Según datos oficiales de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en el año 2017 murieron 147 personas en cárceles dependientes de la Secretaría General. En 2018 esta cifra aumentó a 210 personas. Con el año 2019 prácticamente terminado, si bien no se dispone de datos oficiales, tenemos conocimiento de que son ya 163 personas las que han muerto. Las últimas nueve en la primera quincena de diciembre.
Evidentemente estas muertes no son inevitables, en muchos casos, pueden y deben evitarse.