Al ministro del interior Fernando Grande Marlaska

Como responsable de Instituciones Penitenciarias (IIPP), decirle que la carta abierta que ha dirigido a lxs presxs para informarles de las medidas que se han impuesto a raíz de la propagación del COVID-19, es un insulto a la inteligencia.

Usted pretende hacerles creer que, en las actuales circunstancias, se está en igualdad de condiciones dentro y fuera. Y así equipara a lxs presxs, a los que se ha prohibido toda visita, permisos, salidas, y a los que se ha recortado las comunicaciones, con el resto de ciudadanos, que según usted, “estaremos sin ver a familiares y amigos”.

Estas restricciones, aplicadas a alguien ya privado de libertad y por tanto obligado a compartir el mismo espacio con multitud de personas, son más que “inconvenientes” que puedan resolverse con más llamadas telefónicas, falsos agradecimientos y peticiones de comprensión.

Son la salud y la propia integridad de estas personas las que están en juego en estos momentos, aunque IIPP nunca mostró demasiado interés por ellas. El sistema penitenciario español, lejos de ser uno de los mejor valorados del mundo, a no ser que usted lo compare con las cárceles tercermundistas, es un sistema criminal caracterizado por un constante desprecio por la vida y dignidad de las personas a las que dice salvaguardar.
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Pastora, las ratillas no te olvidan

Este es el primer año sin nuestra compañera Pastora. Nos sigue costando levantarnos cada mañana sin tu sonrisa, sin tu vitalidad de guerrera indomable. Una vida entregada a la lucha por un mundo sin injusticias y para que todo el mundo tuviera la libertad de ser, actuar, vestir y amar de la manera que quisiera en cada momento. Siempre pobre de caudales pero inmensamente rica de sentimientos, nunca abandonaste tus ansias de conseguir un mundo lleno de amor y armonía.

Hiciste la frase de tu hijo Xosé Tarrío “que la lucha no muera” tuya hasta el final de tus días con una dignidad y una fuerza sobrenatural, nosotrxs la hemos hecho nuestra e intentaremos que sigas estando orgullosa de nosotrxs.

A nosotrxs no nos engañan, y sabemos qué, como Cheché, moriste de cárcel, de todo el sufrimiento que soportaste en la lucha sin cuartel para arrancar de las garras del presidio a tu hijo y tenerle entre tus brazos, todo lo que tuviste que padecer es indescriptible, hasta tu último suspiro, como dirías tú “hecha pelotas” combatiste todas las cárceles, tanto físicas como mentales hasta que tu cuerpo ya no pudo aguantar más todo ese dolor que llevabas dentro y nos dijiste adiós.

Amada Pastora sigues entre nosotrxs, tu energía nos sigue alumbrando como el primer día que te conocimos, sigue brillando más que mil estrellas en el firmamento, y nunca dejaremos que nos tuerzan porque siempre conservaremos toda la fuerza e ilusión que nos proporcionaste, y eso vale más que todo el oro del mundo.

Nai Imperdible, las ratillas no te olvidan..

Fuente: Editorial Imperdible

Estado de alarma y privación de libertad: Un pretexto para reflexionar sobre la cárcel y cuestionarla

El estado de alarma ha suprimido nuestra libertad deambulatoria y nos hemos visto confinadas a espacios reducidos y cerrados. Convivimos con personas a las que queremos en algunos casos, o con nuestro peor enemigo, en otros. Pero en cualquier caso se trata de una convivencia impuesta, pues la ley es ciega ante los casos concretos. La libertad, nuestros proyectos, el mar, la montaña y las relaciones personales no son más que un recuerdo lejano. Nuestros ingresos se han reducido drásticamente. Nos espera un futuro duro en lo económico. La diferencia de clases es más obvia que nunca y el tamaño (de las casas) sí importa. Andar diez minutos en línea recta se ha convertido en un lujo fuera de nuestro alcance. Nuestro horizonte visual mide los diez metros que separa nuestra ventana de la del vecino de enfrente, al que le vemos cepillarse los dientes y pasear por su casa en ropa interior. Siempre huele igual. Se mueren nuestras familiares y no podemos salir de nuestro confinamiento a despedirnos de ellas. No controlamos casi nada. Unas autoridades deciden por nosotras. Hemos leído todas las novelas que teníamos pendientes. Todos los días son iguales y se confunden entre ellos. El aburrimiento es la tónica. Nuestra salud mental se resiente. Tenemos miedo. Echamos de menos a nuestra gente. Y la coerción de los hombres uniformados que patrullan las calles hace que la fuga sea imposible.

Nunca en toda la historia una parte tan elevada de la humanidad, en términos brutos y porcentuales, se había visto legalmente privada de libertad. Solo en China e India casi la mitad de la población mundial está confinada. Por ello, nunca habíamos tenido la posibilidad de vivir a gran escala algo que pudiera parecerse, si bien remotamente, a una pena de prisión.

El confinamiento, una excusa para cuestionar la cárcel

Como dice Andrea Momoitio en un artículo en Píkara que recomendamos encarecidamente leer, “el confinamiento es una excusa para cuestionar la cárcel”. La sensación de agobio que estamos experimentando es la misma que viven a diario las personas presas, solo que en nuestro caso contamos el tiempo en días y ellas en años. Y, además, gozamos de una serie de comodidades que ellas no tienen. Ellas conviven con quien no han elegido, en un espacio frío y hostil; comen, beben, se duchan y van al baño cuando deciden otros; no pueden salir al balcón a jalear; olvídate de internet, del móvil, de las videoconferencias, del succionador de clítoris, de pasear al perro o de bajar la basura. Son invisibles, no pueden tener criterio, ni opinión propia; si enferman no deciden ellas cuándo necesitan asistencia médica u hospitalaria.

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¿¡Sanidad entre cuatro muros!?

CUIDADOS Y ATENCIÓN, NO CASTIGO Y AISLAMIENTO

Las torturas y vejaciones se han convertido en la idiosincrasia propia de los centros penitenciarios, y es que, no nos engañemos, la cárcel por sí misma enferma y asesina. Son muchos los determinantes que conllevan al mal estado de salud de las personas presas, lo que, sumado al mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas, inmunodepresoras o crónicas, termina derivando en un elevado índice de problemas relacionados con la salud mental que llevan, en última instancia, al suicidio.

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Sociedad carcelaria

«La nano fauna es la que domina el planeta tierra pero, el esperpéntico y engreído animal humano, con su antropocentrismo barato, se cree que es él.»
(Manzanos C. (2008): Invitación al Pensamiento, AAE, Gasteiz).

La obsesión humana se ha centrado desde siempre en cómo neutralizar a los incontables bichos invisibles o microorganismos que habitan dentro y fuera de nuestro cuerpo. Tienen la capacidad de acabar con nuestra especie, sin embargo, en lugar de procurar evitarlo creando condiciones saludables de vida y seguridad sanitaria, nos hemos dedicado a matar el cólera a cañonazos.

Trataron de prevenirnos desde la filosofía, la historia o la bioquímica. Pero, en nuestra huida hacia el desastre, fruto de un modelo fundamentado en el ánimo de lucro, la concentración de la riqueza y el crecimiento ilimitado a costa de lo que sea, los efectos de la degradación ecológica y de la cultura de la guerra están servidos. Ahora cosechamos sus frutos. Es un aperitivo de lo que pronto llegará.

En lugar de cambiar los parámetros sobre los que se asienta un modelo económico basado en la destrucción del planeta y transformarlo para preservarlo, lo que ocupa a los desgobiernos imperantes es cómo construir una sociedad carcelaria en estado permanente de excepcionalidad, sometiendo a las masas empantalladas que chapoteamos desazonadas en el pantano del miedo a todo.

Están construyendo una prisión global. Sólo se nos permite salir de ella para seguir trabajando al servicio de quienes han hecho posible el desastre, produciendo fuera de nuestra celda domiciliaria cuando no lo podemos hacer dentro, y consumiendo dentro de ella, gracias a las estupendas facilidades que Amazon y la cultura virtual con lnternet nos proporcionan. No es nuevo, sí más visible. Estamos en un proceso de institucionalización de la excepcionalidad, de suspensión de derechos y de acatamiento de la buro-represión. La gestión cotidiana de una vida humana y de una muerte dignas, ahora, también aquí, se fundamenta en la privación de las condiciones que las hacen posibles. Ni acompañar a nuestros enfermos, ni enterrar a nuestros muertos.

César Manzanos Bilbao, Doctor en Sociología

Fuente: La Haine

Una historia de mascarillas, cárcel, organización comunitaria y abandono -una vez más- del Estado

Recién declarada la pandemia de COVID-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud, el pasado 18 de marzo tuvimos conocimiento de la ausencia de mascarillas en la macrocárcel de Zuera. Hacía cuatro días que se había decretado el Estado de Alarma en España. El Gobierno hizo pública en estos primeros días la Orden INT/227/2020 donde se establecieron protocolos para la contención del virus dentro de instituciones penitenciarias, pero no proporcionó, sin embargo, los medios necesarios para ponerlos en práctica.

Ante la petición de mascarillas, ya que ni las funcionarias que tienen contacto con el exterior cada día, ni las personas presas disponían de ellas, la respuesta fue inmediata y un gran número de personas, algunas pertenecientes a colectivos y otras a título individual, nos organizamos. Comenzó entonces la búsqueda y donación de materiales, la confección en casas y talleres particulares, el establecimiento de puntos donde entregar y recopilar mascarillas una vez terminadas… En definitiva, se creó una red que reaccionó y empezó a funcionar de inmediato frente a esta necesidad.

El día 20 de marzo, dos días después de la petición, se hizo una primera entrega de 107 mascarillas en el Centro Penitenciario de Zuera; pero no eran suficientes, ya que la macrocárcel posee una población de más de 1300 personas, por lo que la red continuó manos a la obra. El día 23 de marzo se hizo otra entrega de unas 500 mascarillas y el 24 de marzo llegaron otras 1200; lo que haría un total de aproximadamente 1800 mascarillas entregadas.

Desde el Centro Penitenciario nos comunicaron que la necesidad había quedado cubierta: sin embargo, una semana después de la primera entrega, los días 30 y 31 de marzo, comenzaron a llegar noticias de presos y presas denunciando no haber recibido dichas mascarillas y el día 1 de abril confirmamos esta información. Los carceleros habían interceptado y requisado las mascarillas “hasta que se necesitaran”, afirmando que allí estaban bien, tranquilos y manteniendo todas las medidas de seguridad.

Esta última información nos llena de impotencia y tristeza, ya que ha sido mucho el esfuerzo comunitario volcado en ello y no nos parece justa esta retención y bloqueo sin mayores explicaciones. Por todo esto queremos denunciar públicamente que:

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¡NO ESTÁIS SOLAS!

Hoy día 11 de Abril, llevamos un mes en “estado de alarma”, del cual dos semanas en confinamiento total. Realmente es poco el tiempo que llevamos en él, pero la sensación es que llevamos mucho más; no paran de pasar cosas constantemente.
A nosotras toda esta situación solo hace que confirmarnos lo inhumano y depravado que es el sistema capitalista en el que vivimos. Nos confirma lo poco que importamos realmente a los políticos y a las empresas que dominan la política, y lo mucho que prefieren el dinero ante nuestra salud. Una vez más se ve lo mucho que la sociedad depende y delega en las estructuras del estado las decisiones de nuestra vida, como si nosotras no fuéramos capaces de hacerlo.”¿Si no nos podemos gobernar a nosotras mismas, cómo nos van a gobernar?”

En cuanto a la salud, es uno de los puntos débiles de nuestra sociedad y desde donde nos controlan. ¿Quién no tiene miedo a la muerte? ¿Y qué hace el poder (gobierno) con el miedo? Pues lo utiliza para controlarnos, para que deleguemos aún más nuestro conocimiento y nuestras decisiones en él.
En nuestro día a día esto se ve reflejado en el momento en que damos al médico todo el poder para que nos cure, cuando permitimos que las farmacéuticas estén detrás de nuestra salud y que como consecuencia estemos más lejos de nosotras mismas y dependamos de las leyes regidas por el sistema capitalista.
Con el Coronavirus esto se ha visto muy claro. Delante de algo que no conocemos dejamos que el gobierno nos diga lo que tenemos que hacer, cuando al final, ni ellos saben bien como actúa este virus. ¿Por qué no podemos por nosotras mismas crear formas de afrontar situaciones como esta? Dejamos que hagan y ni somos capaces de criticar lo que se está haciendo porqué claro, se trata de la salud y “con esto no se juega”. ¿Pero no están ya jugando día a día con nuestra salud? ¿Por qué ahora nuestras libertades se tienen que ver limitadas? ¿Nuestra libertad no es salud?

Toda esta situación nos podría hacer empatizar con las personas que día a día están recluidas, ya sea en los centros de menores, en los psiquiátricos, en los CIES, en las prisiones, etc.
Nosotras nos centramos más en las prisiones pero entendemos que cuando hablamos de ellas también pensamos en las estructuras antes nombradas.
No podemos entender el poco interés que muestra la sociedad por conocer el verdadero motivo de la existencia de las prisiones, su funcionamiento y su realidad; no dejan de ser un reflejo de nuestra sociedad del cual podríamos extraer muchas reflexiones.
Lo único que se hace con ellas es separarlas aún más de nosotras, alejarlas y con ello aislar a las personas que resisten en ellas.
Si su día a día ya era difícil, imaginémonoslo con todas las restricciones que se han ido tomando a raíz del coronavirus, con las falsas medidas de prevención del contagio, con las falsas ayudas o compensaciones para que las personas estén mejor y así calmar la tensión fruto de limitar aún más su libertad. ¿Cómo tienen que estar las personas presas?

El virus ha ido avanzando, se ha ido expandiendo fuera y dentro, pero sobre las prisiones no se habla mucho, no interesa. A nosotras nos cuesta creer que no pasa nada y por suerte poco a poco va saliendo la verdad. Hace una semana aproximadamente empezaron a salir noticias sobre las muertes de gente mayor, en las residencias y en los domicilios, que no habían sido tomadas en cuenta. ¿Cómo podemos confiar en que no esté pasando lo mismo en las cárceles?
Por lo que parece el 23 de Marzo murió la primera persona presa por coronavirus, una mujer de 78 años que estaba recluida en Estremera (Madrid). El 30 de Marzo salió una noticia que hablaba de la muerte de un carcelero en Alicante I y en ella comentaban los contagios producidos: “En estos momentos, el número de positivos de coronavirus en las cárceles españolas es de 87: 81 trabajadores de Instituciones Penitenciarias y 6 internos.” A día de hoy, viendo como va avanzando el virus fuera, dentro será igual o peor, ya que las medidas de prevención para el contagio en muchas prisiones, tanto catalanas como españolas, no han sido aplicadas adecuadamente. Por eso muchas personas presas han estado reivindicando sus derechos y luchando para que se les haga caso. Ante ello, ¿qué ha hecho el sistema penitenciario? Responder con represión, más aislamiento, traslados fantasmas, más restricciones de libertades y aún más impunidad para el uso de la fuerza de los carceleros, que no es cosa nueva.
Según el Departamento de Justicia de Cataluña, el 8 de abril, informó que hay 20 internos que han dado positivo en coronavirus, así como 34 funcionarios. Entre los presos, hay 15 ingresados al Hospital Penitenciario de Terrassa y dos más en hospitales de la red pública de salud. Tres de los 20 casos han sido dados de alta. 31 más están en estudio. Por precaución, están confinados los módulos 4 y 5, y la enfermería de Brians I; los módulos 4 y semiabierto en Quatre Camins; y la unidad de salud mental en Brians II. Es decir, por el momento no hay ninguna muerte por coronavirus en las cárceles catalanas. Por lo que parece, por suerte, no se han realizado tantas muertes por coronavirus como muertes por suicidios, sobredosis, desatención sanitaria, etc. Según una noticia del diario Público del 21 de Febrero del 2020, en las prisiones españolas, exceptuando las catalanas, durante el año 2019 murieron 194 personas y según una noticia de la Vanguardia del 19 de Septiembre de 2019, murieron 158 personas, de las cuales 137 en centros dependientes de Instituciones Penitenciarias y 21 en centros catalanes. Es decir, todas estas medidas de aún más privación de libertades para que, en última instancia, constatemos que el sistema penitenciario mata mucho más que el coronavirus. Políticos: ¿esto es pensar en las personas presas? Por favor, no seáis hipócritas. Al final lo que se quiere es controlar aún más, dividir y separar.
Tomando como ejemplo el caso de Zuera relacionado con las mascarillas, podemos constatar, una vez más, el sinsentido de los protocolos. ¿A quién protegen? Desde C.A.M.P.A se hizo un llamamiento para la recogida y fabricación de mascarillas para el C.P Zuera. Se habló con la prisión y se confirmó la necesidad de material. En consecuencia se activó la búsqueda y elaboración de mascarillas, y se consiguieron entregar unas 1800 entre los días 20, 23 y 24 de Marzo, para uso de las personas presas. El día 1 de abril se confirmó la denuncia de algunxs presxs conforme no habían sido entregadas, usándose solamente en casos de positivo. Lo mismo alegó la cárcel de Lleida cuando se les propuso la misma idea.

Estamos cansadas del poco respeto que se les tiene a las personas privadas de libertad y de que siempre sean las últimas tenidas en cuenta. De que se les tome el pelo de esta forma con falsas medidas compensatorias que no son más que un lavado de cara para los políticos.

Ánimos a todas las personas que estén cerca y apoyando a las personas privadas de libertad en CIEs, centros de menores, psiquiátricos, prisiones, etc. ¡Mucha fuerza!

¡PRESAS, NO ESTÁIS SOLAS!
FUEGO A LAS CÁRCELES Y AL ESTADO QUE LAS SUSTENTA

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Pandemia mundial y el aislamiento: Explota la revuelta dentro de las cárceles

Desde que fue declarada la pandemia mundial a raíz de la propagación del COVID 19, la cifra de infectadxs y muertxs a lo largo del mundo solo ha crecido y sigue creciendo exponencialmente. Es sabido como de costumbre, quienes se han visto más afectadxs y desde donde finalmente vendrán lxs muertxs una vez más.

Una nueva y oscura fase en la historia de la humanidad se ha abierto y ha mostrado libre de caretas y maquillajes la verdadera cara del Capitalismo y la Dominación, representado por una parte en la cruda marginación y abismante desigualdad al momento de enfrentar tratamientos y cuidados en salud, y por otra, en el fortalecimiento del control social por parte de los Estados alrededor de todo el mundo. El reciente panorama global nos trae una nueva escena… carreteras y calles de las grandes ciudades vacías en Estado de Emergencia y por ende, bajo control de militares y policías, en donde incluso estxs también han sido indicadxs como “autoridades sanitarias” dentro de este actual escenario de sobrepoblación mundial.

Resulta indiscutible lo útil y conveniente que toda esta situación está siendo para que se impongan medidas de control y represión cada vez más restrictivas, con mayor énfasis hacia lxs rebeldes que se atreven a expresar la rabia y el descontento frente las medidas decretadas y el aislamiento impuesto.

El ejemplo más claro de esto se ha mostrado en los numerosos motines, intentos de fuga y movilizaciones que se han multiplicado al interior de las cárceles, en donde el Estado siempre ha mostrado su verdadero rostro castigando con encierro y torturas a quienes osen actuar por fuera del marco jurídico-legal instaurado por medio de la fuerza.

Es evidente el hecho de que sobrellevar el encierro y una enfermedad de este tipo es una clara condena a muerte.

Hasta el momento se han registrado rebeliones en las cárceles de Colombia, Perú, Uruguay, España, Argentina, Chile, Italia, Estados Unidos, Brasil, Irán, Sri Lanka, Egipto, Gran Bretaña, Tailandia, Luxemburgo, Venezuela, Paraguay, México, Jordania, entre muchos otros territorios que se siguen sumando. La fuerte represión con la que han respondido los Estados ha dejado solo muertxs, heridxs y un aumento de la tortura cotidiana, con castigos como cortes de agua y luz, o la suspensión de la entrega de encomiendas, pero una nula respuesta y acción frente a las demandas de una clara posibilidad de contagio a la que se encuentran expuestxs lxs presxs.

Finalmente este nuevo panorama de crisis del Estado-Capital destapó consigo sus verdaderas intenciones y un descomunal cinismo. Mientras por un lado dicen proteger la vida humana combatiendo el virus con todos los “medios posibles”, exhibiendo grandes cifras de inversión en tecnología, “medidas sanitarias”, bonos y un show mediático orquestado para sembrar el pánico colectivo; el sistema de producción como es de esperarse está herido pero permanece activo, los medios de transporte llenos en hora punta, largas filas de las instituciones burocráticas y en las eternas esperas en los centros de salud. Apartadxs del funcionamiento de las urbes se mantienen secuestradxs a millones de presxs en distintas cárceles del mundo, donde lo que realmente siempre ha reinado es el hacinamiento y las malas condiciones de salud e higiene.

Las vidas de lxs marginales, pobrxs, excluidxs nunca ha sido de importancia para el Poder y no esperamos que el contexto genere una transformación en esto. Hacemos un llamado a permanecer pendientes y activxs por quienes resisten recluidxs tras los muros de las mazmorras del Capital.

Firmes e inclaudicables con nuestras convicciones reconociendo la única cara del enemigo, tanto dentro como afuera de la prisión y contra toda forma de autoridad, procuremos que viva la Anarquía.

SOLIDARIDAD ACTIVA CON NUESTRXS COMPAÑERXS SECUESTRADXS FUEGO Y EXPLOSIONES AL ESTADO Y SUS PRISIONES

Rebrote, boletín anticarcelario

Fuente: La Peste

Sobre una sentencia y algo más

TEXTO DE MARCO DESDE LA PRISIÓN DE ALESSANDRI

No niego cierta monomanía. A menudo he tenido que lidiar con la represión. Lo he sufrido, lo he enfrentado, he tratado negativamente de entender algo de eso. Escribí sobre ello durante años en revistas, si acaso porque me preocupaba a mí y a otros compañeros personalmente. Irónicamente, me encuentro haciendo lo mismo ahora durante algunos años, pero como prisionero y junto con otros en la misma condición, en relación con la investigación que condujo a mi arresto y la de varios otros compañeros, con cinco de nosotros siendo sentenciados. Felizmente lo haría sin ser el centro de atención, pero quiero mantener informados a todos los compañeros. Lo quiero porque un juicio es la culminación de varias experiencias que es bueno volver a discutir a veces para no dejar que caigan al nivel de la opinión inútil.

En el juicio llamado «Scripta Manent» se organizaron todo tipo de cosas. En un año y medio de audiencias en la corte, sin mencionar la cantidad de documentos presentados, obviamente se trataron biografías personales con respecto al acusado y a otros: hubo digresiones históricas de policías sobre la anarquía, discusión de procedimientos judiciales anteriores contra anarquistas, prácticas armadas – pasadas y presentes – publicaciones y experiencias callejeras… «Un enredo a veces inextricable», un juez inicia con la premisa del informe de las motivaciones de la sentencia. Ya es una buena noticia saber que la anarquía es incomprensible para las mujeres y los hombres del derecho. Pero veamos qué escriben al final del juicio de primera instancia. [Todo entre comillas («») se toma del informe de las motivaciones de la sentencia].

En primer lugar, la FAI [Federación Anarquista Informal]. Para describirlo en la sentencia, recurren a la teoría de los conjuntos. Hay un conjunto más pequeño que responde a los cánones de una asociación subversiva-terrorista real con una estructura estable, duradera en el tiempo, que «se destaca por encima de las personas y grupos que forman parte de ella». Esta es la «asociación FAI». Luego hay un conjunto más grande que contiene el primero. El conjunto más grande es la forma en que la asociación FAI quiere presentarse al público, es decir, como un instrumento que existe solo en el momento de la acción, capaz de comunicarse a través de reivindicaciones y sin conocerse directamente. Por lo tanto, tiene características que es posible encontrar en varios comunicados firmados por la FAI, desde su origen hasta la actualidad, así como en las declaraciones y discusiones de los compañeros al respecto. Supuestamente contiene, además de la asociación FAI, también las diversas células FAI «autorizadas por los creadores del acrónimo para usarlo, pero que no forman parte de la estructura FAI». Este conjunto es lo que el juez llama el «método FAI», considerándolo una máscara utilizada por la asociación con el único objetivo de protegerse de la represión.

Esto se debe a que el método FAI, a diferencia de la asociación FAI, no corresponde a los cánones del artículo 270bis de la ley. Supuestamente, la asociación se burló de los policías y los compañeros idearon todo esto solo como fachada, en parte para protegerse, en parte para explotar las acciones de «lobos solitarios» inconscientes, lo que nunca está de más.

Esta visión de la anarquía, a medio camino entre el sectarismo al estilo Babeuf y la cobardía, una visión que nunca surgió durante el juicio, se presta a ser un vacío judicial que evita que el juez se ocupe de todas las absoluciones judiciales anteriores relacionadas con la FAI con respecto a la ley 270bis. Estos no se tienen en cuenta porque en todos esos precedentes el método FAI supuestamente se puso a prueba.

Otro conjunto, que comprende los dos grupos de la FAI recién descritos y otros presentes fuera del Estado italiano, es el llamado FAI-FRI, a su vez reincorporado a la Internacional Negra.

Para dar una base mínima a la teoría de los conjuntos, el axioma al que se refiere la sentencia es la jurisprudencia más reciente de terrorismo islámico, del cual el mismo juez es uno de los productores más fervientes, al menos en la provincia de Turín, ya que a menudo se le pide que decida sobre algún apologista del destino a través de Facebook. De ahí la referencia a los lobos solitarios, «terrorismo individual típico de la matriz islamista, pero también rastreable en la matriz anarquista, basada en un modelo horizontal». El paralelo continúa al atribuir tanto a ISIS como a la FAI un horizonte de lucha tan vasto que aprovecha «cualquier acto de violencia y terrorismo» y obtiene atribuciones incluso de personas desconocidas.

A algunos de los condenados, ya juzgados en el pasado por el 270bis en relación con la FAI, se les concede la exclusión de un segundo juicio por el período que se examina en investigaciones anteriores. Por lo tanto, la asociación da como resultado ajustes y arranques, que funcionan solo para ciertos segmentos de tiempo. La rótula de Adinolfi entra así en un período no operativo para Alfredo y en un período operativo para Nicola. «Una maraña inextricable», de hecho, de la cual el juez parece salir más confundido de lo que ya había aparecido en su premisa.

Por lo tanto, los períodos no operativos están cubiertos por absoluciones judiciales anteriores, pero el juez de Turín termina condenando a las personas que reevalúan con precisión los elementos que se consideraron poco influyentes en esos mismos juicios. Él piensa que es posible hacerlo solo ahora porque «exclusivamente por los analistas cuidadosos de los Digos de Turín» finalmente habrían hecho posible leer todo esto de manera coherente.

Se pone gran énfasis en un escrito sobre la época del juicio de Marini firmado por varios compañeros, incluidos algunos de los que están siendo ahora juzgados. Una parte del escrito en la que el juez discierne el pensamiento FAI en forma embrionaria. Paradójicamente, por lo tanto, según él, en la década de 1990, algunos de los que estaban en juicio expresaron públicamente la necesidad de crear una organización armada en un texto firmado con nombres y apellidos, mientras que desde 2003 en adelante en textos anónimos difundidos a través de la FAI evitaron hacer esto, por miedo a las consecuencias.

Este texto, junto con la «visión general» (personificada irónicamente por un policía de la Digos de Turín involucrados en la investigación, llamado Quattrocchi [cuatro ojos]) permitiría, como decía, con elementos antiguos ya examinados y descartados en otros investigaciones para convertirse en una «evidencia seria», ya que ahora conducen, entre otras cosas, a identificar a Alfredo como el promotor de uno de los grupos fundadores de la FAI, la Cooperativa Artigiana Fuoco e Affini (ocasionalmente spettacolare) [Cooperativa de artesanías de fuego y afinidad] (ocasionalmente espectacular ). En particular, esto sucede a través de la pesquiza del informe de un experto en ADN previamente descartado por otro juez. Desde este punto, como una cascada, con el mismo procedimiento y considerando las relaciones entre compañeros como «contactos calificados», las condenas restantes se deducen en lo que respecta a la asociación. Cinco en total.

Según la sentencia, se alega que este núcleo de 5 personas ha mantenido relaciones en un nivel diferente más sutil que con el resto del mundo, un nivel en el que la FAI se presenta, camuflando y protegiéndose detrás de otros compañeros inconscientes, tanto en grupos editoriales como en el mundo más amplio de acciones que forman parte del método FAI.

En lo que respecta a las revistas y blogs, no se reconoce la instigación a cometer un delito porque para el juez puso en marcha una actividad de propaganda subversiva, un delito que ya se ha derogado.

Con respecto al Frente Revolucionario Internacional, «faltan elementos que demuestren la existencia de un organismo multi-subjetivo capaz de tener una voluntad autónoma en comparación con la de los individuos o las asociaciones nacionales individuales». Se establece que la comunicación entre grupos se realizó solo a través de la acción y sin conocimiento recíproco, excluyendo así al FRI de la aplicación de los cánones de 270bis.

Alfredo recibe la «Operación parques limpios» (Operazione parchi puliti) de la Cooperativa de artesanías de fuego y afinidad (ocasionalmente espectacular ), contra lo que entonces se llamaba CPT (ataque en la sede con paquetes bombas a la RIS de Parma + en Cofferati), aunque fue absuelto por el crimen de «ataque terrorista», pero fue condenado por «fabricar, detener y transportar un artefacto explosivo en un lugar público», en el caso de Parma porque la bomba descubierta sin explotar tenía el interruptor en apagado. También se le reconocen las tres fases de la «Operación HÁGALO USTED MISMO», siempre contra el CPT de la RAT (ataque a la Escuela Carabinieri de Fossano, paquetes explosivos en Coema, Chiamparino y Fossati, tres dispositivos explosivos en el distrito Crocetta de Turín). Fue sentenciado como promotor de la asociación para los segmentos de tiempo desde 2003 hasta agosto de 2007 y desde el 23 de octubre de 2013 hasta hoy. Es absuelto por los paquetes explosivos contra los CPT de Narodnaja Volja. Veinte años en prisión.

Anna es sentenciada a 17 años. A diferencia de Alfredo, ella también es absuelta por la «Operación parques limpios». Además, tanto para la calificación de la masacre para los ataques de Fossano como para los cambios de Crocetta. De la masacre política pasa a la masacre común. Esto se debe a que, según la sentencia, «una persona, incluso si tiene la condición de funcionario público, no puede representar la personalidad del estado y un ataque contra el individuo no puede trascender automáticamente en un ataque contra el estado».

Nicola es sentenciado a 9 años como promotor de la asociación por todo el período de tiempo, desde 2003 hasta hoy.

Sandro y yo somos sentenciados a 5 años como participantes. Sandro durante todo el período, desde el 18 de mayo de 2010 hasta hoy.

Por la bomba en el tribunal de Civitavecchia del «Comité Pirotécnico por un año extraordinario», Francesca y Alessandro son absueltos.

18 compañeros fueron absueltos de todos los cargos.

En cuanto a la consultoría llevada a juicio por la fiscalía, no se le da valor a la lingüística que, absurdamente, es precisamente lo que inspiró el nombre de la investigación. A partir de la grafológica, es posible reconocer la imposibilidad de reconocer al autor de una escritura normografiada, mientras que la «probabilidad promedio» de identificar la de un manuscrito. El informe de ADN de la acusación por el ataque de Parma, como se mencionó, es aceptado.

Una vez que termina la primera instancia, Sparagna redacta su apelación contra la sentencia, haciendo que la estructura de asociación descrita por el juez funcione bien, aunque distorsiona completamente la establecida por él en caso de una acusación. Al hacerlo, pasa del comportamiento digno de un felpudo y reverente hacia la corte que se mantuvo durante el juicio al de un acosador preadolescente enojado a quien le quitaron el juguete. En su histeria, pidió escuchar a otros testigos en la sala del tribunal, así como adquirir la documentación de la autoridad judicial griega sobre las acciones llevadas a cabo por el CCF y las sentencias en su contra, a partir de 2011. Luego cree que no se le debe otorgar circunstancias atenuantes generales para el acusado, dada la conducta agresiva mantenida en la sala del tribunal y algunos delitos dirigidos al código penal, al mismo fiscal y a la policía de Quattrocchi. Por lo demás, informa completamente las acusaciones de primera instancia. Por lo tanto, también apela contra la diferenciación de la calificación de la masacre, y también contra la asociación en momentos alternos. Solo variantes: a Erika no se le acusó de participar en una asociación subversiva, sino solo de instigación en CNE y Anarhija; sin recurso contra Carlo, Patrizia y Alessandro Settepani. Además, temiendo que una de las investigaciones que le valió el ascenso a la Dirección Nacional Antimafia, o en el deseo masoquista de que se abordara un nuevo delito, incluso en segundo instancia, Sparagna solicitó ser parte de la fiscalía general adjunto, en el tribunal de apelación, por lo tanto, para perseguir personalmente la acusación también en segunda instancia, probablemente con la esperanza de poder llevar a casación una estructura asociativa más armoniosa y fluida que la que surgió de la primera instancia para llegar a fin de mes con dos sentencias sin prestando demasiada atención a las formas.

Una vez que este informe esté terminado, todavía quiero decir dos cosas más para que una sentencia no sea un simple hecho digno de ser revelado con fines informativos.

No deben asustar la seriedad de una sentencia, ni la inclusión en el código penal de las experiencias incluidas en el índice. En Turín, con la apertura del proceso de apelación, más de veinte años de historia, las teorías y prácticas de la anarquía volverán a juicio. Un aula llena de compañeros es de un gran placer porque es la señal de un interés en lo que está sucediendo allí y una manera de no permitir que un proceso se reduzca a un asunto personal, un accidente en la vida.

No digo esto razonando en términos de defensa. Incluso si deseara ser engañado al pensar en deshacer un proceso con la presencia del público. En cambio, digo esto porque con el tiempo existe el riesgo de que la videoconferencia conduzca a abandonar las aulas por una razón mucho más trivial por no tener una manera para interactuar con los prisioneros. Esto es quizás en parte lo que sucedió en nuestro caso en primera instancia, donde la videoconferencia a veces ha desmotivado la solidaridad, mientras que los prisioneros informaron a sus compañeros sobre el progreso de las audiencias.

Si quieren pensar en términos de oportunidades, un evento represivo también puede ser un estímulo, ciertamente no agradable, para discutir o debatir sobre mil cosas. En la cantidad de documentos llevados a juicio por la fiscalía no solo existe la obsesión de un fiscal,  quienes lo manipulan o de sus subordinados, sino tambien una miríada de argumentos y experiencias tangibles que el movimiento anarquista ha podido producir. Lo interesarse en todo esto puede ser una oportunidad para el crecimiento, más útil que la ansiedad de ser compacto para no desfigurarse frente a la represión.

La investigación «Scripta Manent» toma como pretexto el debate de aquellos compañeros que en el momento de otro juicio, el llamado Marini, pudieron continuar hablando de la anarquía sin una calculadora en sus manos. Y no hubo controversia estéril. Porque si estamos acostumbrados al hecho de que son procesos estériles, es igualmente cierto que estos deben ir acompañados de debates, absolutamente vitales para una anarquía que no quiere continuar por inercia.

Aquí en los últimos años, el primero de los últimos ha sido más notable de lo que se sabe en público. Acostumbrado a sonar en cada soplo de viento, se pierde la sensación de controversia. Muy a menudo, las críticas se consideran ataques personales, contraproducentes en muchos aspectos, especialmente el represivo. Además, a personas miserables como Sparagna les gustaría obligarnos a mantener un perfil al menos tan bajo como el sentido crítico. Esto ya debería ser suficiente para empujarnos, fuera de la terquedad, a dar nuestra opinión. Pero esa no es la razón principal.

La historia está llena de controversia y silencio. Entre los primeros, por ejemplo, en hablar de la revolución, incluso en tiempos difíciles de guerra entre estados, Malatesta argumentó, en su «Respuesta a los 16 anarquistas del gobierno», y el título es suficiente para captar el tono de la controversia, contra los signatarios de la Manifiesto «intervencionista» de Kropotkin, Malato, Guillame, Cornelissen, Grave… Entre estos últimos podemos mencionar la amplia difusión de muchos anarquistas a la famosa condescendencia de Berkman y Goldman con el bolchevismo hasta que llegó la masacre de Kronstadt. Por el amor de Dios, no es mi intención buscar precedentes ilustres. Pero dado que a menudo nos sentimos conmocionados por las divergencias a fuerza de vivir en las falsas recreaciones de un pasado idílico en términos de relaciones entre anarquistas, solo quiero decir que una vida tranquila y sin críticas puede ser un presagio de desastres más grandes de lo que puede hacer una controversia sincera Por lo tanto, estoy totalmente a favor de los problemas porque es una razón de crecimiento para todos los compañeros, siempre que no solo se sientan los efectos negativos sino también los debates vitales que los generan.

Habría muchos problemas sobre como seguir haciéndolo. La FAI es ciertamente un tema incómodo, casi inmencionable. Las dudas para nombrarla son absolutamente «super divisorios», invierten casi por completo el movimiento anarquista italiano. Está claro que algunos silencios en torno al proceso derivan del manto de ansiedades y temores que a los policías les gustaría crear a su alrededor. Sin embargo, si observamos las numerosas investigaciones que han comenzado en los últimos años, vemos que están tratando con acciones antimilitaristas, contra la RCP, en solidaridad con los prisioneros anarquistas. Si observamos las luchas en curso, las marchas, los bloqueos y las manifestaciones públicas, notamos, por supuesto, la recurrencia de temas similares.

Ahora veamos el juicio «Scripta Manent»: tres acrónimos pertenecientes a la FAI llevaron a cabo tantas campañas contra el entonces CPT de 2005 a 2007, el RAT celebró en su camino el 2 de junio golpeando un cuartel en una confrontación desigual con las bombas lanzadas por Occidente sobre Irak y Afganistán, más otras acciones y referencias a prisioneros y contra la represión, siempre sujeto a este proceso. Aquí también, campos de concentración, militarismo, represión entre los objetivos. Aquellos que atacan al firmar la FAI ciertamente no identifican objetivos que son ajenos a la esfera anarquista, en todo caso, se caracterizan por un cierto enfoque de la lucha.

En cambio, noto una cierta dificultad, dentro de muchas luchas públicas, para mencionar este proceso, los temas cubiertos, las campañas realizadas y los objetivos afectados, aunque son temas que se repiten en esas mismas luchas.

Hay que decir que los compañeros que los llevan a cabo no han renunciado a brindar solidaridad a los afectados por la investigación «Scripta Manent», mientras se mantienen en silencio en esas luchas. Entonces hubo una especie de división, una solidaridad según el contexto.

No es una cuestión de convergencia de luchas, sino de formas de abordarlas o evadirlas. Tampoco quiero parecer ecuménico con un brote retrasado, todo lo contrario. Es triste tener que tener en cuenta hasta qué punto luchas particulares tienen los mismos fines. No pueden mirar fuera de sí mismos, casi cegados por la visión estrecha, cuando, por el contrario, el patrimonio anarquista tiene mucho que ofrecer. Una herencia de la que uno debe estar orgulloso, siempre y en todas partes, en lugar de considerarlo inapropiado a veces. Ciertamente faltan las señales, en todo caso, la buena voluntad de poder captarlas y difundirlas.

Afortunadamente, nadie ha carecido nunca de solidaridad en estos años. Esto debe decirse claramente. En todo caso, estaba más intimidada por el hecho de que podía ser explotada por la represión en lugar de interesarse en expresarse libremente incluso con sus contrastes intrínsecos beneficiosos. Este contraste de opiniones es el mejor antídoto para el aplanamiento del pensamiento. Así que bienvenido

Tal vez necesitamos sacudirnos del miedo de hablar por miedo a que este no sea el momento adecuado porque los policías leen, escuchan, observan… Es una cosa, esto de control, que siempre sucederá. La única forma de no dar vueltas en círculos donde la represión quiere restringirnos es no adaptarnos a ella. Volver a hablar de acción, método, herramientas… o más, simplemente para evitar callarnos definitivamente.

Marco

Fuente: anarquia