Desde el interior de la trituradora carcelaria. Resistiendo a la pesadilla en la prisión de Mas d’Enric

Cartas de Raúl Tomás Cuenca, preso en Mas d’Enric (Tarragona). El compañero ha pasado por unos meses complicados que lo han apartado del papel y el boli. Una de las cartas que nos hace llegar es un texto reflexivo, lo primero que ha vuelto a escribir después de este parón.

Julio 2021. Prisión de Mas d’Enric, Tarragona.

España es uno de los países de la comunidad europea con mas cárceles en proporción de habitantes. Solo en Catalunya hay 9. Con dinero publico se construyen, se mantienen, se paga a lxs funcionarios y todo el personal de supuesta re inserción. Además de todxs lxs que trabajan en y para la dirección general de Instituciones Penitenciarias o Serveis Penitenciaris de Catalunya. Nadie se cuestiona toda esta clase de infraestructura, la utilidad de la misma y qué función cumple en realidad. Todo este engranaje es un negocio. Aunque venden la idea de que a lxs presxs se nos mantiene y suponemos un gasto enrome, en realidad se hace un buen negocio a nuestra costa, y muchas personas y empresas se lucran y sacan enormes beneficios de nuestra desgracia. Y este es el negocio visible, estoy seguro que a partir de eso hay muchas mas callejuelas y artimañas que les sirven para sacar dinero.

Instituciones Penitenciaras recibe un dinero por cada preso que tiene encerrado. ¿Como no les va a interesar que estemos aquí cuantos mas mejor y cuanto mas tiempo mejor?

Y aquí el poco material que hay está medio roto, o son donaciones de otros centros o otros servicios. La comida es nefasta, pero claro, con hambre comes lo que te pongan. En lo que son lxs presxs no hay tanto gasto como la sociedad imagina. Recortan de todos lados para ahorrar hasta el ultimo céntimo. Donde se despilfarra el dinero es en todos los mamoneos que hay alrededor. EN comida por cada uno de nosotrxs, ¿qué se gastan al dia? ¿5 euros? Seguro que de algun modo consiguen justificar nuestra manutención por una cantidad mucho mas elevada que la realidad. Yo os digo, aquí el dinero se derrocha por todos lados, pero no precisamente en nosotrxs.

Yo soy delincuente por mi adicción a las drogas. Pero aun así me considero mas honrado que cualquier político y cualquier persona que vive o saca beneficio de nuestra situación, donde la desigualdad y la pobreza ha tenido mucho que ver. Seguimos viendo la pobreza, la gente de barrios marginales y castigados, gente que no puede pagar el alquiler o que les cortan la luz… ¿Como pensáis que afecta están estas situaciones a una persona? ¿Vivir desde siempre y de forma permanente en esta desigualdad permanente?

Los carceleros no son trabajadores. Son grupos organizados, que se encubren y se respaldan siempre entre ellxs, actúan como una banda. Abusan, pegan y en ocasiones llegan a matar. Ellxs si infunden terror. Están compinchados con médicos forenses, fiscales y jueces. Son todos culpables. Cuando alguien aparece muerte, en el informe se limitan a apuntar el día y la hora, y si ha muerto por asfixia, por intoxicación o lo que sea. Pero nosotrxs que pasamos aquí 24 horas, un día tras otro, sabemos muy bien cuando alguien se ha ahorcado de verdad. No es poco habitual el caso que te aten y te metan una paliza entre 7 o 8 carcelerxs, a veces esperando su turno para desahogarse. Es que llegan a disfrutar…

Quizá es verdad que no vamos a conseguir nada, y no es por auto-desanimarnos. Pienso que mucha gente de la calle no se mete en esta lucha, ni se plantea lo que pasa aquí dentro, en parte porque nos silencian por todos lados, pero también porque muchas personas viven o sobreviven haciendo frente de forma permanente a una violencia psicológica y estructural brutal, y que todas sus energías van destinadas a eso. Nuestra lucha es necesaria, pero al final es solo una pequeña porcion de un pastel de mierda, la verdadera violencia sistemática está en la calle.

Aquí en Mas d’Enric solo conozco solo a 3 o 4 funcionarios de hace mas de 20 años, en el año 1998 yo tenia unos 22 o 23 años, y esos guardias cuando en la Modelo, venían a cachear la celda, cuando nos cogían la heroína o los porros o el chocolate, y nos lo tiraban en el váter y a veces ni te metían un parte por esas chorradas. Y claro que les decíamos cabrones hijos de puta. Pero ahora han pasado 25 años y las relaciones son completamente distintas. Ahora te expedientan por cualquier tontería, se sienten intocables. No tienen miedo alguno que les pueda pasar algo, no les pasa por la cabeza que vaya ha haber ninguna clase de consecuencia. No hay ni un mínimo respeto.

Aquí dentro la linea de quien es amigo o enemigo es confusa. Hay carceleros que son unos cabrones y que, aun siendo nuestro enemigo, a veces nos echan una mano o nos ayudan en alguna cosa y nos sorprende. Y al revés, presxs con los que hemos confiado que de repente un día te traicionan o se venden por nada y menos. A veces hay que vigilar mas con lxs presxs que con lxs carcelerxs, porque almenos los primeros sabes ya de entrada de qué palo van y cual es su papel. Si no los conocéis bien, no os fíes de ninguno.

Eso genera unas desconfianzas generales, el no saber relacionarnos ya de manera natural con las personas. Pienso que acabamos teniendo relaciones distorsionadas. Lxs amigxs casi nunca son reales, son solo fruto de las circunstancias. Nadie estamos bien aquí dentro, tenemos mil movidas que nos impiden ser personas “normales” que pueden resolver las cosas de forma “normal”. Y estamos continuamente en depresiones, bajones, cambios del estado de animo, problemas para controlar nuestros impulsos… yo mismo he estado bastantes meses muy muy jodido. No pensaba que volvería a verme de esta manera. Pensaba que ya no caería otra vez. Pero la presión es demasiado fuerte, a veces insoportable. Después de mucho tiempo, me he inspirado a volver a coger papel y boli y querer compartir cosas que simplemente me pasan por la cabeza.

Un abrazo

Para escribir al compañero:


Raul Tomás Cuenca
Centro Penitenciario Mas d’Enric
Travessia Comella Moro, 15
43764 El Catllar (Tarragona)

 

Fuente: La Corda