Pensamientos sobre el futuro de la propuesta de lucha colectiva

Aquí va una carta de Peque, en respuesta a la segunda de las dos de Toni Chavero que publicábamos ayer y en las que pedía se le borrara de la lista de presxs en lucha. No la hemos publicado antes por lo mismo que no publicamos en su día las de Toni, por no perturbar el ánimo de los compañeros que aún estaban haciendo su turno de la huelga de hambre rotativa o a punto de hacerlo y por no ofrecer en pleno esfuerzo una imagen que se podía malinterpretar fácilmente como síntoma de división de la comunidad de lucha que se ha sostenido desde 2015 hasta el final de esta última huelga colectiva. Pero ahora es necesario publicarla, lo mismo que las otras, para que sean el inicio del necesario debate sobre lo vivido hasta ahora por esa colectividad y sobre su inmediato futuro.

Cárcel de Morón, 6 de enero de 2021

¡Salud, compañerxs!

Soy José Ángel Martins Mendoza, clasificado en 91.3 RP y, aunque os comuniqué mi cambio de cárcel de Villena para Granada, por algún problemilla, a los catorce días de estar en Granada volvieron cambiarme de destino, llevándome a Morón-Sevilla II. En esta ocasión, voy a realizar una reflexión sobre el último año de lucha activa, en la que algunxs llevamos más de cinco años.

De primero, comunicaros, como ya sabéis, que Toni, por los motivos que sea y aún siendo uno de los iniciadores, con Xavi, Poblete y yo mismo, de esta lucha, supongo que por incongruencia y falta de aptitud, se ha dado de baja, cosa que yo también lo estoy pensando, pero mi ética no me permite dejar a lxs compñerxs enfermos o en primera fase tirados en aislamiento, o sea, que por mi parte la lucha seguirá hasta que ningunx estemos a miles de kilómetros de casa, en primera fase y enfermxs.

Como todos los años, iba a realizar la propuesta de una nueva huelga de hambre de diez días para el 1 de mayo, pero ahora mismo existen dos factores a tener en cuenta para no hacerla. El primero es el poco compromiso y seriedad por parte de muchxs compas que ni siquiera se dignan a hacer valoraciones, opiniones, acciones, ni siquiera mandan resguardos conforme están realizando “lo pactado”, para mí plenamente válido, aunque no hayamos podido hacerlo cara a cara, y ya no es que se les juzgue, pero da qué pensar. Otrxs, únicamente se han estado dando de alta y de baja según la cárcel en que estuvieran, en función de si hay droga o no la hay o de si les ponene en un régimen de vida más o menos a su gusto, no mirando y luchando por un colectivo, sino por sus intereses propios. Yo no estoy bien en ninguna cárcel, pues en todas me cortan las alas y me quitan día a día mi vida, lo mismo en primer grado que en segundo.

Algunos de lxs compas ya están en las cárceles que mejor les vienen a su familia y se les están quitando las intervenciones. Y, de pronto, solo veo críticas a quienes proponemos acciones, pero sin dar otras expectativas de lucha, a no ser quienes han propuesto hacer huelgas de hambre indefinidas, cosa a la que yo soy contrario, pues del 2011 al 2015 estuve en Cárcel=Tortura, haciendo huelga de hambre hasta de un mes y usando a veces la violencia, mientras quienes supuestamente nos apoyaban en la calle nos dejaban tiradxs. Del 2015 hasta hoy todo ha sido más pausado, con mejor comunicación, coordinación y apoyo de la calle, pero con menos efectivos dentro y consiguiendo solo con cuentagotas algún derecho. En estos últimos seis años hemos tenido al menos buenas experiencias comunes de las que aprender.

En mi opinión, deberíamos realizar una asamblea interior, que probablemente con el COVID sumado a las dificultades de siempre tardaría meses, para marcarnos nuevos objetivos como que a nuestrxs compañerxs enfermos y en primer grado los vuelvan a poner en segundo y que se excarcele a lxs enfermxs, a lxs mayores y a todxs los que deberían ser excarceladxs. Lxs compas de la calle, por otro lado, están cansadxs de preguntarse si están tirando su tiempo por un movimiento casi inerte, y yo haría lo mismo. Una lucha anticarcelaria real requiere de un gran movimiento social, pero a día de hoy solo existen algunos pequeños grupos que siempre son, más o menos, los mismos que siguen ahí desde el comienzo hasta el día de hoy. A mi forma de pensar, deberíamos hacer un receso de unos cuantos meses, al menos hasta que se amplíe el margen de movimiento para todxs, y solicito, si os parece, que volvamos a debatir sobre formas de lucha y sobre la necesidad de un nuevo proyecto común, tanto dentro, entre esos siete u ocho que siempre estamos en la lucha, como con la gente y los grupos que están verdaderamente con nosotrxs en el cuarto grado.

Yo, como siempre, estaré en cualquier lucha, pero con mucho dolor empezaré a realizar huelgas de hambre de modo individual solicitando el cierre de los aislamientos, presxs enfermxs a la calle, fin de la dispersión y que a lxs compas que les ha sido aplicado el régimen cerrado les vuelvan a poner en segundo grado. Siempre que las realice, se lo comunicaré con tiempo a mi grupo de apoyo para que lo difundan también entre lxs compas de dentro y lxs que quieran unirse lo tendrán muy fácil. Pero al menos hasta el 1 de mayo no realizaré más protestas que las que hago diariamente, para las que no faltan, como sabéis, los motivos. Sigo en Sevilla, saliendo yo solo al patio y así van unos dos años o más, entre Puerto, Córdoba, Picassent, Villena, Granada y aquí. Me da vergüenza decir esto, pero estoy bastante cansado de que seamos seimpre lxs mismxs, tanto dentro como fuera. Si no hubiera sido por los compañerxs, especialmente por lxs de Valencia, o hubiera acabado ahorcado o en una situación mucho peor que la que sufro. Y también me hacen reflexionar mucho las palabras de un paisano al que todxs conocéis, cuando me dice que en los 90, estando yo ya encerrado, todxs nos conocíamos y teníamos ética y moral de lucha, algo que hoy en día ya no sabemos quién está a nuestro lado luchando, pues no nos distinguimos.

Toda mi gratitud a los grupos de apoyo que han estado ahí y ahí siguen desde el principio hasta al fin, y también a los que se han sumado más tarde, dejando de lado otros quehaceres para, al menos gritar a este Estado fascista-absolutista que nos están asesinando con toda su palabrería, cazas de brujas y demás mierda. Pero, por otra parte, quiero mostrar mi disconformidad con algunxs compañerxs que, en vez de intentar unirnos, lo que han hecho ha sido una segregación, como queriendo hacer una jerarquía y “mandar” en algunxs presxs, criticando por la espalda, difamando y calumniando a otros colectivos y personas. Algunos compas, a quienes les endulzaron los oídos, hicieron caso a esos grupillos traicioneros, lo que generó una discusión transversal y encubierta que hizo que algunxs de nosotrxs estuviésemos en un bando y otrxs en otro, para segregar y que hubiese dos grupos de presxs en lucha que casi ni nos hablábamos ni nos coordinábamos ni luchábamos de la misma manera. Pero voy a dejar este tema, por quién lo digo, ya saben ellxs quiénes son.

Ahora mismo, aquí en Morón llevan seis meses sin pasar consulta médica por lo que hemos hablado varios internos que conozco hace años y, aparte de denunciar ante los juzgados de guardia y el de vigilancia y a Sanidad, algunos estamos pensando en ponernos en huelga de hambre a la que se sumaría probablemente casi todo el aislamiento. Un compañero ya lleva dos días. En caso de empezar todos, ya informaré a mi grupo de apoyo. En Villena, las cosas siguen calientes. Alfonso (salud, compañero, me llegó tu carta y se agradece, ¡mucha fuerza!) y Mohamed El Hichou, que siguen en la batalla. A Cristian se lo llevaron para Albocàsser, por lo que estoy muy preocupado, ya que este compañero es un verdadero guerrero, que apenas sabe hablar español y menos leerlo y escribirlo y sufre graves trastornos psíquicos, y en esa cárcel donde yo he estado trece meses, te abren para salir al patio nueve carceleros, dispuestos a echársete encima a la más mínima. Creo que es el que más necesita nuestra ayuda: ¡Help Cristian!

Compañerxs, unamos fuerzas y no nos dejemos influir por nadie, ni de fuera ni de dentro. Marquémonos unos objetivos y luchemos por ellos, pero juntos, la verticalidad es una anormalidad que no podemos permitirnos. La SGIP está dando pequeños pasos y ha aplicado el artículo 100.2 RP a ciertos compañeros y algún que otro según grado, con retirada de la intervención. Pero, como “colectivo de presxs en lucha” no deberíamos olvidarnos de lxs compañerxs que estamos a miles de kilómetros de nuestros hogares, en FIES y el régimen más restrictivo, 91.3 RP, con años saliendo solos a las galerías. Creo que no es justo y que todxs lxs compñerxs presxs debemos hacer cuanto antes un balance, idear, proponer, actuar y no estar impasibles ante los ataques que sufrimos quienes estamos en esta lucha activa.

Por mi parte, poco más puedo agregar, solo que espero que esxs, mis compñerxs presxs respondan a los comunicados y tomen decisiones, pues es lo justo. Sin más, me despido por hoy, deseando que la revolución anticarcelaria no muera, porque, entonces, de una forma u otra, todxs estaremos muertxs.

Un gran saludo con aires libertarios de este vuestro compañero.

¡Viva la Anarquía!

Peque, miembro de COLAPSO (Colectivo Anarquista de Presxs Sociales)

Para escribirle:


José Ángel Martins Mendoza
(intervenido)
Centro Penitenciario Sevilla II
Paraje las Mezquitillas. SE-451, km 5,5
41530 Morón de la Frontera (Sevilla)

 

Fuente: Tokata