Campaña para exigir la puesta en libertad condicional de Antonio Arevalillo por enfermedad y patologías graves

Comienza la campaña para exigir la puesta en libertad condicional de
Antonio Arevalillo por enfermedad y patologías graves. 104.4 del RP. Lleva más de 42 años preso y desde hace dos que encuentra en grave peligro su salud, al recibir una paliza en la cárcel de Zuera en 2017 por parte de ocho funcionarios causándole lesiones muy graves en la cara y perforaciones. El abandono sanitario de instituciones penitenciarias de Estremera ha derivado, en un tumor que ha precisado de seis operaciones y la perdida de la totalidad de la nariz.

Del 15 al 18 de septiembre se tratará de enviar el máximo de fax 914007438, mails audiencianacional.centralvigilancia@justicia.es o cartas al juzgado Central de Vigilancia Penitenciara C/ Goya 14,28001 Madrid (España)

Para más información en el canal: https://t.me/AntonioArevalilloSanz

Se extiende el brote de sarna en la cárcel de Masilla de las Mulas en León

FAMILIARES, AMIGOS Y AMIGAS DE LOS PRESOS DE LA CÁRCEL DE MANSILLA DE LAS MULAS, en León, han denunciado ante nuestro colectivo y otras instancias la existencia de un brote importante de sarna en el interior de la prisión, una situación que lleva ya meses activa y que la dirección de la cárcel oculta y niega.

Desde hace meses ha habido denuncias por la existencia de una plaga de chinches y algunos presos han sufrido serios picores y ronchas en la piel que no fueron debidamente tratadas. Nos consta (las denuncias son anónimas para evitar represalias) que son decenas los presos afectados, situación que ha sido puesta en conocimiento de los servicios médicos de la cárcel y de la dirección, sin que se hayan tomado las medidas básicas de higiene para detener la plaga, como cambio de colchón, de la ropa de cama, toalla, ropa personal. Además, como es habitual cuando hay quejas entre los internos, los presos que se han atrevido a denunciar esta situación han sido castigados. Según ha podido saber nuestro colectivo de fuentes médicas, el brote de sarna está ya muy avanzado en la cárcel de Mansilla.
Hay que decir también, que por cuestiones económicas, los presos que no tienen poder adquisitivo no pueden permitirse que alguien desde el exterior les entregue prendas nuevas y limpias.
Otra situación de riesgo es que en la lavandería se junta la ropa de todos los presos, sin discriminar las prendas de los que están afectados de sarna de los que no, lo que supone una mayor propagación del contagio.

Desde CDHC denunciamos el abandono sanitario que sufren las personas presas en este país. No se trata solo de que las plazas del personal sanitario no se cubran. La atención que reciben l@s pres@s es insuficiente, muchas veces inexistente, inadecuada, vejatoria, como lo demuestra el hecho de estar acompañados en consulta por las fuerzas del orden.

Exigimos a la dirección de la cárcel y al Servicio Territorial de Sanidad de León que todos los afectados sean vistos inmediatamente por especialistas para que les apliquen un tratamiento adecuado a su dolencia, que se adopten todas las medidas necesarias para erradicar esta plaga, antes de que se convierta en un problema de salud pública.

La sarna si no se trata a tiempo y de forma tajante puede provocar secuelas de por vida, y hasta la muerte. La desesperación que sufren estas personas por los insoportables picores junto con el trato humillante por parte de los servicios médicos de la prisión les pueden llevar a situaciones límite de las que serían responsables todos aquellos que no hicieron nada para evitarlas.​

COLECTIVO PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS CÁRCELES (CDHC​)

«Cárcel Castigo». Dando una vuelta por Estremera

Compartimos este escrito de Cherra, un compañero preso en Estremera (Madrid). Se trata de un texto descriptivo con toques de cuento realista, de esta cárcel que, por desgracia, conoce bien. Historia, abandono, comunicaciones familiares, explotación laboral… todo se refleja en este relato.

Junio 2025. Centro Penitenciario Madrid VII

Estremera es un pueblecito de Madrid situado a la perfiferia sureste. ya colindando con la provincia de Cuenca. Su nombre viene del término «Los extremos de los dominios cristianos»; a saber a que Santo inquisidor le debemos la ocurrencia.

En Estremera, a parte de su cementerio, que lo construyó el mismo arquitecto que construyó el Escorial, hay otro cementerio, a unos 10 km del pueblo. Un cementerio de hormigón jaulado con una enorme torre, lleno de personas vivas.

A este cementerio lo llaman Estremera – Madrid VII, la séptima macro-cárcel de Madrid. La capital del mundo con mas talegos. Estremera es la cárcel más alejada, peor comunicada, más masificada y abandonada de la Comunidad de Madrid. 

El pasado 8 de mayo, a duras penas llegué de un permiso. Titubeante, con el estómago encogido, accedí a esa primera sala de la prisión, donde aguardan los familiares para las comunicaciones. Enseguida pude empatizar con ellxs, recordando a mi difunta madre, cuando esta, con su bastoncito en la mano, me venia a visitar a las prisiones: Navalcarnero, Valdemoro, Soto, Herrera… Carabanchel.  Recuerdos al margen, me llamó la atención que en esa primera sala donde aguardan las visitas, la cafetería estuviese desmantelada y que ya no había ni maquinas de refrescos, cafés o golosinas. Y yo me pregunté: «¿Qué culpa tienen las familias? Pues esto, es un reflejo de lo que es la cárcel.

Ya cuando entras en prisión y se van cerrando las puertas, dejas de ser persona y te convierten en una cosa. Lo primero que percibes es la crueldad de sus carceleros. Ni ellxs quieren «trabajar» en Estremera, así que esparcen su tiranía sobre lo poco que queda de tu persona. Pasas más puertas y accedes a los módulos que están masificados y gobernados por los lacayos de tirano, son los presos de confianza. 

Para poder vivir solo, tienes que realizar plantes y protestas y acabar en aislamiento. O ponerte en huelga de hambre, como hice el pasado 23 de abril. Cuando pasas por «Junta» para permisos o grado. no te ve ningún «`profesional». 

Cuando paseas por el patio se respira un fétido olor que viene de la cocina, es el piri, la comida. 

Cuando ya caminas entre las sombras puedes acceder a su UTE. El recibimiento es denigrante, donde te cachean los propios internos que se llaman a si mismos representantes. Te confiscan la medicación como si fueran sanitarios, y te leen la correspondencia. Batí record, ni un solo día duré, denunciandolo a todos los estamentos y al defensor del pueblo, el cual mandó una recomendación: «Ningun interno puede ejercer de funcionarios o sanitarios».

Cuando estás entre las sombras y encima estás enfermo ningun día te sacan al médico.

Cuando solicité un curro para tener pelillas para salir de permiso, me hicieron firmar un contrato de trabajo de 75 horas mensuales, cuando en realidad se curran más de 130 horas. Además con un horario discontínuo sin descanso ningun día de la semana. Un economato que no disponía ni de la luz, ni de la ventilación adecuadas de una zona de trabajo. Eché la baja. 

Palizas a parte, el mejor sitio de Estremera es su bunker. 

Querídos amigxs, a este paseo por Estremera solo le faltaría hacer real el sabio consejo de doña Ana de Botella, que dijo que «las noches de los presos no deberían contar como tiempo de condena». Este es el fin de las penas privativas de libertad, la venganza legalizada.

Cada vez que oigo la palaba «Estremera» se me revuelven las tripas. 

Fuente: La Corda

Chinches, sarna y torturas en la cárcel de Mansilla de las Mulas

Hace tres semanas este grupo de apoyo a personas presas tuvimos conocimiento de que una plaga de chinches campaba a sus anchas en la prisión de León. Los hechos son como siguen:
1° El 31 de mayo, la madre de uno de los chicos afectados se pone en contacto con nosotr@s.
2° Su hijo pidió el traslado desde la prisión de Las Palmas de Gran Canaria a la península, llegando a Mansilla sobre el 23 de diciembre de 2024.
3° Ya venía con algunos picores y ronchas en la piel que no fueron tratadas en la cárcel de León hasta febrero de este año.
4° A partir de ahí, su situación no ha hecho más que empeorar, por lo que solicitó en numerosas ocasiones ser visto por el médico de la prisión.
5° Le han recetado sin diagnóstico alguno el siguiente listado de cremas y pastillas: clovate crema( para la psoriasis); diprogenta crema antibiótico( para psoriasis y otros problemas de la piel); permecure crema( para la sarna); elocon crema( para picores) con corticoides; esvastina pastillas (antiestamínico); atarax( ansiolítico); enstilar espuma( psoriasis); diproderm( antiflamatoria y contra el picor); halibut crema( para diversos problemas de la piel como rozaduras, irritación, quemaduras…), más un pinchazo que no sabe de qué.
6° El protocolo consistía en aislarle unos días en enfermería y devolverle a la celda sin aplicar las más elementales reglas de higiene, cómo cambio de colchón, de la ropa de cama, toalla, ropa personal…
7° Hace 15 días, al menos otras 10 personas de su módulo, el 14,
empiezan a sentir picores y aparecen las primeras ronchas en manos, brazos…
8° La manera de proceder es idéntica. Aislamiento en enfermería durante unos días, dispensado de cremas diversas y vuelta a la celda con condiciones higiénicas pésimas.
9° Mientras, el primer afectado tras mucho insistir, lo que le acarreó unos días de castigo en aislamiento, salió el 18 de junio a una consulta externa en dermatología, en el hospital de León, que confirma que se trata de sarna en un estado muy avanzado, afirmando que es inhumano que lo hayan tenido de esa manera y añadiendo que si no seguían el protocolo de cambiar la ropa todos los días junto con el tratamiento médico adecuado, no se iba a curar.
9° Al salir de la consulta, la guardia civil se niega a entregarle el informe médico, con la excusa de que no tiene derecho a tenerlo y que lo entregarán en el servicio médico de la cárcel.
10° A día de hoy sigue sin recibir el tratamiento indicado por el dermatólogo, al resto de sus compañeros les van aislando y devolviendo a celdas mientras empeora su situación. Uno de los afectados ha renunciado al colchón y duerme en el suelo desde hace unos días.

El abandono sanitario que sufren las personas presas en este país es una vergüenza intolerable. No se trata solo de que las plazas del personal sanitario no se cubran. La atención que reciben l@s pres@s es insuficiente, muchas veces inexistente, inadecuada, vejatoria, como lo demuestra el hecho de estar acompañados en consulta por las fuerzas del orden y en el caso que nos ocupa, es un ejemplo paradigmático de tortura, reconocido por organismos nacionales e internacionales que cada año señalan al Estado español por sus flagrantes incumplimientos.
Exigimos a la dirección de la cárcel y al Servicio Territorial de Sanidad de León que todos los afectados sean vistos inmediatamente por especialistas para que les apliquen un tratamiento adecuado a su dolencia, que se adopten todas las medidas necesarias para erradicar esta plaga, antes de que se convierta en un problema de salud pública.
La sarna si no se trata a tiempo y de forma tajante puede provocar secuelas de por vida, y hasta la muerte. La desesperación que sufren estas personas por los insoportables picores junto con el trato humillante por parte de los servicios médicos de la prisión les pueden llevar a situaciones límite de las que serían responsables todos aquellos que no hicieron nada para evitarlas.

Manifiesto XXXVI marcha a Topas

NI AISLAMIENTO, NI DISPERSIÓN, NI PERSONAS ENFERMAS EN PRISIÓN

La cárcel castiga la pobreza y no rehabilita ni consigue la reinserción social. Por ello seguimos reivindicando

1. NO AL ABANDONO SANITARIO

Exigimos una mayor atención sanitaria de especialistas, tanto en el plano mental como el físico, para paliar los efectos de enfermedades que se agravan por la falta de atención y las condiciones de vida. Es humano pedir la excarcelación en los casos más graves de enfermedades incurables para no pasar los últimos días de vida en centros de exterminio.

El número de suicidios se multiplica por 7 respecto de lo que ocurre fuera de los muros. Las emergencias se atienden mal y tarde.

El personal sanitario se convierte en escudo de los carceleros para administrar la contención mecánica y/o química

Como alternativa de acción rápida, fomentamos la autogestión de la salud mediante la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas presas, su entorno y los grupos de apoyo.

2. NO AL TRABAJO ESCLAVO

Conocidas empresas y grandes centros comerciales se lucran de la sobreexplotación que legalmente practican con la población reclusa mediante salarios de miseria (entre doscientos y trescientos euros mensuales, y, en ocasiones, por debajo del euro/hora) y la vulneración de derechos laborales.

No existe un baremo o lista de acceso a los puestos de trabajo, y los despidos son ceses sin precisar motivo justificado. Los productos y servicios que se obtienen del trabajo se destinan a empresas externas (grandes superficies comerciales como el Corte Inglés, Carrefour, o Mercadona) o para la propia Administración carcelaria a través de los oficios en cocinas, economato, etc.

No existen despidos sino ceses que no requieren ser justificados.

La mujer continúa siendo discriminada laboralmente tanto en la modalidad del puesto adjudicado, menos cualificado, como en el salario que recibe.

3. NO AL AISLAMIENTO PENITENCIARIO

La Justicia penal establece como condena solamente la privación de libertad. Sin embargo el sistema penitenciario, imponen la condena en clave de CASTIGO, con constantes extralimitaciones de los responsables carcelarios y el silencio cómplice de los jueces de Vigilancia Penitenciaria.

El Aislamiento Penitenciario, el FIES, el Régimen Especial, los Primeros grados, el Régimen Cerrado… son mecanismos represivos que tratan de contener toda iniciativa de las personas presas por mejorar sus condicion

La cárcel utiliza el método de combinar premios y castigos en función de la sumisión y la docilidad obtenida frente a las actitudes de quienes no se han ido doblegando. Es cierto que el número de personas en primer grado se ha reducido últimamente, pero sólo en la medida que la Administración va consiguiendo sus objetivos de sumisión. La pena formal es la privación de libertad. El aislamiento y la dispersión son castigos extrajudiciales que van más allá de dicha condena y deterioran las relaciones entre la persona presa y su entorno afectivo y familiar.

¡Contra el trabajo esclavo, el abandono sanitario y el aislamiento penitenciario!

¡Ni aislamiento, ni dispersión, ni personas presas en prisión!

Fuente: Tokata

Marcha A La Cárcel De Villanubla (Valladolid), El 19 De Enero


Aquí tenemos la convocatoria de una marcha a la cárcel de Villanubla (Valladolid) para el próximo 19 de enero con el propósito de mantener vivo en Castilla y León el espíritu colectivo anticarcelario y denunciar la realidad inhumana de las cárceles españolas, en tiempos en que el eufemismo y la tergiversación dificultan enormemente la conciencia crítica de lo que pasa ahí dentro. Lxs compañerxs convocantes centran su denuncia en tres aspectos especialmente sangrantes de la máquina antihumana carcelaria: la sobreexplotación laboral, sin derechos, que ellos llaman, con toda la razón de su parte, trabajo esclavo; el criminal abandono médico-sanitario; y la vigencia del alegal régimen especial de máxima crueldad instaurado desde la Transacción para neutralizar hasta la locura y el exterminio la rebeldía de lxs presxs. Situaciones que, como muchas otras, no han mejorado bajo el gobierno de que dice ser de izquierdas, sino que han continuado degradándose hasta la putrefacción. Ahí va el manifiesto elaborado por lxs compañerxs de la Asamblea Anticarcelaria de Valladolid que convocan la marcha:

LOS MOTIVOS DE LA MARCHA A VILLANUBLA DEL 19/01/2025
Es obvio que la cárcel castiga a la pobreza y que no rehabilita ni busca la reinserción social. En este momento vemos adecuado centrar como objetivos de la Marcha estos tres motivos:

1. EL TRABAJO ESCLAVO:

Conocidas empresas y grandes centros comerciales se lucran de la sobreexplotación que legalmente practican con la población reclusa, mediante salarios de miseria, (salarios siempre inferiores a la mitad del salario mínimo y, en ocasiones, por debajo del euro/hora y vulneración de derechos laborales). No hay un baremo o lista de acceso y los despidos son «ceses», no precisando, en realidad, ser motivados o justificados El ente contratador es la entidad publica TPFE (Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo) adscrito al Ministerio del Interior. Los productos o servicios que se obtienen del trabajo pueden ser para empresas externas (como hemos dicho grandes superficies comerciales, el Corte Inglés, Carrefour, o Mercadona especialmente) o para la propia Administración carcelaria a través de los servicios en cocinas, economato etc. Las Juntas de Tratamiento adjudican los trabajos y el Director de la cárcel podrá extinguirlos (no existen despidos, sino «ceses», que no requieren ser motivados). Las mujeres continúan siendo discriminadas laboralmente, lo que se constata tanto en la modalidad de puestos adjudicados, menos cualificados, como en el salario que reciben. Según estudios jurídicos fiables, sí es posible la defensa de los derechos sindicales de afiliación y huelga y desde aquí animamos a los sindicatos combativos a ponerla en marcha.

2. ABANDONO SANITARIO:

El colapso de la atención sanitaria lleva años profundizándose y se caracteriza por la importante escasez de profesionales, (en el caso de los médicos, hasta un 90% de bajas no son renovadas o son parcialmente sustituidas por subcontratas y/o telemedicina), mientras se crean profundas grietas en la atención especializada de procesos crónicos, que debe hacerse mediante hospitalización y apenas se cumple. Y no digamos de la atención psiqiátrica o ginecológica. Todo eso ha disparado la morbi-mortalidad así como el número de suicidios, que se multiplica por siete respecto de lo que ocurre fuera de los muros. Se atienden mal y tarde las emergencias y el personal sanitario se convierte en escudo de los carceleros para administrar la contención mecánica y/o química., en una especie de SUBMEDICINA … En vez de atender a los enfermos se defienden de ellos.

3. AISLAMIENTO PENITENCIARIO:

La Justicia penal, establece como condena la privación de libertad por el tiempo que considera necesario para resarcir el daño causado. Sin embargo, tanto dicho poder judicial como el Sistema Penitenciario, (en su Regamento Penitenciario se habla de reinserción y rehabilitación) traducen en clave de CASTIGO todas sus actuaciones, como lo demuestran las constantes extralimitaciones de los responsables carcelarios como el habitual silencio cómplice de los jueces de Vigilancia Penitenciaria, consumándose esta práctica en la figura de Aislamiento Penitenciario, que bajo diversas formas existe desde los tiempos de la COPEL como respuesta a su lucha incansable, endurecida o sofisticada con medidas como el FIES, Régimen Especial, Régimen Cerrado o primer grado para afrontar a lo largo de los años toda iniciativa de las personas presas por mejorar dichas condiciones, utilizando el método de combinar premios y castigos en función de la sumisión y docilidad obtenida frente a las actitudes de quienes no se doblegaban. Es cierto que ha venido reduciéndose el número de personas en primer grado, pero sólo en la medida que ellos (la Administración) van consiguiendo sus objetivos. .Recientemente diversos organismos de Derechos Humanos, OTEANDO entre otros muchos, han comenzado una campaña contra el Aislamiento, que  incorporamos a este Manifiesto de la marcha Villanubla y a la que expresamos nuestro total apoyo.

POR LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS PRESAS
ABAJO EL TRABAJO ESCLAVO
EL ABANDONO SANITARIO.
EL AISLAMIENTO CARCELARIO
Fuente: Tokata

Itinerario de Familias frente a la crueldad carcelaria: continuamos preparando la campaña de crowdfunding

Las personas presas, como cualquier otra y un poco más, necesitan muchos cuidados, una parte de los cuales, por exigencia legal, deberían serles proporcionados por la administración penitenciaria que les mantiene encerrados pero está obligada por sus propias leyes a velar al mismo tiempo por su salud y calidad de vida y a proporcionarles los medios para su reinserción social, la finalidad constitucional de las penas de cárcel. Desgraciadamente, no es sólo que eso no se cumpla, sino que el sistema penitenciario resulta muy destructivo tanto para quienes lo sufren encerrados como para sus familiares y allegados.

Torturas y malos tratos frecuentes e impunes. Régimen de castigo por aislamiento sumamente destructivo. Traslados arbitrarios y punitivos, desarraigantes, desocializantes. Abandono médico. Uso arbitrario de fármacos psicotrópicos. Enfermos mentales presos y, frecuentemente, en régimen de castigo. No excarcelación de enfermos graves y terminales hasta que no es inminente su muerte. Doble discriminacón de las mujeres presas, pues las cárceles están pensadas para hombres. Explotación laboral. Condenas muy largas en general, con dos tipos de cadena perpetua, en la que la resocialización es imposible. Alto índice de mortalidad, por enfermedad grave, sobredosis y suicidios principalmente. Indefensión jurídica manifiesta.

Para intentar enfrentarse a estas situaciones las familias deben hacer grandes esfuerzos, con gran impacto económico, psicológico y social, en su salud y en su vida, como si, no habiendo hecho nada, tuvieran que sufrir también una condena. Nuestra asociación la formaron en 2017 un grupo de mujeres que tenían familiares presos o los habían perdido: sus hijos, hermanos o compañeros habían muerto estando en prisión. Entre ellas, Pastora González, la madre de Xosé Tarrío, que fue para nosotras una compañera importante por su contagiosa energía y gran corazón. Empezamos con mucho ímpetu. El apoyo y el cuidado recíproco entre nosotras era nuestra principal fuente de energía. Con ayuda de una psicoterapeuta, hicimos varios talleres en los que aprender a articularlo. Encuentros personales, directos, entre nosotras, que aprovechábamos también para hacer asambleas y tomar decisiones.

Encontramos apoyo sobre todo en gente libertaria de Valencia que mantenía una cierta comunidad de lucha, integrándonos como un grupo más en su caja de resistencia. Esa ha sido durante años nuestra principal fuente de financiación. Nos movilizamos juntas durante varios años en actividades de recaudación y, además, haciendo concentraciones anuales frente a las cárceles de Picassent y Albocàsser y también en la Secretaría General de Institucionanes Penitenciarias, coordinándonos en lo posible con las luchas de las personas presas y con algunos grupos anticarcelarios de la calle y buscando el contacto directo con la gente que sufría los mismos problemas que nosotras. También intentamos comunicarnos a través de redes sociales y otros recursos en internet. Nuestros gastos han sido mayormente los que nos ha ocasionado la necesidad de contar con abogados para denunciar e intentar buscar reparación ante las vulneraciones de los derechos de nuestra gente.

Aquella sinergia casi se ha roto. Pastora murió y otras compañeras han ido abandonando la asociación. Pero, aunque un poco agotadas, aún quedamos unas cuantas y, sobre todo, aún tenemos gastos sin cubrir y casos abiertos. Uno de ellos, por ejemplo, el de un muchacho que murió en prisión. Otros dos de enfermos mentales presos, uno de los cuales hemos conseguido que salga, pero persiste su enfermedad psíquica y aún le quedan causas pendientes, acusado por los carceleros, de cuando aún estaba preso y en régimen de aislamiento. El otro sigue preso y en régimen de castigo sin ningún tratamiento adecuado. Otros casos son de grandes condenas.

Nos dirigimos una vez más a personas y grupos afines para pediros vuestro apoyo en el desarrollo de la campaña de crowdfunding que estamos preparando. Nos vendría bien un poco de apoyo económico, desde luego, pero es tanto o más importante la comunicación y la solidaridad práctica, que crezca en lugar de ir a menos como parece suceder de un tiempo a esta parte. Es necesario afrontar lo que pasa en las cárceles, actuar día a día frente a ello. ¡No nos dejéis solas! ¡No dejemos sola a la gente encarcelada!

Fuente: Briega

Por qué muere nuestra gente en las cárceles

Porque allí son habituales las torturas y malos tratos. Existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a sus víctimas. Se traslada arbitrariamente a la gente, desarraigándola de su entorno social y familiar. Se obstaculizan las comunicaciones con la calle, imponiendo despóticamente su intervención o su privación como castigo. El acceso a la cultura casi no existe. Se censuran las publicaciones «por motivos de seguridad». No existe libertad de expresión ni de asociación. La explotación laboral es enorme. Las mujeres presas están doblemente discriminadas, por presas y por mujeres.

La situación sanitaria es catastrófica, porque la administración penitenciaria incumple sistemáticamente su obligación legal de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas, sanitarias y farmacéuticas iguales a las de cualquier ciudadano. Se abandona a los enfermos sin proporcionarles la medicación y los tratamientos que podrían salvarles. Y, sin embargo, no se aplica la legislación que dispone que deben ser liberados los enfermos muy graves y con padecimientos incurables más que cuando ya es inevitable su muerte a corto plazo. Los enfermos psiquiátricos constituyen un porcentaje muy elevado de la población reclusa, sin que se les reconozca su condición ni se les cuide, yendo a parar muchos de ellos, por el contrario, al régimen de castigo, de donde han salido muertos unos cuantos. En las cárceles no existe psiquiatría ni psicoterapia que valga. Y no es que pensemos que la actividad corriente de los «profesionales de la salud mental» sea ninguna panacea, pero siempre será mejor que el aislamiento, las porras de goma, el gas pimienta o las sujeciones mecánicas.

No es extraño que más de la mitad de los puestos de trabajo médico-sanitario permanezcan vacantes: ¿quién va a querer trabajar en condiciones tan indignas? De los que tienen estómago suficiente, muchos médicos suelen hacerse cómplices de las frecuentes torturas al hacer la vista gorda ante las lesiones resultantes. El tráfico de drogas ilegales está consentido, pero, además, se proporciona a los presos todo tipo de drogas legales adictivas sin apenas control médico, para que no molesten. Se suministra metadona sin necesidad y con tal negligencia que ha habido muchas muertes por sobredosis, administradas por los mismos servicios médicos carcelarios. La mortalidad –muchas veces por causas como sobredosis, suicidio o «muerte súbita»– es en las cárceles mucho más elevada que en la calle y abundan los fallecimientos en extrañas y dudosas circunstancias, nunca aclaradas, ya que no se cumplen los trámites prescritos legalmente para ello ni se ofrece a los familiares la oportunidad de exigirlos.

Las personas presas están indefensas frente a todo eso y ante multitud de decisiones de las autoridades carcelarias y judiciales que les perjudican gravemente. Los Servicios de Orientación y Asistencia Jurídica Penitenciaria y la justicia gratuita son insuficientes. Los Juzgados de Vigilancia, encargados de la «tutela judicial efectiva» de los derechos de las personas presas, inoperantes. El poder punitivo del Estado se ejerce sin respetar ninguno de esos derechos que, en teoría, lo justifican.

Somos familiares y gente solidaria con las personas presas. Algunas hemos sufrido la muerte de nuestros hijos, hermanos o compañeros, supuestamente confiados al “cuidado” de las instituciones estatales. Estamos intentando apoyarnos mutuamente, organizarnos y coordinarnos para afrontar, denunciar y, a ser posible, detener esa situación degradante. Nos dirigimos a toda persona o grupo que pueda sentir alguna solidaridad o afinidad con nosotras para pediros vuestro apoyo. Queremos hacer una campaña de “micromecenazgo” (crowdfunding) para hacer frente a nuestros gastos pendientes y poder mirar hacia el futuro con un poco más de tranquilidad. Os agradeceríamos cualquier tipo de colaboración, económica, de difusión, o del tipo que se os ocurra. Esto es un primer contacto. Habrá más, y os avisaremos cuando iniciemos la campaña.

Familias frente a la crueldad carcelaria

Para más información sobre familias contra la crueldad carcelaria visitar el blog:

https://familiasfrentealacrueldadcarcelaria.noblogs.org/

Fuente: Marcha a Topas

J.A. Molina Barrilao: tristeza y abandono médico continuado en la prisión de Estremera

Publicamos la última carta que les ha llegado a les compas de la «La Corda» de Jose Antonio Molina Barrilao, preso en lucha en la prisión de Estremera (Madrid). El compañero comenta el brutal abandono médico al que lo tienen sometido, su desesperación y la necesidad de tener contacto con personas del exterior.

25.02.2021.

Saludos a M, P y lxs demás compas del grupo.

Hola X! Como estás? Mis mayores deseos que tanto tú como tu entorno os encontréis lo mejor posible. Ante todo pido disculpas por no haber contestado antes, disculpas de corazón. X, no estoy muy bien que pueda decir. Estoy depresivo y con tantos dolores en los huesos por la artítis, el brazo derecho me duele y no tengo fuerza, hasta pierdo la sensibilidad y el tacto en la mano. Ya hace un año que tuve las caídas, lesionándome, sin que estos sanguinarios de médicos hagan nada, y tuve otra caída hace dos días que me ha dejado mas dañado en una parte de la espalda. Pero bueno, aguanto… No me dan la medicación crónica del colon (pancolitis) y tampoco me hacen las analíticas trimestrales desde hace un año que estoy aquí, ni tampoco después de pasar la huelga de hambre. Aquí lo que quieren es que unx se muera.

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