A la fuerza. Miguel Codón Belmonte


Esta noticia es otra más que sumar al repertorio de violencias injustificadas que cada día ocurren en las cárceles. Otro hecho, no aislado de la total impunidad con la que muchas personas consideradas «trabajadoras» e incluso con un oficio «digno y estable» sigue maltratando psicológica y físicamente a nuestras compas encerradas.

En la cárcel de Zuera, Zaragoza, Miguel ha sido de nuevo apaleado, a las 6 de la mañana, entraron en su jaula varios carceleros con porras despertándole a golpes y lo metieron en un furgón, solo, que le llevo a otra cárcel en Madrid III Valdemoro.

Después de estar allí 2 días en aislamiento le han llevado a Villanubla, en Valladolid. Ahí está esperando salir del aislamiento y recuperar de nuevo sus pertenencias para volver al segundo grado.

Empezar de cero, cada vez, sin quererlo. Unas palabras mal dichas con un funcionario, cualquier acción que se considere una mínima humillación para un carcelero implica para una persona presa: una paliza entre varios, un traslado en la noche, un aumento de la medicación, aislamiento indefinido, partes y sanciones, ampliaciones de condenas, retirada de pertenencias, dejarles sin ropa o mantas en invierno, ETC.

Miguel, NO ESTÁS SOLO
ABAJO LOS MUROS

Para escribirle:


Miguel Codón Belmonte

Ctra. Adanero-Gijón, Km 94
47620 Villanubla
Valladolid