¿Cómo lograr momentos de libertad, aunque solo sean breves y esporádicos? ¿Cuáles son esos instantes donde sentimos que lo que nos limita y coarta pierde peso y sentido?
Las respuestas pueden ser múltiples dependiendo de los intereses de cada individuo, de cómo entienda y se situé en este mundo. Quizás algunxs ya se sienten libres y estos cuestionamientos están de más, son innecesarios ya que estarían ajenos a los tentáculos del poder.
Quienes no tenemos este tipo de ensoñaciones sabemos que la sola existencia del Estado nos sitúa en una situación de opresión, situación que es necesaria combatir y atacar si se tiene por horizonte la libertad. No puede ser de otra manera.
Y es en esa opción de atacar donde vamos encontrando verdaderos momentos de libertad. Desde que decidimos enfrentar a este mundo y situarnos como sus enemigxs comenzamos a mirar nuestro entorno de manera diferente, empezamos a visualizar objetivos y sus puntos vulnerables, empezamos a ver la mejor manera de golpear al poder, empezamos a posicionarnos en ofensiva. En definitiva, empezamos de alguna manera a apropiarnos de nuestra vida! En la generación de complicidades, en la conspiración y en la acción vamos quitándole eslabones a nuestras cadenas, vamos experimentando, aunque sean fugaces, pequeños instantes de libertad.
La decisión por la destrucción de todo lo impuesto se hace en primera persona, es decir, es una decisión individual libremente asumida con todos los riesgos que implica. Nace de una motivación personal que no pretende hablar por otrxs o constituirse como vanguardia de algo, sino que representa una expresión de lucha, como otras tantas, que no busca intermediarios.
La solidaridad entre anarquistas necesariamente debe ir en este mismo sentido para evitar y romper con posturas que tiendan al victimismo. Es imprescindible que se realice en primera persona, como un acto decidido libre e individualmente contra el poder y no únicamente para denunciar la situación de tal o cual compañerx presx.
La solidaridad anárquica es una solidaridad revolucionaria que entiende que una forma importante de solidarizar es seguir golpeando. Que entiende que toda acción contra el poder es un gesto de solidaridad con lxs compañerxs encarceladxs. Que ve en lxs anarquistas encerradxs a compañerxs activxs en la lucha y no los reduce únicamente a la categoría de presxs, que es donde el poder lxs situó. Es recordarle al enemigo que por más que nos encarcelen seguiremos atacándolos, sin pausas, que asumimos la cárcel desde que asumimos la lucha.
¡Que este mundo y sus cárceles revienten!
Francisco Solar
-Sección de Máxima Seguridad-
Cárcel de Alta Seguridad (CAS)
Fuente: Briega