El día 24 de abril fue el 66 cumpleaños de Mumia. Ese día grabó cuatro «piezas» para analizar la realidad actual y agradecer al movimiento que lo apoya. Ésta es la traducción de la segunda…
Me acuerdo que cuando estuve en la prisión de Huntington, y luego en Greene, yo estaría hablando con un tipo, hombre a hombre, y él diría algo como, “Oye, soy un peón. Ya sabes, si algo pasa aquí, me echan a los perros.”
Me diría a mí mismo: “¡Carajo! ¿Él acaba de decir esto?” Pues, sí. Estos tipos lo saben, pero tienen prohibido decirlo excepto cuando nadie puede escucharlos.
Ellos creen la propaganda porque es lucrativo hacerlo. Les da un beneficio económico. ¿Me entienden?
Hace unos días yo estaba escuchando una noticia sobre un cese de fuego, y un hombre jubilado empezó a hablar conmigo. Él había trabajado para el Departamento de Correcciones durante treinta años y ahora recibe su pensión. Estaba diciendo cosas como “nosotros guardias…necesitamos…luchamos tan duro…bla bla bla.”
Y le digo “¡Hombre, qué onda!” Era un tipo negro de unos sesenta años y ya no es parte del sistema, pero en su mente sigue siendo parte de esto.
Les digo a ustedes que este tipo de cosas se deben al genio diabólico de William Jefferson Clinton. Cuando sus seguidores dieron miles de millones de dólares a los estados para construir prisiones, crearon una clase de personas que benefician económicamente de una manera que, por lo regular, nunca pudieron haberlo hecho de otra manera. Y ahora están comprometidas con este sistema de represión… Digamos que eres un hombre de cincuenta o sesenta años y piensas meter a tu hijo o tu nieto a trabajar aquí, o meter a tu esposa a trabajar como enfermera, o cocinera ¡o una guardia!
Es que muchos condados como Greene o Schuylkill son las áreas deprimidas de la economía en el estado de Pensilvania. Pero si vives ahí y puedes conseguir un trabajo ganando una buena lana en una prisión, estarás viviendo de lujo. Tal vez no sea así en las ciudades de Pittsburgh o Filadelfia, pero en estas comunidades que antes se dedicaban a la minería, ¡vas a estar comiendo puro pastel, hombre!
Y esto alimenta la máquina del sistema.
Debido a los movimientos económicos y sociales, ahora hay más gente negra y morena involucrada en estas industrias represivas, pero viendo la situación desde lejos, las cosas no se mejoran. En realidad, se están poniendo bastante peores.
Por eso, creo en los movimientos, porque he visto que los movimientos hacen cosas positivas en la sociedad. Siempre digo que los movimientos transforman la consciencia. Pero hacen más de esto. Transforman la historia. Y transforman nuestra visión del futuro.
Veo al mundo y a decir verdad, tengo temores y esperanzas, porque esta cosa puede ir en cualquier dirección. Va de la manera en que la gente presiona, sin dejarse empujar por ella. Cuando la gente crea movimientos, crea cambios. Pero si se sientan y esperan que otros hagan algo que saben que deberían haber hecho, van por el camino de la represión.
Así que es tan dialéctico y un poco más claro. Consigues por lo que luchas. Lo que no se lucha, no se consigue. Es así de real.
Creo en los movimientos. Creo en la excarcelación. Creo en la gente, una vez que se despierte.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal