESTRINGIDA.
Y si uno va subiendo la cabeza y la mirada, detrás del muro encontraremos nueve almendros jóvenes, alineados, que casi todo el año se mantienen verdes y que por más de tres ocasiones los han podado y despuntado, eso ha limitado su crecimiento. Si uno sigue insistiendo, atrás de los almendros se observa un árbol de mango, de edad avanzada, muy frondoso, hace tres años que sólo se la pasa floreciendo, a partir del mes de enero y que no ha producido, no tengo la más mínima idea de lo que le hará falta. Más atrás se encuentra una palmera de coco, muy alta, de aproximadamente veinticinco metros de altura, sus frutos son pequeños, casi no se distinguen. Después de todo esto se logran mirar las estrellas, las nubes, la libertad y una pizca del universo.
Muy poco nos separa ¿no creen?, ¡Pero qué alejados estamos! Bueno ustedes se preguntarán ¿cómo es que logra ver tanto? y les respondo, pues la estancia donde me tienen está ubicada en la planta alta (risas).
En estos tiempos hace un calor insoportable, sudas a cada instante, trato de echarme un poco de aire con algún objeto, un libro, una playera. Y así se va acabando la noche. Mientras escribo trato de recordar que en algún momento dediqué unas líneas a compas que les habían impuesto largas condenas y me viene a la memoria que cuando lo hice aún no me sentenciaban a cincuenta años de prisión, asimilaba el tiempo de forma diferente. Era como estar esperando un transporte para viajar; así concebía a la audiencia final como el lugar, el espacio y el tiempo correcto para arrebatarles mi libertad, pero en ese momento no sucedió y aun así me costó mucho trabajo realizar ese ejercicio, me refiero a mi imaginar, comprender y sentir cómo transcurren los compas los días, los años, las décadas en el encierro y soportar en todo momento la monotonía. Luego imaginaba a los compas Da Silva y a Sebastián y me pregunto, cómo le habrán hecho para no decaer, para tener tanta fuerza, para soportar tantas humillaciones de parte del sistema y sus carceleros, aguantar los altibajos del día a día, la perdida de seres queridos y de compas de los que no pudieron despedirse, vuelvo y me parece que sólo se aferraron a sus pensamientos, sus acciones de esto se derivaron, creyeron en lo que realmente era justo estando en el encierro, conservaron la dignidad humana y rechazaron la humillación.
Mumia por ejemplo, desde siempre, ha transmitido tanta energía a un chingo de compas, afuera y adentro y que no ha permitido que la ansiedad, la tristeza, la injusticia y la máquina logren borrar las sonrisas de rabia que brotan de su resistencia.
Otra situación que deseo compartirles, es sobre las implicaciones que conlleva asumir una postura desde el aislamiento, afuera por ejemplo, es fácil manifestar alguna idea o pensamiento y publicar algo en las famosas redes sociales, la cuestión pienso, es cómo le hacemos para transformar la materia prima en una acción. Tratar de ser libertario desde el encierro es bien complicado, sabemos de antemano que nos toparemos con reglas, con formas autoritarias, con imposición de conductas, con la estigmatización y pues navegamos contracorriente, porque pretende alinearnos e individualizarnos todo el tiempo.
Por otro lado, nos queda claro, que es un tiro cantado con el sistema jurídico y que los procesos tratarán de llevarlos lo más lento posible, las omisiones jamás faltarán, y bueno el sistema penitenciario cuenta con su delicada arrogancia condimentada para joder todos los días la existencia y la estancia del preso. A veces, en el camino del aislamiento, callar es una estrategia por determinado tiempo, porque estamos limitados a desarrollarnos personal y humanamente, poco a poco vamos intentando liberarnos en todo momento, del cuerpo y del espíritu pasando por varias etapas emocionales.
Luchamos por el agua, aquí adentro, que es de todos, pero luego no es suficiente, tanto para beber como para otros usos, por la alimentación que nos imponen y por el trabajo, para no depender del patrón, buscamos colectivizar algunas formas que están establecidas, estamos en contra de la libertad condicional que han vivido los pueblos a través de la historia y así seguimos complementando y reconstruyéndonos para ser libres.
Saludo a todos los presos, a los compas presos que están en el aislamiento
Presos a la calle!
Miguel Peralta
San Juan Bautista, Cuicatlán
Fuente: voices in movement